diumenge, 30 de maig del 2010

Caesar Augusta y Tarraco

Aprovechando nuestra reciente visita a Zaragoza para presentar la Domus Baebia y el taller de escritura antigua de Salvador Muñoz, pudimos realizar un interesante recorrido por Caesar Augusta acompañados de Roberto Lérida que ha sido un cicerone excepcional. Hacía tiempo desde nuestra última estancia y descubrimos una ciudad de gran atractivo cultural y con un planteamiento muy didáctico en sus museos de las termas, el foro, el puerto y por supuesto el teatro, al igual que el Museo provincial.

En un anterior viaje me quedé intrigada con el conjunto escultórico que rodea el reloj de la torre de la Seo de Zaragoza, así que he decidido averiguar qué nos están diciendo esas tres figuras.

En la información hallada en la red, he encontrado tres versiones:

Al tratarse de tres figuras nos parece adecuado pensar que el conjunto es una alegoría del tiempo en el transcurro de los días, y también en la vida de las personas, cuya fugacidad se evidencia en que todas las esculturas son aladas.
Si describimos cada una de las figuras del reloj encontramos lo siguiente:
  • imagen de un fuerte anciano alado que podemos identificar con el dios Cronos como dios del tiempo con la guadaña para dejar claro que es inflexible. Simbolizaría la vejez y el paso inexorable del tiempo.

  • imagen de un niño con alas que lleva una antorcha en la mano, junto a él hay un gallo. La antorcha es la luz y la vida, mientras que el gallo como animal solar con su canto anuncia el día y ahuyenta a los demonios nocturnos. Además por su carácter vigilante suele ir acompñando a dioses como Apolo, Minerva, Marte o Mercurio. El niño simbolizaría la infancia, el principio de la vida y el nacimiento del día con la antorcha y el gallo.

  • la tercera es la imagen alada de una joven con un candil. Sería la juventud y madurez de la vida humana y la Noche. El candil en las comunidades cristianas forma parte del símbología de la luz vencedora de las tinieblas de la noche. En las oraciones de las Vísperas se encendían ritualmente los candiles, en una ceremonia llamaba lucernario.
Con esto ya ha quedado satisfecha nuestra curiosidad. Ahora estamos disfrutando unos días intensos de cultura clásica en Tarraco Viva MMX , os contaremos a la vuelta!!

Salutem plurimam!!

diumenge, 23 de maig del 2010

OCTOBER EQUOS


Según la tradición, el primer calendario romano se debe a Rómulo y empezaba el año en el mes de marzo. Rómulo consagró el primer mes del calendario a su padre, Marte, dios de la guerra. Así, como en casi todas las civilizaciones antiguas, el año empezaba en primavera, lo cual tiene sentido si pensamos que la primavera implica el renacer de la vida. En esta estación se abría en Roma el ciclo guerrero que se cerraba en octubre. La campaña militar se iniciaba las Kalendas de marzo con la Processio Saliorum y se cerraba en octubre con otras dos festividades, el October Equos, el día 15, y el Armilustrium, el día 23.

Tal y como ha llegado hasta nosotros, en los Idus de octubre, se celebraba en el Campo de Marte una carrera de bigas. El caballo de la derecha de la biga vencedora era sacrificado: se le cortaba la cabeza y la cola. Ésta era llevada por un veloz corredor hasta la Regia para que su sangre pudiera aún gotear sobre el fuego: eiusdem coda tanta celeritate perfertur in Regiam, ut ex ea sanguis destillet in focum. Las cenizas resultantes de haber quemado la sangre de la cola se unían a las resultantes de haber quemado los fetos de vacas preñadas en las Fordicidia y a las obtenidas de quemar las vainas vacías de las habas. Con estos tres ingredientes se confeccionaba, según nos cuenta Ovidio en Fasti 4, 731-734, el suffimen, que se utilizaba para fumigar los rebaños y los establos en las Parilia, el 21 de abril: i, pete virginea, populus, suffimen ab ara; / Vesta dabit, Vestae munere purus erit. / sanguis equi suffimen erit vitulique favilla, / tertia res durae culmen inane favae. Por la cabeza disputaban dos barrios de Roma: la Subura y la Via Sacra. Si vencían los primeros, la cabeza se colgaba en la Torre Mamilia, situada en el barrio; si vencían los segundos, en la Regia. Allí quedaba colgada como fetiche sin otro objeto que el de la apropiación de la victoria y el mantenimiento mágico de la misma.
Según Manuel Antonio Marcos Casquero, en su edición de Cuestiones Romanas de Plutarco, pág. 450, en este punto Festo-Paulo, pág. 246 L., añaden que la cabeza del caballo era adornada con un collar de panes, porque el sacrificio se hacía ob frugrum eventum, por el buen éxito de las cosechas. Uniendo esto a lo que Ovidio nos dice en Fasti 4, 731-734 respecto al suffimen, es decir, que uno de los ingredientes es sanguis equi, que las Parilia son unas festividades puramente agrarias y que el sacerdote que presidía la ceremonia del October Equos era, según aparece en una parodia de Dion Casio 43, 24, 4, el Flamen Martialis junto a los pontífices, tendremos todos los ingredientes para que se haya visto en Marte también a un dios agrario.

