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dissabte, 26 de maig del 2012

Clepsidras de "Ágora" y de Gaza



Fotograma de la película Ágora (2009)

Las clepsidras o relojes de agua eran instrumentos de medida del tiempo conocidos desde la antigüedad de cuya calidad y exactitud nos habla el que fueran utilizados por Herófilo de Calcedonia (circa 300a.C.) para estudiar la sincronía y cualidades del pulso arterial.

Detalle de la clepsidra de Ágora (2009)
Frente a los relojes de sol, las clepsidras podían ser usadas en lugares interiores o por la noche. En Ágora de Amenábar, película de reconstrucción histórica centrada en la figura de la científica Hipatia junto a otros muchos aspectos del mundo clásico interesantes para trabajar en clase (contexto histórico, papel de la mujer en la antigüedad, lucha de culturas y religiones, avances y uso de instrumentos científicos...) podemos ver un ejemplo del uso de la clepsidra durante la noche para tomar datos de posición y tiempo.

Os dejo un artículo de Francisco José García Borrás con una interesante propuesta didáctica para acercar la ciencia a los alumnos ÁGORA: UNA APROXIMACIÓN AL NACIMIENTO DEL SABER CIENTÍFICO de la revista Eureka 2010.





En las clepsidras el gusto por las maquinarias complejas y animadas con automatismos tuvo un gran desarrollo a finales de la Antigüedad de modo que alcanzaron tal complejidad en su decoración que en ocasiones casi perdieron su verdadero sentido.
En una carta del rey Teodorico el Grande a Beocio que nos ha llegado a través de Casiodoro Variae, I, XLV (datada en 507) vemos al soberano hablando de estos ingenios y solicitando dos relojes, uno solar, para el día, y otro de agua para la noche.
Hacia el año 500 contamos con un instrumento que se puede considerar de transición entre los relojes de la Antigüedad y los del medioevo oriental: Es el reloj-clepsidra de Gaza en Siria que destaca por la presencia de muchos autómatas y que conocemos gracias a una ἔκφρασιϛ, ekphrasis, detallada y minuciosa descripción, escrita en siglo VI d C. atribuida a Choricius de Gaza, un sofista y retórico griego y más tarde a su maestro Procopio de Gaza (465-528) filósofo sofista cristiano.

La descripción está atestiguada solamente en el manuscrito ms. Vat. gr. 1898 (ff. 327v-328v.); este fasciculum es del siglo XIII y contiene únicamente la primera parte de la obra, pero basta para entender la estructura del reloj y el funcionamiento de los autómatas. Este manuscrito ha sido estudiado en 1841 por el cardenal Mai (1782-1854) y los últimos trabajos son los de Diels en 1917 y Amato en 2009.

Ciertamente, no se trata de un trabajo cuya finalidad sea claramente histórica sino más bien retórica, sin embargo se considera fiable en cuanto a su contenido. La razón es que tanto Procopio como su alumno Choricius describen otras obras de arte en sus escritos para demostrar su habilidad en la representación con palabras de aquello que ha sido construido para ser visto, y su público podía juzgar la excelencia de sus obras sólo por comparar el texto con el objeto descrito. Por ello parece poco probable que sea fruto de su imaginación y que el reloj o su funcionamiento sean ficticios.
También hay que tener en cuenta que otras descripciones de este autor, en concreto la de los frescos de Gaza, han sido aceptadas sin vacilaciones por los historiadores del arte para reconstruir la apariencia de la ciudad a principios del siglo VI.


El reloj se encontraba en el ágora de Gaza, instalado bajo un pequeño templete de unos 6 metros de altura y 2,7 de anchura, y protegido por rejas de la curiosidad del público. Según la «Ekphrasis» era así

  • En la parte superior estaba la cabeza de la Gorgona (a) que movía los ojos a izquierda y derecha al final de cada hora.

