dilluns, 30 de novembre del 2015

Tipos de collares romanos



Entre los adornos colocados alrededor del cuello o collares en época romana se distinguía entre monile, propio de las mujeres, torques,  símbolo de victoria y valor entre los soldados, y collare, llevado por los perros y esclavos.

Nonio Marcello define collare del siguiente modo:

Collare, est vinculi genus quo collum adstringitur,

Collar es un tipo de cadena con el que se aprieta el cuello


Por lo tanto nuestra palabra collar procede etimológicamente de éstos últimos collares ..¡¡de perros y esclavos!!. Afortunadamente solo la palabra pues el objeto es muy distinto. Vamos a ver seguidamente cómo eran ambos. 

Los collares de perro los podemos ver en algunos mosaicos, frescos e incluso en los calcos pompeyanos. Son  tiras de cuero con unos botones salientes metálicos, o con cascabeles o bien con clavos llamado melium tal como nos describe Varrón De re rustica, II, 7  15 : Para que las fieras no les dañen se les pone un collar que se llama carlanca, y que consiste en un ancho cinto de cuero, bien provisto de clavos, que se les coloca alrededor del cuello, cuidando que las cabezas de los clavos vayan por la parte de adentro y las puntas hacia afuera, y, para que no se hagan daño con la dureza del hierro se guarnece la parte interior con una piel blanda. Con esto si un lobo o cualquier otra fiera intenta morderles, al hacerse daño con los clavos ya no se acerca más a los perros tanto si llevan collar como si no llevan.


 Otros collares tenían una placa metálica con el nombre del dueño y su domicilio como esta que pertenecía al perro que cuidaba del jardín de Quintus Clodius Hermogenianus Olybrius que fue prefecto de la ciudad en el año 388.




Escrita por ambas caras con el siguiente mensaje:
I. Delante:Clodii Hermogeniani v(iri) c(larissimi) ex praefecto urbis de hortu ipsius sum





        II. Detrás:
De hortu  Olybrius v(iri) c(larissimi)praefecti praetori sumNoli me tenerenon tibi expediet.

Texto e imágenes del Recuil d'antiquités du comte Caylus





Aunque es muy semejante a los de los esclavos que veremos ahora, se distingue de ellos porque dice "no me cojas, no te conviene". Para saber más sobre los perros en las villas romanas, mirad en este enlace.
Los esclavos que se habían escapado eran señalados con collares de esclavo que tenían una inscripción en ellos mismos o en una placa en la que figuraba el nombre del amo y su domicilio. A veces se ofrece como recompensa un solidus 
cum manicis catulo collareique, ut fugitivum,deportem.
que lo lleve con esposas, con cadenas y con collar como a un fugitivo
Lucilio en sus Sátiras, XXIX (100)









Fugi tene me / cum revoc/veris me d(omino) m(eo) / Zonino accipis / solidum
He escapado, cógeme. Cuando me devuelvas a mi amo Zonino recibirás un sólido









Tene me quia fug/i et revoca me ad domin/u(m) meu(m) v(irum) c(larissimum) Cet(h)egu(m) i macellu(m) / Libiani(!) regi/one tertia


Cógeme porque he escapado y devuelme a mi amo Cethego, hombre ilustrisimo, junto al mercado de Libianus, en la región III





Esta costumbre sustituye a la  de marcar a los esclavos fugitivos al rojo vivo después de que el emperador Constantino lo prohibiera. Para saber más sobre cómo marcaban a los esclavos y sus collares, leed el artículo de Salvador Muñoz en la Revista Saguntina de 2006.
Salutem plurimam

diumenge, 15 de novembre del 2015

El collar maldito de Harmonía





Mosaicos de la Villa La Malena en Azuara (Zaragoza)

Este mosaico representa la boda de Cadmo y Harmonía, acompañados por dioses: Júpiter, en el centro con cetro y corona que bendice la unión, Mercurio con su caduceo, Afrodita, Poseidón entregando la novia al esposo, Atenea con su casco y su lanza y los esposos. Los dioses regalaron a los novios varios presentes, Neptuno los dones del mar, Hermes un cetro, Apolo un arco, Hefesto una corona de piedras preciosas, Hera un trono y Afrodita un collar. Éste había sido obra de Hefesto quien lo fabricó para su esposa como regalo por el nacimiento de su hijo, pero al ver al pequeño Cupido su amor se trasformó en resentimiento y creó un collar maldito que llevaría la desgracia al que lo poseyera.

Era la artística obra de Hefesto, que él fabricó para la señora de Chipre, para obsequiárselo cuando nazca el arquero del Amor. En efecto, el esposo de pesadas rodillas esperaba muy seguro que Citerea diera a luz un hijo cojo semejante a su padre por los pies. Pero en vano imaginó. Y entonces, al ver a su hijo con las piernas bien formadas, radiante, con alas semejantes a las del hijo de Maya(...)