De todas formas, dice Marcos Casquero, esta visión de Marte no es sino una confusión y una mala interpretación del texto de Ovidio y de la mención que hace Propercio a un curtus equus relacionado con las Parilia: algunos estudiosos dieron por supuesto que la sanguis equi del texto de Ovidio era la del October Equos, sin tener en cuenta, además, que ningún autor griego o latino afirmó nunca que la sangre del October Equos sirviera de componente para el suffimen
Esta teoría cobró auge a mediados del s. XIX con W. Mannhardt y sus ideas sobre la concepción agraria como base de la religión primitiva, posteriormente radicalizadas por sus discípulos hasta llegar y defender una concepción totalmente agraria de todas las divinidades que no respetó ni siquiera a un dios guerrero como Marte.
Algunos autores se cuestionan esta interpretación aludiendo no sólo a la falta de textos que la corroboren sino también a otros hechos:
- la distancia entre el Campo de Marte y la Regia era aproximadamente de un kilómetro y medio, por lo que, por muy rápido que fuera el corredor, cubrirla llevaría un tiempo;
- la cola del caballo, por su propia naturaleza, apenas contiene sangre, con lo que parece difícil que Ovidio se refiera a ella como ingrediente para el suffimen y que se tratara realmente de la cola.
Así es como piensan H. Wangenboort, "Zur magischen Bedeutung des Schwanzes", Serta Philologica Oenipontana 7-8, 1961, 273-287, y más recientemente G. Devereux, "The Equus October reconsidered", Mnemosyne 23, 1970, 297-301, que consideran que la palabra cauda está utilizada como un eufemismo para referirse al pene del animal, órgano, por otra parte, que sí proporcionaría sangre en abundancia. Por otra parte, además, Marte y Pales no tienen ninguna relación ni tiene sentido guardar una sangre que se utilizaría seis meses después, máxime si se tiene en cuenta que la expresión de Propercio, curtus equus, hace referencia a un caballo mutilado, no sacrificado, que podría serlo expresamente para las Parilia (de hecho, seis días antes se hacía el sacrificio de las vacas preñadas en las Fordicidia). Sigue Marcos Casquero apuntando que la sangre de la cola del October Equos tendría otro fin, como también lo tenía la cabeza: según Plinio, NH 28, 146-147, la sangre del caballo erodit, emarginar ulcera y probablemente no buscara otra cosa que la destrucción por medio del fuego de las desgracias de la guerra.

Respecto a la cabeza adornada con panes, la interpretación que da G. Dumézil, Fêtes romaines d'eté et d'automne, Suivi de Dix Questions Romaines, es que esta celebración se hacía cuando las cosechas ya se habían recogido, por tanto, mira al pasado y no al futuro; para adornar la cabeza no se utilizan semillas o espigas, sino el fruto ya elaborado de las mismas y, finalmente, gracias a las campañas guerreras, que se cierran en octubre, los romanos han mantenido alejados a sus enemigos y las cosechas han podido llevarse a cabo. La expresión ob frugrum eventum puede, gramaticalmente, interpretarse también como en reconocimiento del feliz resultado de la cosecha pasada, con lo que, muy probablemente, lo que se estaría agradeciendo a Marte con esta ceremonia es que hubiese hecho posible la cosecha.

diumenge, 16 de maig del 2010

Fiesta de los Argea


Se trata de una ceremonia de difícil explicación incluso para los autores antiguos, quienes nos han transmitido poca información y en ocasiones contradictoria.