  • Debajo, dos series de doce puertas indicaban las horas diurnas y nocturnas. Las aberturas cuadradas (b) indicaban las horas nocturnas mediante una luz que se movía delante de las puertas. Las puertas dobles inferiores (c) marcaban las horas diurnas.

  • El dios Helios-Sol (e) sosteniendo un globo en sus manos se iba deslizando por delante de estas puertas que hacían de esfera del reloj. Cada hora tras el paso del dios Sol se abría una puerta diurna y salía Hércules en uno de sus trabajos. En la primera hora del día, se recuerda su primer trabajo sobre el león de Nemea. El águila (d) posada sobre las puertecillas, extiende sus alas y colocaba una corona de laurel sobre la cabeza del héroe. Entonces se retiraba la estatua, se cerraba la puerta y el águila recogía sus alas.  Al final de cada hora se  repetía lo mismo con la estatua de Hércules con el trofeo del trabajo correspondiente y así hasta el atardecer.
  • En la parte baja del edificio había tres templitos con estatuas de Hércules. La del centro golpeaba un gong cada hora. El número de golpes era de 1 a 6 de la primera hora hasta el mediodía y de nuevo desde 1 a 6 de la séptima hora al atardecer. Procopio de Gaza justifica esto por la dificultad de reconocer una serie de golpes de hasta 12 toques.
  • La estatua de Pan que hay encima levanta la oreja con cada campanada y los sátiros que hay sobre las esquinas del templete se ríen de él. En los otros dos templos laterales hay también estatuas de Hércules representados en el de la derecha, preparando el arco para lanzar una flecha, y en el izquierdo caminando con su maza y una cuerda.
  • Sobre el derecho una figura con instrumento musical anuncia el final de la jornada trase la duodécima hora, y sobre el izquierdo hay una estatua de un pastor inmóvil.  Entre los templos, hay dos esclavos al servicio de Hércules, uno le llevaba comida la primera hora, el otro con el agua del baño en una jarra en la última hora.
Como veis se trata de un reloj realmente increíble del siglo VI.





* Dibujo de H. Diels de su trabajo "Über die von Prokop beschriebene Kunstuhr von Gaza; miteinem Anhang enthaltende Text und Übersetzung d. ekphrasis horologiou des Prokopios von Gaza", Abhandlungen d. preuss. Akad. Wiss. (Phil.-Hist. Kl.), No. 7 (1917).


diumenge, 9 d’octubre del 2011

El tiempo en Astérix y Obélix II. Clepsidras.

Las clepsidras o «ladrones de agua», son relojes de agua que eran usados fundamentalmente por la noche o en días nublados. Las primeras clepsidras consistían básicamente en una vasija de barro llena de agua con un orificio en la base que permitía la salida del líquido de forma constante. En el bol estaban marcadas con líneas las distintas horas.

En la imagen se puede ver la recreación de la clepsidra que se conserva en el Museo del Ágora de Atenas. Tiene un canalón de arcilla con un tubo interno de bronce sobre la base. Sobre él hay un agujero que limita la cantidad de agua que el recipiente puede sostener. Éste está marcado con XX, una medida de capacidad de unos 6'4 litros, aproximadamente seis minutos. La inscripción dice que pertenece a la tribu de Antiochis.

En la antigua Grecia, la clepsidra se encontraba en el ágora, por eso recibe el nombre de «reloj del pueblo». Tenía un tanque central grande que se llenaba y, a medida que el agua iba drenando por el orificio en el fondo, su nivel de caída indicaba las horas de paso. El tanque lleno tardaba unas 17 horas en vaciarse.

Las clepsidras se fueron perfeccionando y se usaron profusamente

  • en los tribunales atenienses y romanos para controlar el tiempo asignado a cada orador.

Durante el tiempo que me ha sido dado por la clepsidra.

