divendres, 11 d’abril del 2008

Ceres y las Cerealia

Ceres originariamente diosa del crecimiento pasó a ser la diosa de la agricultura, las cosechas y la fecundidad. Forma parte de las divinidades más antiguas de Roma. Una de sus fiestas las Cerealia aparecen ya señaladas en el calendario pre-juliano de Numa, quien instituyó el flaminado, uno de los cuales era el flamen cerialis.

La identificación de Ceres con Démeter se produjo porque según la tradición hubo una hambruna en Roma en el 496 aC, y el dictador L. Postumius, después de consultar libros Sibilinos, prometió un templo a Deméter, Dionisio, y Kore si traían la abundancia de nuevo a la ciudad. El templo fue construido cerca del extremo oeste del circo en el Aventino , y dedicado en 493 aC por el cónsul Sp. Cassius (Dionys. VI. 17, 94) a Ceres, Liber y Libera, dioses romanos con los que se identificaron las divinidades griegas. Ceres comenzó a asimilar la mitología y la iconografía de la griega Démetere. Así por ejemplo su templo era de estilo griego y hecho por dos artistas griegos, Gorgasus y Damophilus (según nos dice Plinio N.H, XXXV .154) , y además el culto de la diosa era dirigido por sacerdotisas italianas de ascendencia griega y en lengua griega, (Cicerón Pro Balbo, 55)

Sacra Cereris, iudices, summa maiores nostri religione confici caerimoniaque voluerunt; quae cum essent adsumpta de Graecia, et per Graecas curata sunt semper sacerdotes et Graeca omnino nominata.

Una característica especial del culto a Ceres, Liber y Libera es su vinculación con la plebe, frente a la tríada capitolina (Júpiter, Juno y Minerva) relacionada con los patricios. En el año 493-494 a C se produce la secesión de la plebe, los plebeyos buscaban su lugar dentro de las instituciones politicas y religiosas, frente a los patricios que se reservaban los cargos y sacerdocios. A cambio del fin de la secessio los patricios hicieron importantes concesiones: se dotó a los plebeyos de unas magistraturas propias (tribunos y ediles de la plebe), de una asamblea (concilium plebis) y de un centro político, religioso y administrativo, el aedes Cereris.

El ámbito de actuación de los ediles plebeyos era el cuidado de la ciudad, la administración de los juegos y el abastecimiento de provisiones, ya que intervenían en la parte práctica de la annona Junto al templo, o cerca de él, se distribuía trigo y pan entre los pobres de la gente plebeya, y de aquí que Ceres y su templo vinieran a ser un símbolo de las libertades plebeyas; y hasta tal punto iban unidos estos conceptos, que siempre que las libertades eran violadas, los ediles imponían multas que se entregaban a la diosa como expiación. En 365 antes de J.C. se creó la dignidad de aediles curules, que compartieron con los plebeyos las funciones referentes a Ceres, y por fin César confió dichas funciones a dos nuevos ediles plebeyos llamados ediles cereales, para distinguirlos de los demás.

Las fiestas en su honor nos permiten seguir el ciclo agrario de los cereales, y el ciclo estacional.

MES Y
CICLO ESTACIONAL

FIESTA RELIGIOSA

OBJETIVO

CICLO AGRARIO
DEL CEREAL

CICLO VITAL HUMANO


CICLO
MITO

Diciembre
enero

Invierno

Paganalia

Feriae Sementivae

Protección de la semilla


Semilla sembrada



Fertilidad



Perséfone vive con Hades



Abril
Primavera

Cerealia o

Ludi Cereris


Purificación de los campos

Germinación y crecimiento

Nacimiento y maternidad

Perséfone regresa

a la tierra. Alegría de Ceres

Agosto
Verano

Anniversarium Cereris

Agradecimiento a Ceres por la cosecha.


Cosecha

Juventud

Madre e hija juntas.