En mayo el 14 (según Ovidio) o el 15 (para Dioniso de Halicarnaso y Varrón), después de un sacrificio, se realizaba una procesión hasta el Puente Sublicio desde el que eran arrojados por las vestales unos muñecos de paja, scirpeas effigies al Tíber.

También en esta fecha es cuando las Vestales acostumbran a arrojar desde el puente de roble muñecos confeccionados con juncos representando hombres de pasadas épocas. Ovidio, Fasti VI, 621-662

Dionisio de Halicarnaso en Ant. Rom. 1, 38, 2-3 explica que Hércules había enseñado a los romanos a arrojar al Tíber, en lugar de los hombres a los que precipitaban en él atados de pies y manos, simulacros de forma humana y dispuestos de la misma manera, a fin de que el terror religioso que subyace en sus espíritus fuera desterrado, aunque respetando las creencias antiguas. Los romanos continuaban practicándolo en mi época. Lo hacían después del equinoccio de primavera, en el mes de mayo, el día que denominaban idus y que fijan a mediados del mes. Ese día, después de haber sacrificado según los ritos, los llamados pontífices y los sacerdotes considerados como de mayor importancia, las vírgenes que guardan el fuego perpetuo, los pretores y aquellos otros ciudadanos cuya existencia a los sacrificios está prescrita, arrojan desde el puente a las aguas del Tíber simulacros de forma humana, en número de treinta, y a los que llaman Argeos

En la lectura de Ovidio encontramos varias explicaciones a su origen relacionadas con Hércules:

  • Hércules modificó la arcaica costumbre de sacrificar a Saturno dos víctimas humanas que sustituyó por hombres de paja.
  • Hércules llegó acompañado de griegos, la mayoría argeos, quienes se establecieron en la región y como añoraban su patria, pidieron que tras su muerte fueran arrojados al rio, para ser conducidos en sus aguas hasta Grecia. Sin embargo, sus descendientes los enterraron y tiraron en su lugar muñecos hechos con juncos.
Plantea también la posibilidad de que hubiera la costumbre de echar al rio a los sexagenarios,

Quien crea que lo que se entregaba a la muerte eran los ancianos mayores de setenta años está acusando de un crimen a nuestros antepasados.(…) Hay quien opina que los jóvenes, para disfrutar ellos solos del derecho al voto, tiraban a los ancianos desde el puente. Fasti, 621-662

El carácter sustitutorio de los muñecos por las víctimas humanas no es exclusivo de esta festividad, Servio Ad Aen, 2, 116 dice Es sabido que en las ceremonias sagradas se aceptan simulacros en vez de lo verdadero: de ahí que cuando es difícil encontrar el animal apropiado para un sacrificio, se hace de pan o de cera, y se recibe como auténtico

Hay otras fiestas en las que encontramos sustitutos de las víctimas, como en las Compitalia cuando se cuelgan en los cruces de caminos tantos muñecos de lana (maniae, effigies) como personas libres de la casa y tantas pelotas del mismo material como esclavos había.

Tampoco se ponen de acuerdo los autores clásicos sobre el número de muñecos que se lanzaban al Tíber

  • Según Varrón son 27

Argeos de Argos; los argei son veintisiete muñecos de forma humana fabricados con mimbre. Suelen ser arrojados anualmente al Tíber, desde el puente Sublicio, por los sacerdotes en una ceremonia de carácter oficial. Varrón VII,

  • Para Dioniso de Halicarnaso (como hemos visto antes) son treinta muñecos.
  • Ovidio habla de dos víctimas… ofreced como sacrificio en honor del anciano portador de la hoz la vida de dos personas de vuestro pueblo que serán arrojadas a las aguas del río etrusco.

Plutarco Q Romanae, 32, se pregunta por qué se les llama argeos:

¿Por qué llaman “argeos” a los muñecos de figura humana que arrojan al Tíber desde el puente de madera en el mes de mayo el día de la luna llena?.