Dem. 1318,6

Las siete clepsidras que a grandes voces reclamabas, Ceciliano, te las ha concedido el juez a regañadientes. Pero tú hablas largo y tendido y, medio recostado, bebes agua tibia de unas botellas de vidrio. Para que sacies de una vez tu voz y tu sed, te rogamos, Ceciliano, que bebas ya de la clepsidra.

Marcial, V, XXXV

Parece ser que la séptima clepsidra que encontramos en este epigrama de Marcial es una excepción pues el tiempo establecido para la intervención del abogado de cada parte eran seis clepsidras, que, a unos 20 minutos cada una, serían aproximadamente unas dos horas.

  • También se usaron en el campo militar para las guardias nocturnas, que se dividían en cuatro vigilias de tres horas cada una.

Nosotros con nuestras preguntas nada pudimos averiguar de esto, sino que, por los relojes de agua observamos que las noches eran aquí más breves que en el continente.

César, Guerra de las Galias, V, 13, 4


  • El grado de perfección de las clepsidras se puede comprobar en el despertador que ideó Platón para hacer levantarse a sus alumnos de la Academia. Ante las discusiones que provocaba el levantarse por las mañanas entre los alumnos, Platón, combinó un sifón con la clepsidra, de manera que al llegar el agua al nivel máximo caía con fuerza sobre un recipiente cerrado del que el aire se escapaba produciendo un sonido muy agudo. Posteriormente Aristóteles colocó sobre el flotador de una clepsidra unas bolas. Cuando, al alba, el agua llegaba a su nivel máximo, estas caían sobre un recipiente de bronce. El estrépito causado por las bolas servía de despertador a los alumnos.
  • Signo de status social: durante los siglos I y II d. C., la fama de las clepsidras aumentó considerablemente y era signo de posición, riqueza y distinción, como nos recuerda Petronio en su novela Satiricón, cap 26

Trimalción, hombre muy exquisito tiene un reloj en el triclinio y un trompetero que le van anunciando las horas de vida que se le han escapado.

  • También Ctesibio, según Vitruvio en De Architectura, IX, 41, realizó relojes de agua muy refinados con sistemas de sonería para marcar las horas que podemos considerar antecedentes de los actuales relojes de cu-cú.

En los cómics de Ásterix encontramos varias veces la palabra clepsidra, reloj de agua, sin embargo la imagen que presentan es la del reloj de arena, excepto en Ásterix en la India, en la que añaden un comentario aclaratorio sobre la clepsidra.

El dibujo de esta clepsidra india, no parece casual sino más bien inspirado en el reloj-clepsidra elefante de Al-Jazari (siglo XII)

Los relojes de arena no están atestiguados en esta época, pues si buscamos pruebas documentales escritas o gráficas, constatamos que ni en la literatura de la antigüedad ni en los textos de los primeros cristianos hay ninguna mención al reloj de arena. Hay que llegar al siglo XIV para encontrar los relojes de arena en pinturas y escritos

En las aventuras de Astérix, aunque el dibujo no es el adecuado pues hablan de clepsidras, sí lo son sus usos. Como hemos visto antes las clepsidras de agua se usaban para:

  • organizar los turnos de palabra tanto en las asambleas políticas como en los juicios, para asegurar la equidad en el reparto del tiempo. En Astérix en El regalo del César encontramos este uso.En un debate político actúa como árbitro el bardo que usa el reloj de arena para distribuir los turnos de palabra de una manera bastante personal

El regalo del César, pág. 41

  • los turnos de guardia nocturnos también se hacían con clepsidras

  • actuar como despertador

Astérix en Helvecia, pág. 26


  • reloj con sonería:


En el próximo artículo repasaremos las palabras o expresiones latinas relativas al tiempo.
Hasta entonces

Salutem plurimam!!