Octubre

Otoño

Ieunium Cereris

Propiciar un buen inicio del ciclo agrario

Siembra

Integracion de la joven el el mundo adulto a través del matrimonio

Muerte

Rapto de
Perséfone llevada
a los Infiernos


Comenzaremos a estudiar estos ciclos desde la fiesta de las Cerealia en abril

Primavera, Cerealia:

Del 12 el 19 de abril se celebraban las Cerealia para celebrar el crecimiento de cereales y otros productos agrícolas. Virgilio (Geórgicas I, 338 y ss) nos lo cuenta así:

Mas venera ante todo a las deidades;
cumple a conciencia con la magna Ceres
los annuos ritos en los pingües prados
hacia el fin del invierno, cuando límpida
se abre la primavera: están entonces
gordo el cordero, t
ierno y suave el vino,
la siesta más sabrosa se disfruta,
y se espesa la sombra en las colinas.
Que el mocerío a la aldea a Ceres
junto contigo adore; en honor suyo
mezcle la miel con leche y vino dulce,
y lleve en torno
de las mieses nuevas
tres veces a la víctima propicia
con alegre clamor; en coro juntos
en pos de ella caminen convidando
a Ceres a tu hogar; pero que nadie
hunda la hoz en el trigal maduro,
si antes, ho
nrado a Ceres, o ceñida
la sien de hojas de encina, no ha saltado
en el rústico baile y repetido
el sagrado cantar”

En el plano mítico se se conmemoraba el regreso a la tierra de su hija Proserpina. Por lo que eran días de mucha alegría, ya que Ceres, feliz al tener de nuevo a su hija, hacía que el campo floreciera y volvieran los frutos. También era una fiesta importante para los hombres, puesto que se consideraba a Ceres la inventora de las técnicas de la agricultura.


La fiesta se inicaba el día 12 de Abril en el templo de Ceres, cercano al Circo Máximo. Se realizaba el sacrificio de una cerda y se le ofrendaban miel, leche, incienso y teas encendidas.


Siguiendo a Ovidio (Fasti IV, 392) podemos saber algo más sobre estas celebraciones:

Ahora es el Festival de Ceres. No necesitamos que nadie nos revele la causa. El pan de los primeros hombres eran las hierbas verdes, que ofrecía la tierra sin que nadie lo exigiese: y ya echaban mano de la hierba viva del césped, ya eran un festín las capas de los árboles con sus tiernas hojas. Más adelante, surgió la bellota; ya estaba bien la cosa con el descubrimiento de la bellota y, la dura encina suministraba recursos magníficos.

Ceres fue la primera que llamó al hombre a alimentos mejores, cambiando las bellotas por un sustento más útil. Ella obligó a los toros a meter el cuello en el yugo. Entonces por primera vez vio el sol la tierra removida. Se tenía en estima el bronce; el hierro templado era desconocido. ¡Ay!, siempre tenía que haber permanecido oculto. Ceres se alegra con la paz; también vosotros, colonos, pedid una paz perpetua y un caudillo amante de la paz.

Conviene que ofrezcáis a la diosa la espelta y el honor de la sal que chisporrotea, y granos de incienso en los viejos fuegos; y, si falta el incienso, prended teas untadas: a la buena Ceres le gustan las cosas pequeñas, con tal de que sean puras. Apartad los cuchillos del buey, oficiantes de túnica arremangada: que el buey labre; sacrificad a la marrana holgazana. El cuello que es apropiado para el yugo no debe herirlo el hacha: que siga vivo y que trabaje mucho tiempo en la tierra dura."


El sacrificio de la cerda, a menudo preñada, es regularmente ofrecido a Ceres y Tellus en el ritual de las Feriae Sementivae (Fasti, I 659-674), las Cerealia, y también antes de la cosecha se inmola la porca praecidanea (Catón, Agr, 134, 1). Parece que es evidente la relación de un animal particularmente fecundo y la fecundidad deseada de la tierra y los campos, por eso, lo volveremos a encontrar en la ceremonia del matrimonio, que evidencia, de modo simbólico la misma relación en el registro humano.

Conocemos este sacrificio de la cerda a Ceres antes de la cosecha a través de Catón (op.cit.)