¿Quizá porque los bárbaros que antaño habitaron estos lugares mataban así a los griegos que hacían prisioneros, hasta que Hércules, por quien sentían gran admiración, puso fin a esta matanza de extranjeros y les enseñó la costumbre de cumplir el ritual arrojando figuras que los representasen? Los antiguos consideraron sencillamente “argivos” a todos los griegos.

A no ser, ¡por Zeus!, que debamos considerar como explicación la vecindad entre los hostiles arcadios y los argivos, quienes huidos de Grecia bajo el mando de Evandro, y asentados en aquellos parajes, conservaron el recuerdo de este odio y esta enemistad.


Con intención de entender el sentido de esta celebración d
ebemos primero relacionar esta fiesta de mayo con la procesión que se celebraba el 16 y 17 de marzo que y con el resto de celebraciones religiosas de estos meses. Ovidio nos da pie a esta interpretación pues en 17 de marzo dice Si mal no recuerdo, este día, y también la fecha precedente, se llega a la celebración de los Argea, de los que en su momento se dará debida cuenta. Fasti III 791-792

  1. 1.MARZO. En el mes de marzo con las fiestas en honor de Marte y el principio del ciclo guerrero, junto con la renovación anual del fuego de Vesta y, con el abandono de todo lo viejo para despertar las nuevas fuerzas se desarrollaba una procesión que iba depositando un muñeco de lana en cada capilla de los argeos. Varrón nos explica L.L 7, 45

Antaño los distintos lugares de la ciudad fueron perfectamente delimitados desde el momento en que las 27 capillas del los Argei se repartieron en cuatro demarcaciones urbanas. Se cree que el nombre de argei deriva de los príncipes que llegaron a Roma en compañía del argivo Hércules y se asentaron en la tierra Saturnia. De tales demarcaciones, la primera en la lista es la regio Suburana,; la segunda la Esquilina; la tercera, la Collina; y la cuarta la Palatina.
2. ABRIL. En su interior permanecen todo el mes de abril, lleno de festividades de carácter agrario y ganadero: Cerealia, Fordicidia, Palilia, ...hasta llegar el mes de mayo.
3. MAYO. Este mes de mayo se distingue por un conjunto de ceremonias de purificación:

  • las Lemuria, que tienen lugar las noches de los días 9, 11, 13 de mayo, en las que los padres de familia expulsaban a los lemures, los espíritus errantes de los muertos.
  • en estos días las vestales preparan uno de los ingredientes de la mola salsa que era necesaria para purificar adecuadamente a las víctimas en su sacrificio. Las tres sacerdotisas principales de la diosa Vesta preparan el farro que necesitan en días alternos entre el 7 y el 14 de mayo, según la información de Servio Ad Buc. VIII, 82
virgines vestales tres maximae ex Nonis Maiis ad pridie idus Maias alternis diebus spicas adoreas in corbibus messuariis ponunt, easque spicas ipsae virgines torrent, pinsunt, molunt, ita molitum condunt.

Quizá lo realizaran los días 8, 10, 12, que a pesar de ser pares, no eran días religiosi.

La preparación de la mola salsa y el muries lo encontraréis explicado con detalle en el blog De Re Coquinaria de Charo.

  • otro dato que redunda en la idea de lustración es que estas fechas se consideran de duelo y la Flamínica dialis iba vestida de luto, sin peinarse ni adornar su cabello. A. Gellio, 10.15.30

XXX. cum it ad Argeos, quod neque comit caput neque capillum depectit.

Esto mismo ocurría en las Vestalia de junio, con la limpieza ritual del templo el día 15.


En este contexto la ceremonia de los argeos sería el colofón final a esta serie de lustraciones y por eso Plutarco, Q Romanae, 86, la llama la más grande de las purificaciones

¿Por qué las mujeres no se casan durante el mes de mayo?(…) ¿O quizá porque en este mes se celebra la más importante ceremonia de purificación, siendo ahora cuando arrojan desde el puente al río figurillas humanas, aunque antaño se arrojaba a personas? Por el mismo motivo la ley establece que la flamínica, a la que consideran sacerdotisa de Juno, muestre un aspecto sombrío y que durante esas fechas no se lave ni lleve adornos.(…)

La interpretación que el profesor Marcos Casquero (en su traducción y comentarios a las Cuestiones Romanas de Plutarco) hace de esta festividad de los argeos es la del farmakós: algo o alguien que absorbe las impurezas de todo un pueblo y que al ser sacrificado y sacados sus restos fuera de la ciudad, libera a la comunidad de toda mancha. Varrón nos dice que el ritual es publice es decir se hace en nombre del estado por lo que incumbe a toda la sociedad.