diumenge, 2 d’octubre del 2011

El tiempo en Astérix y Obélix I. Jornada diaria. Relojes de sol

Astérix y Obélix de R. Goscinny y A. Uderzo son personajes que resultan simpáticos y nos permiten acercar desde un formato de cómic el mundo antiguo a nuestras clases. La calidad de los dibujos y guiones es incuestionable por lo que las posibilidades didácticas de los tebeos de Astérix y los cómics ambientados en el mundo clásico son muchas, prueba de ello son los trabajos publicados como Están Locos estos romanos I y II de Oscar García Sanz, Asterix y la historia real de Royen, René Van y Sunnyva Van Der Vegt, etc…

Los autores nos lanzan en muchos pasajes un guiño humorístico al jugar con aspectos antiguos y modernos conocidos por los lectores actuales pero impensables en el mundo clásico, por ejemplo el té de las cinco en Astérix en Bretaña o la preocupación por la puntualidad de los suizos y la calidad de sus relojes en Astérix en Helvecia. Este álbum nos interesa especialmente porque nos hemos centrado en los aspectos relativos al tiempo, en concreto en:

  • la jornada diaria
  • los instrumentos de medida de tiempo y su representación gráfica. Relojes de sol y clepsidras
  • las frases y palabras en latín
Hoy comenzamos con la jornada diaria y los relojes de sol.

I. Jornada diaria.

En el álbum La Residencia de los Dioses los romanos quieren construir una urbanización romana de lujo para rodear a los irreductibles galos. La publicidad de esta residencia se hace en el Circo Romano a través de un prospecto implegable que les dan al entrar, en el que se describe la jornada ideal de una familia romana. (páginas 28 y 29) desde el alba con el aseo personal y el ientaculum (desayuno), al prandium y la cena con las diferentes actividades del día, ir a las termas, visitar a los amigos...




Al alba, saludada por el canto del gallo galo, las matronas se alzan, al igual que sus maridos e hijos. Mientras el marido se entrega a los cuidados del tonsor (comprado allí mismo), la matrona da órdenes para que el ientaculum sea servido a los niños que se van a la escuela. Solamente después llamará a la adornista para confiarle su peinado, mientras mira como juguetean los jabalíes sobre el césped del parque.

En las escuelas de la Residencia de los Dioses, esclavos seleccionados se encargan de la educación de los niños. Esclavos que en las reuniones de padres y alumnos dan cuenta del trabajo de los escolares, lo cual permite dar de latigazos sea al alumno, sea al pedagogo, en caso de divergencia de opiniones. Mientras los niños están en la escuela, el marido va a su trabajo. Si trabaja en Roma, vueve al hogar cada seis semanas para pasar una buena noche.

Sola, y ya adornada, la matrona va a visitar a sus amigas con las cuales se reunirá para el prandium. Podrá ir seguidamente al centro comercial (en proyecto) donde encontrará de todo: desde alimentos y vestidos, hasta joyas y esclavos. ¿Tiene invitados y le hace falta un esclavo? ¡Pues va al mercado en seguida y se sirve ella misma!. Pero ya va a ser tiempo de preparar la cena, pues la familia no tardará en regresar.

Cuando el marido vuelve del trabajo, puede elegir entre las termas y el gimnasio con sus amigos o un paseo con su matrona por el parque (donde juguetean los jabalíes). Por la noche hay juegos en el circo (Gauliseo, en proyecto) o una pequeña orgia entre vecinos. Y ya no les quedará más que ir a dormir para esperar un nuevo día magnífico, ¡un día como sólo puede ofrecerle la residencia de los dioses!



II. Instrumentos de medida del tiempo y su representación gráfica.

Paseando por una de las calles llena de tabernae de relojes de arena, clepsidras y relojes de sol



1. Relojes de sol


El primer instrumento de medida del tiempo es el reloj de Sol. El más antiguo del que tenemos noticia es el «merkhet» un reloj egipcio del 1500 a. C., en la época de Tumotsis III, que se compone de dos listones de piedra, uno hacía de gnomon y en el otro estaban marcadas las líneas horarias.