“Con incienso y vino formula una plegaria preliminar a Jano, Júpiter y Juno. Antes de sacrificar la cerda presenta a Jano un pastel con estas palabras: Padre Jano, al presentarte este pastel, te dirijo sinceras plegarias para que seas benévolo y propicio para conmigo y con mis hijos, con mi casa y con mi gente, satisfecho como estás con este pastel. Toma un bollo para Júpiter y conságraselo con estas palabras : Júpiter al ofrecerte este bollo te dirijo sinceras plegarias para que seas benévolo y propicio para conmigo y con mis hijos, con mi casa y con mi gente, satisfecho como estás con este bollo. Ofrece después el vino a Jano con estas palabras: Padre Jano del mismo modo que al presentarte el pastel te he dirigido sinceras plegarias, con el mismo fin recibe la satisfacción de un vino nuevo “. Sacrifica después la cerda de propiciación. Cuando se hayan cortado las vísceras presenta a Jano un pastel como antes . Ofrece y consagra también a Júpiter un bollo al igual que antes. Ofrece también vino a Jano y ofreceselo a Júpiter, como precedentemente con la ofrenda del pastel y la entrega del bollo. Ofrece luego a Ceres las vísceras y un poco de vino”

La ofrenda de vino Ceres es objeto de discusión ya por los antiguos como vemos en Macrobio, Saturnalia III, que nos da ejemplos en Plauto y Virgilio de la prohibición del vino para Ceres.

Tras este sacrificio se iniciaban los Ludi Cereris que duraban varios días y estaban organizados por los ediles plebeyos. Consistían en los ludi scaenici, representaciones teatrales y carreras en el circo, que según el calendario de Philocalus del 354 dC eran 24 carreras el dia 12 y otras tantas el día 19.

Los juegos tenían para Bayet mayor carga mágica que religiosa: "En primer lugar, la carrera y el pisotear el suelo tienen el poder de evocar las fuerzas subterráneas; la competición consigue la eficacia más absoluta y permite una revigorización de lo divino.”

Durante estos días era habitual que los plebeyos invitaran a comer a los patricios en esta fiesta de Ceres correspondiendo a los patricios que invitaban a los plebeyos, en la fiestas de Magna Mater ( del 4 al 10 de abril). (Aulo Gellio en Noches Aticas, XVIII, 2)

Además todos vestían de blanco porque las mieses blanquean cuando las espigas están maduras (Ovidio, Fasti, V, 334)

"A Ceres le va bien el color blanco: poneos ropa blanca en la Fiesta de Ceres. Ahora ya no se lleva la lana negra" (Ovidio. Fast, IV, 619- 621).

El último día, el 19 de abril, era el más brillante. En el campo se hacian procesiones alrededor de los campos y en la ciudad esa procesión llegaba hasta el Circo. Los celebrantes se lanzaban mutuamente nueces y dulces que indicaba buenos augurios.

Después venían las carreras de caballos en el circo y realizaba un ritual misterioso consistente en soltar en el circo "una zorra con el lomo ardiendo con teas atadas a él". Las explicaciones son bastantes oscuras, se ha asociado con algún rito mágico que ayudara a proteger los cultivos. Ovidio nos explica que se rememoraba un hecho ocurrido en la tierra de Carséolis cuando el hijo de una campesina, tras cazar a una zorra que se había llevado aves del corral, prendió fuego a unas ramas que llevaba junto al animal. Éste, como si fuera una antorcha, huyó y a su paso, quemó todos los campos de cereales.

Acaba la narración de Ovidio Fasti, IV, 712, afirmando: "Y para expiar su culpa, arde esta especie en la Fiesta de Ceres y perece de la misma manera que hizo perecer a las mieses"

Nuestra compañera Charo Marco, en su blog De Re Coquinaria nos lanza la propuesta de recrear estos rituales de las Cerealia con nuestros alumnos. También en los talleres de los LUDI SAGUNTINI (14 al 18 abril) que este año coinciden con las fiestas de Ceres intentaremos recrearlos aunque sea parcialmente.

Bien, pues allí os esperamos y ...

Bona Cerealia!




1 comentari:

japri19 ha dit...

Gracias por compartir este grandioso articulo, me parece maravillosa.
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