Los muñecos de mimbre con forma humana son las víctimas lustrales que desde marzo hasta mayo han ido recogiendo todas las impurezas de la ciudad y son destruidos lanzándolos desde el puente Sublicio al centro del río Tíber, a la corriente de agua que actúa como elemento purificador, como lo es también el 15 de junio cuando las vestales eliminan la basura del templo o cuando los antiguos romanos introducían al parricida en un saco de cuero junto con diferentes animales y lo tiraban a las aguas del Tíber para que terminara en el mar, lejos de la ciudad.

Nótese que los muñecos están atados de pies y manos para que no puedan nadar y regresar a la orilla y que se les lanza en el centro de la corriente para que no puedan encallar y contaminar de nuevo la tierra.

Este ritual permaneció al menos hasta el siglo IV pues Lactancio, escritor cristiano en su obra Divinae Institutiones dice que se sigue realizando ritu permanente la ceremonia de los argei, y que son las vestales las encargadas de lanzarlos al río.




*Imagen de una moneda de Trajano con el Puente Sublicio de http://www.forumancientcoins.com/catalog/roman-and-greek-coins.asp?vpar=1475

diumenge, 9 de maig del 2010

INFANTIA II: ACEPTACIÓN. TOLLERE INFANTEM

Como ya apuntamos en la primera parte, un recién nacido en Roma había de pasar una serie de obstáculos antes de ser considerado un miembro de pleno derecho en la familia y en la comunidad. Después de nacer y de haber sido examinado cuidadosamente por la comadrona, el bebé era presentado al paterfamilias, porque en último término era él quien decidía si el recién nacido iba, o no, a quedarse en el seno de su familia: el padre debía aceptarlo como hijo legítimo.

Para llevar a cabo este ritual, el infans era colocado a los pies del padre, quien, si lo reconocía, lo levantaba del suelo (si se trataba de un varón) o mandaba que le dieran de mamar (si se trataba de una fémina). Sólo después de este trámite, el niño recibía, por fin, sus primeros cuidados. Es en este momento cuando empieza a actuar todo ese séquito de divinidades, del que hablábamos en el artículo anterior, que tiene como función proteger al recién nacido en cada una de sus etapas. En el ritual de la aceptación es la diosa Levana la que está presente, protegiéndolo durante ese momento tan crítico.

Hay autores, sin embargo, que ponen en tela de juicio la existencia de este ritual, aduciendo la falta de pruebas filológicas o iconográficas (vid. El niño en la Galia Romana, G. Coulon) Tal vez la razón de esta falta se deba, precisamente, a la misma concepción de ser padre que tenía un romano, dado que en Roma no había obligación para con los hijos: el padre no tenía un hijo, lo acogía o no, simplemente.

¿Qué ocurría, sin embargo, si el niño había nacido con alguna malformación y, en consecuencia, no era presentado al padre? Según Séneca, en De Ira I, XV, 2, el niño era eliminado sumergiéndolo en agua:

portentosos fetus extinguimus, liberos quoque, si debiles monstrosique editi sunt, mergimus; nec ira sed ratio est a sanis inutilia secernere.

Destruimos los fetos monstruosos, también a nuestros hijos, si nacen enfermos o malformados, los ahogamos; pero no es la ira, sino la razón, la que separa a los inútiles de los elementos sanos.

También podía ocurrir que el bebé, aún siendo sano, no fuera aceptado. En ese caso, era abandonado y expuesto en la Columna Lactaria, situada delante del templo de la Pietas. Este templo, del que Plinio nos cuenta el origen, estaba donde después se erigió el teatro de Marcelo. Una zona muy concurrida, de camino al foro, que cumplía, así, con su cometido: los niños expuestos en la columna eran vistos por mucha gente, de manera que podían ser recogidos por parejas que no pudieran tener descendencia, para criarlos como hijos, pero también podían ser recogidos para destinarlos a la esclavitud o a la prostitución. En el peor de los casos, simplemente podían morir de frío o inanición.