Se sabe que los sumerios usaban un reloj de sol alrededor del siglo VI a. C., pero, es en Grecia donde los relojes de sol son estudiados en profundidad y donde el gnomon ya no se coloca verticalmente, sino paralelo al eje terrestre en un bloque de piedra vaciado en forma hemisférica. Este reloj recibe el nombre de σκάφη entre los griegos y hemispherium en Roma. El «scaphe» fue perfeccionado por Berosus el Caldeo, convirtiéndolo en el hemicyclium que fue muy popular en Roma.


Los relojes de sol que encontramos en las aventuras de Astérix son:


El combate de los reyes, pág 40


Obélix y compañía, pág 38

Astérix en Helvecia, pág 28

Se trata de relojes de sol verticales de pared del estilo del que encontramos en la Torre de los Vientos, también llamada Αερίδες. Es un monumento situado en el ágora de Atenas que fue construido por el astrónomo Andrónico de Cirro, aproximadamente siglo I a. C. La torre, de mármol pentélico, tiene planta octogonal, con estas dimensiones: 12,10 m. de altura, con 3,20 m. cada lado y una base de 8,36 m. de diámetro.

Reúne en un único edificio tres funciones diferentes: una clepsidra, ocho relojes de sol y una veleta. Tenía dos pórticos corintios y un anexo de forma cilíndrica en la cara sur que albergaba la cisterna de agua, necesaria para el funcionamiento de la clepsidra. La cubierta era de forma cónica y sobre ella había una veleta de bronce que representaba un tritón. Ni la cubierta ni la veleta se conservan. En cada una de sus 8 caras, todavía se pueden ver las figuras de los diferentes vientos cinceladas sobre el mármol y, debajo de cada figura, un gnomon y una serie de incisiones en las paredes, testimonios de que el edificio funcionó también como reloj de sol. Estos ocho relojes solares verticales del tipo mural son los únicos que se han mantenido desde la antigüedad, óptimamente conservados.

En las próximas semanas continuaremos con los demás apartados, es decir, con las clepsidras y expresiones latinas.

Salutem plurimam

diumenge, 1 de març del 2009

Clepsidra de Platón y de Aristóteles

En artículos anteriores hemos conocido diferentes relojes de sol, pero ¿cómo sabían qué hora era si no hacía sol, si estaba nublado o simplemente era de noche?

Ya los egipcios y los griegos utilizaban otro tipo de relojes, las clepsidras o «ladrones de agua», que eran usados fundamentalmente por la noche. Las primeras clepsidras egipcias eran básicamente una vasija de barro llena de agua con un orificio en la base que permitía la salida del líquido de forma constante. El interior estaba marcado con rallas que señalaban las horas.

El grado de perfección de las clepsidras se puede comprobar en el despertador que ideó Platón para hacer levantarse a sus alumnos de la Academia. Ateneo de Naucratis en su obra El banquete de los eruditos IV, 174 C nos dice:

'Lo cuenta Aristocles en su tratado Sobre los coros, diciendo más o menos así: 'Es objeto de discusión si el órgano hidráulico es un instrumento de viento o de cuerda. Aristóxeno, por ejemplo, no lo sabe. En cambio, dice que Platón dio una idea aproximada de su composición cuando fabricó un reloj nocturno parecido a un órgano hidráulico, a manera de una enorme clepsidra. En efecto, el órgano hidráulico se asemeja a una clepsidra'



Seguramente combinó una clepsidra con un sifón, de forma que cuando el agua alcanzaba el límite de la palanca se precipitaba con fuerza en un recipiente cerrado, del que se escapaba el aire por un silbato, produciendo un sonido muy agudo. Con ayuda de este aparato Platón llamaba cada día a sus discípulos al trabajo a las cuatro de la mañana.

Posteriormente según Diógenes Laercio en Vidas, opiniones y sentencias de los filósofos más ilustres V, 16 fue Aristóteles el que añadió unas bolas de cobre con este mismo fin :
Y que cuando se echaba a dormir, tomaba en la mano una bola de bronce, poniendo debajo un cuenco, para que cuando le cayese la bola en el cuenco, se despertase al ruido.