¿Cómo era ese collar? Nono de Panópolis en su obra Dionisíacas, canto V, nos lo describe con gran riqueza de detalles. Tenía forma de anfisbena, víbora de dos cabezas que puede caminar en los dos sentidos y un águila con abundantes piedras preciosas y elementos decorativos.
Fabricó un collar artísticamente trabajado con la forma de una serpiente de cuerpo sinuoso sobre cuyo lomo brillaban estrellas:(...) se enrolla estirando su plegable lomo y curvando sus dos gargantas hasta cerrarse en círculo. (...) . E, interpuesta entre las bocas, allí donde el collar tiene su principio y su fin, hay un águila de oro que está cortando el aire, parada en medio de las dos cabezas de la serpiente; y en las alturas ella se exhibe con el cuádruple adorno de sus cuatro alas: por un ala se extiende un jaspe rojizo; en otra hay una piedra de Luna totalmente blanca (...) . Una tercera posee una perla luminosa en donde resplandecen las blancas olas del radiante Mar Rojo. Y en el medio de la otra hay un adorno encendido; es el fluido brillo que escupe un agate indio fino y trasparente.



Brazalete griego en forma de anfisbena

Y cuando las cabezas de cada extremo se juntan una con otra, (...) encierran con ambas mandíbulas el águila que queda así abrazada de un lado y de otro. Unos rubíes sobre sus ojos arrojan un brillo natural que torna radiante su rostro, dado que ellos no dejan de irradiar un vivo resplandor semejante a una ardiente lámpara encendida. En la ostentación de sus multiformes piedras semejaba a un mar; una piedra verde de glauca esmeralda recibía el cristal y se unía a ella, semejante a la espuma (...). Y en ese mar habían sido trabajados muchos adornos: todo tipo de especies que habitan los estanques y se nutren de la mar resplandecían allí con brillo de oro y simulaban estar brincando. Y un húmedo viajero, el delfín que rasguña las aguas, danzaba junto a otros mostrando la mitad de su cuerpo y meneaba su cola con ilusorio movimiento. Y también había una ronda de pájaros multicolores de los cuales parecía oirse el ventoso ruido de sus alas revoloteantes. 
Tal fue el presente que Citerea obsequió a su hija*** de oro y piedras preciosas suspendido sobre el cuello de la esposa. 


Este maléfico regalo desempeña un importante papel en las leyendas tebanas y deja un rastro de muerte y desgracias por donde pasa. Vamos a recordar el espeluznante recorrido del collar hasta su desaparición:

Polinices entregando el collar a Erifile
Enócoe ático. 450 a C
De Harmonía el collar llegó a manos de Yocasta, madre y esposa de Edipo, quien lo entregó a su hijo Polinices quien con intención de vencer a su hermano Eteocles lo regaló a Euriale esposa de Anfiarao para que atacara Tebas.

La lucha fratricida les lleva a la muerte de ambos por lo que recibe el trono su tío Creonte que prohíbe que sean enterrados pero Antígona desobedece y mueren ella y su hermana Ismene, así como Hemón.

Por su parte Anfiarao como era adivino sabía que moriría en la lucha de Tebas y pidió a sus hijos que mataran a su madre Euríale. Este crimen lo realiza Alcmeón que perseguido por las Furias enloquece hasta llegar junto al rey Fegeo que lo purifica. Se casa con su hija Arsínoe a quien regala el collar. Al poco tiempo la abandona y le solicita que se lo devuelva diciendo que lo va a entregar al oráculo de Delfos como presente, cuando en realidad lo quería para regalárselo a su nueva esposa, Callírroe. Fegeo se entera del engaño y ordena la muerte de Alcmeón, pero Arsínoe que le había creído al ver cómo lo matan, maldice a su padre y hermanos con la muerte inminente. Para evitar este desenlace su padre la encierra en un arca.

Los hijos de Callírroe vengan la muerte de Alcmeón matando a Fegeo y a sus hijos y se hacen con el collar que depositan en Delfos para acabar con la maldición. Sin embargo continuó sembrando la muerte pues fue robado por Failo para su amante, esposa del rey Ariston de Esparta, quien lo disfrutó durante un tiempo hasta que su hijo al descubrir a los amantes se volvió loco y quemó la casa y todas sus riquezas, logrando así conjurar la maldición al hacer desaparecer el collar. 

¡¡Menos mal que desapareció!! 
Salutem plurimam!
































dilluns, 2 de novembre del 2015

Feriae Romanae en las XIII Jornadas de Cultura Clásica


El sábado por la tarde colaboramos en las XIII Jornadas de Cultura Clásica celebradas en Sagunto con la realización del taller FERIAE ROMANAE.

Con este taller pretendíamos conocer la evolución de las fiestas romanas desde la monarquía hasta nuestros días, observando bien la pervivencia de muchas de las fiestas paganas en nuestras tradiciones actuales. La exposición se desarrolló siguiendo los ciclos festivos más importantes: agricultura y fertilidad, guerra y paz, vida y muerte, y tiempo.

Dentro de cada ciclo destacamos algunas fiestas romanas por su peculiaridad o por su presencia en las nuestras. Así hablamos de las fiestas de Anna Perenna, Kalendas Ianuarias, Saturnalia, Sigillaria, Lupercalia, feriae sementivae, fiestas de los salios, el caballo de octubre, la Pax Augusta, Parentalia, Feralia y Caristia, y alguna más...

Aprovechando que era la tarde del 31 de octubre recreamos las Lemuria y expulsamos a los espíritus de nuestra domus gracias a la colaboración de dos patres familiarum que siguiendo el ritual conjuraron el peligro de los manes. 





















Terminamos tal como pedía el emperador Augusto que participara el pueblo en las fiestas 

feriatus et coronatus!!







Plurimas gratias omnibus!!