Pietatis exempla infinita quidem toto orbe extitere, sed Romae unum, cui comparari cuncta non possint. humilis in plebe et ideo ignobilis puerpera, supplicii causa carcere inclusa matre cum impetrasset aditum, a ianitore semper excussa ante, ne quid inferret cibi, deprehensa est uberibus suis alens eam. quo miraculo matris salus donata pietati est, ambaeque perpetuis alimentis, et locus ille quidem consecratus deae, C. Quinctio M'. Acilio cos. templo Pietatis extructo in illius carceris sede, ubi nunc Marcelli theatrum est. Plinio, Nat. Hist., VII, 121


Encontramos por todas partes ejemplos infinitos de piedad, pero Roma ofrece uno con el que ningún otro puede ser comparado: una mujer del pueblo, cuya oscura condición nos ha robado el nombre, acababa de dar a luz cuando su madre fue recluida en una prisión para sufrir allí el suplicio del hambre. Consiguió ir a verla, pero, vigilada siempre por el carcelero para que no le llevara alimento alguno, fue sorprendida amamantando a su madre. Por este hecho admirable otorgaron el perdón a la madre por la piedad de la hija, les otorgaron a las dos alimentos para siempre y el lugar donde ocurrió la escena fue dedicado a la diosa Piedad, a la que, bajo el consulado de C. Quinto y de Manio Acilio (año de Roma 604), se le erigió un templo sobre el emplazamiento de la prisión. Es donde está hoy el teatro de Marcelo.


En ocasiones, junto a los niños, depositaban amuletos e insignias que indicaban su nacimiento libre, con la intención de poder reconocer al hijo después de los años. Plauto, en Rudens, nos cuenta cómo la joven Phalaestra es reconocida por su padre al ver que tenía estos amuletos: una espada de oro con el nombre del padre, un hacha de oro con el nombre de la madre, una hoz de plata, una cerdita, dos manos unidas y una bola de oro.

Evidentemente, el hecho de ser reconocido implicaba no sólo un futuro cierto, sino también la pertenencia a un clan, es decir, la legitimidad, y una educación.

diumenge, 2 de maig del 2010

Cómo entender un calendario romano


Resulta realmente difícil entender un calendario romano antiguo, por ejemplo los Fasti Antiates, cuya imagen vemos, si no conocemos algunos detalles. Los Fasti Antiates son un calendario pre-juliano pues en él se lee Quintilis ( y no Iulius), Sextilis (no Augustus), y aparece aún el mes intercalar(última columna de la derecha).

Cuando intentamos localizar una fecha concreta lo primero que nos sorprende es no encontrar los números que indican los días, desde luego no como contamos nosotros ahora (los días que han pasado), sino ni siquiera en la forma de datación romana (los días que faltan hasta kalendas, nonas o idus).

Resulta fácil distinguir los diferentes meses pues vemos que el calendario está organizado en columnas en cuya parte superior encontramos rápidamente la abreviatura del nombre del mes rodeado de unas siglas.

El primer día de cada mes, las Kalendas K, aparece en un recuadro. En el mes de Mayo leemos

F K MAI F

La primera columna de cada mes marca la secuencia nundinal, se trata de un grupo de ocho días marcados con las letras A, B, C, D, E, F, G, H, y de nuevo A, la nundina, que marca el principio de otro ciclo y que tiene el carácter de día de mercado. Varrón en De Lingua Latina VI, 28, nos dice
dividieron de tal manera el año que cada ocho días pudiesen acudir a la ciudad a solucionar sus asuntos, mientras que los siete restantes los dedicasen a faenas agrícolas.

Identificamos las demás fechas fijas del mes por las abreviaturas habituales NON, para las nonas, y ID para los idus (en su forma más antigua EID, eidus).