Siguiendo a P. Moreaux en Le reveille-matin d'Aristote et Platon, Aristóteles ideó un tipo de aparato hidráulico, una clepsidra o un reloj de agua, que operaba de alarma de la siguiente manera : colocó sobre el flotador de una clepsidra unas bolas metálicas. Cuando, al alba, el agua llegaba a su nivel máximo, estas caían sobre un recipiente de bronce. El estrépito causado por las bolas servía de despertador a los alumnos.


Este sistema de alarma despertador de Aristóteles es semejante a la siesta de la cucharilla de Salvador Dalí de quien Alexander Borbély en su libro El secreto del sueño nos cuenta:

Se cuenta que el pintor español Salvador Dalí se instalaba en un sillón, con un plato metálico al lado, en el suelo, mientras él reposaba, teniendo una cuchara entre el pulgar y el índice. En cuanto se dormía, los dedos se aflojaban, la cucharilla caía en el plato y Dalí se despertaba. El sueño disfrutado durante ese momento le resultaba tan reparador, que el pintor se ponía en pie descansado y animado. ¡Una siesta verdaderamente surrealista!




*Imagen de la clepsidra egipciade 1370 a. C.
**Imagen de la réplica de la clepsidra de Platón y Aristóteles del taller Tempore Capto

diumenge, 16 de setembre del 2007

Horologia Comenii

Iohannis Amos Comenius (Jan Amos Komensky, 1592 - 1670), erudito y pionero europeo de la educación moderna, dedicó su vida y trabajo a la educación de la juventud. Concebido como un libro de texto de la lengua latina para los niños, Orbis Sensualium Pictus, El mundo en imágenes, es una obra escasamente conocida en los países de lengua española. Gozó de merecida fama en otras muchas regiones del mundo: a un año escaso de haberse publicado en Nuremberg, en versión latino-alemán, se tradujo al inglés; a partir de ahí las traducciones -inclusive al japonés y al ruso- y las ediciones se multiplicaron hasta registrarse doscientas. Autores como Goethe lo recuerdan con agrado, evocándolo como uno de los libros con los que aprendiera a leer. ¡Bien valieron la pena los veinticinco años (1631-1658) que el autor invirtió en su producción!


Comenio en su obra dedica una lección a explicar horologia, los distintos tipos de relojes conocidos en su época.

Horologium procede del griego horologion “cuenta horas”y ha llegado al castellano reloj través del catalán, así: horologion> horologium > orollotge >relotge >reloj

Esa página del Orbis Sensualium Pictus es la que aquí detallo con su ilustración, texto en latín y en castellano.


Horologium dimetitur Horas.

Solarium, 1.

ostendit umbrâ Gnomonis 2.

quota sit Hora;

sive in Pariete,

sive in Pyxide Magnetica, 3.

Clepsydra, 4.

ostendit partes horae

quatuor, fluxu Arenae, olim aquae.

Automaton, 5.

numerat etiam Nocturnas Horas,

circulatione Rotarum,

quarum maxima

trahitur a Pondere, 6.

et trahit caeteras.

Tum vel Campana, 7.

sonitu suo, percussâ

a Malleolo, vel Index extra

Circuitione sua indicat horam.

El reloj mide las Horas

el reloj solar, 1

señala con la sombra del Gnomon,2.

qué Hora es;

o en la Pared,

o en una Cajita Magnética,3.

La clepsidra,4.

señala las cuatro partes de la hora,

con el flujo de la Arena, o del Agua

El reloj mecánico,5.

también cuenta las Horas Nocturnas

con las vueltas de las Ruedas,

la más grande de ellas

es arrastrada por un Peso,6.

y arrastra a su vez a las demás.

Entonces o la Campana,7.

con su tañido, golpeada

por el Martillo, o la Saeta

en su esfera externa indica la hora.