Además cada uno de los días está señalado con unas siglas que nos informan de su característica principal. Ovidio en Fasti I, 45-62 nos lo explica así:



Para que no ignores las leyes que rigen los diferentes días debes saber que cada jornada no posee el mismo cometido. Será nefasto aquel día durante el cual en los tribunales se silencian las tres palabras y fasto, aquel en el que está permitida una acción legal.

Hay que notar que Ovidio centrándose en la actividad judicial dice los tribunales silencian las tres palabras. Estas tres palabras que conocemos a través de Festo, Varrón y Macrobio Saturnalia I, XVI, 14
Fasti sunt quibus licet fari praetori tria verba sollemnia, do dico addico; his contrarii sunt nefasti:
representan las funciones del pretor son dico, dico, addico. Estos autores relacionan etimológicamente las palabras fastus y nefastus con el verbo fari «hablar». En concreto Varrón De Lingua Latina, VI, 29-30:
Dies fasti, per quos praetoribus omnia verba sine piaculo licet fari;(...) vocantur dies nefasti, per quos dies nefas fari praetorem "do," "dico," "addico"
Llámanse días fastos aquellos en los que está permitido a los pretores pronunciar todas sus palabras sin incurrir en sacrilegio... nefastos aquellos en los que sería un sacrilegio que el pretor dijese doy, digo, adjudico.

Así fasto sería el día en el que el pretor puede hablar en los juicios y pronunciar las tres palabras y nefasto, aquel en el que están prohibidos los juicios. En opinión de Marcos Casquero debemos descartar esta relación ya que ambas están vinculadas al término la palabra fas «lo permitido por la ley divina», y nefastus sería «lo no autorizado». Aparecen señalados con estas abreviaturas que podemos interpretar así:

  • F, señala el dies fastus, en el que está permitida la realización de toda actividad humana. Serían nuestros días laborables.
  • N, dies nefastus, únicamente se permite la actividad religiosa. Lo podemos relacionar con los días dedicados a los dioses en la actualidad, por ejemplo el domingo para los cristianos o el sábado para los judíos.
  • C, dies comitiales adecuados para los asuntos públicos y sobre todo para celebrar asambleas populares. Hay también días en que se tiene derecho a convocar al pueblo en el recinto del voto.(Ovidio)
  • NP, y EN.Seguimos leyendo a Ovidio en su explicación sobre la naturaleza de los días, ahora sobre los días nefastus parte, NP y endotercisus, EN (forma arcaica de intercisus)
Pero no pienses que las mismas leyes mantienen su vigencia durante el día entero: encontrarás que puede ser fasto aquel que por la mañana era nefasto; pues tan pronto como hayan sido ofrecidas a la divinidad las entrañas de una víctima, es lícito pronunciar todo tipo de palabras y el pretor tiene libertad para hablar.
Varrón sobre los endotercisi dice que son aquellos durante los cuales la mañana y la tarde son nefastos, en cambio, es fasto el tiempo que media entre la inmolación de una víctima y el ofrecimiento de sus vísceras. Y se llama intercisi precisamente por eso porque el fas se intercala y el nefas resulta por eso interrumpido (intercisum).

Hay además tres fechas especiales en el calendario, se llaman dies fissi, el 24 de marzo, el 24 de mayo, y el 15 de junio, son días nefastos (prohibida toda actividad humana excepto la religiosa) hasta que se realizaba un acto religioso concreto a partir del cual era fasto (y se permitía toda actividad humana). Tienen una anotación especial:
  • 24 de marzo y de mayo QRCF Quando Res Comitiavit Fas, cuando el rey asiste a la asamblea, fasto, o QRCF Quando Rex Comitio Fugerit, cuando el rey haya huido de la asamblea, fasto.
  • 15 de junio QStDF Quando Stercum Delatum Fas, cuando la basura haya sido sacada, fasto. Se refiere a la limpieza ritual que las Vestales hacían en esa fecha del templo de Vesta. Varrón De lingua latina, VI, 17: El día que se llama «cuando la basura haya sido sacada, es fas», es así denominado porque en esa fecha se barre la basura del templo de Vesta y, bajando por la costanilla del Capitolio, es llevada a un lugar determinado.

El resto de abreviaturas hacen referencia a las festividades propias de cada mes:
LEM, lemuria
AGON, agonalia
TUBIL, tubilustrium