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diumenge, 15 d’octubre del 2017

"No es lo mismo estar ocioso que no hacer nada". Jornada de un ciudadano romano

Las actividades de los romanos en su día a día eran muy diferentes según la clase social a la que pertenecían y el lugar en el que habitaban. Es evidente que el trabajo de los esclavos era ingente, pero no era lo mismo ser un esclavo de ciudad, que trabajar en el campo o en las explotaciones mineras, por ejemplo.  Del mismo modo para los grandes personajes de la sociedad, senadores y caballeros, la urbe era un lugar de gran actividad política y social, mientras que en las villae del campo el ritmo era más relajado y podían dedicarse al descanso y la lectura.

 Así nos lo cuentan Plinio, Horacio y Marcial

  • Plinio, Epistulae I, 9Jornada de un ciudadano importante

Cayo Plinio saluda a su querido Minucio Fundano.
Es asombroso de qué manera llevamos o parece que llevamos la cuenta de las actividades que realizamos día a día en la ciudad, (...) pues si le preguntas a alguien: “¿Qué has hecho hoy?” Te responderá: “He estado presente en la ceremonia de la toga viril, he asistido a unos esponsales o a unas nupcias; aquel me ha solicitado la firma en un testamento, aquel que lo acompañe en un juicio, aquel que le de un consejo”.
Todas estas ocupaciones son necesarias en el día que las has hecho; pero si juzgas que las has hecho todos los días, parecen vacias, mucho más cuando vives en el campo. Entonces, pues, acude este pensamiento: “¿Cuántos días he consumido en actividades inútiles?”
Es lo que me sucede cuando en mi villa Laurentina me dedico a leer, a escribir, o también a cuidar de mi cuerpo de cuyo cuidado se sostiene también el espíritu.
Por tanto tú también deja, cuando se te presente la primera ocasión ese estrépito, ese ir y venir y esos trabajos completamente vacíos y dedícate al estudio o al descanso. Pues es mejor como dijo nuestro Atilio de una manera erudita al mismo tiempo que chistosa, estar ocioso que no hacer nada. Adiós.


  • Horacio Sátira. VI, 111 ssVida de Horacio en Roma

Por estas y otras mil razones vivo más cómodo que tú, ¡oh ilustre senador ! Voy solo a donde se me antoja; pregunto el precio de las verduras y el pan; con frecuencia acudo a los cotilleos del Circo, y por la tarde voy al Foro y me detengo donde se echa la buenaventura; después me vuelvo a casa donde me espera un plato de puerros y garbanzos, y una torta de aceite y miel; me es servida la cena por tres esclavos; en un velador de mármol blanco tengo dos copas y un vaso (...) Luego me voy a dormir, sin preocuparme de tener que madrugar al día siguiente (...) Estoy acostado hasta la hora cuarta, pasada la cual, paseo sin rumbo fijo, leo o escribo lo que me place en momentos de reflexión; y unjo mi cuerpo con aceite de oliva, pero no del que hurta a las lámparas el repugnante Nata. Cuando me siento cansado, y el sol canicular me invita a tomarme un baño, abandono el campo de Marte y el juego del trigón. Después de un almuerzo frugal, aunque suficiente para no sentir mi estómago vacío el resto del día, me entretengo en mi retiro doméstico. Así es cómo pasan la vida los que están libres de la mísera tara de la ambición; y he aquí lo que me consuela: la convicción de que llevo una existencia más dulce que si mi padre, mi abuelo y mi tío hubieran sido cuestores.




  • Marcial, IV,8 , Jornada diaria

La primera y la segunda hora consumen a quienes se dedican a dar los buenos días, la tercera pone en movimiento a los abogados roncos, Roma prolonga las diversas ocupaciones hasta la quinta, la sexta es la del descanso de los fatigados, la séptima será el final de éste, la octava, hasta la novena, basta para los ejercicios con el cuerpo frotado con aceite, la novena exige romper con nuestro peso los lechos que se nos han preparado: la hora décima es, Eufemo, la de mis libritos, cuando tu cuidado dispone los manjares hechos con ambrosía y el buen César se recrea con el néctar celeste y sostiene una módica copa con su mano poderosa. Acepta entonces mis bromas:¿a quién le está permitido, Talía mía, dirigir sus pasos a nuestro Júpiter por la mañana?


Salutem plurimam

diumenge, 1 de maig del 2016

La hora de la fundación de Roma

Hace unos días celebramos el aniversario de la fundación de Roma, nada menos que hace 2769 años un 21 de abril del año 753 a C. Rómulo marcó el sulcus primigenius que señalaba el lugar de la futura muralla de la ciudad.

Es sorprendente que se haya transmitido la fecha exacta de la legendaria fundación de Roma, pero son muchos los autores que mencionan la coincidencia de la fiesta de las Parilias que se celebraba el 21 de abril con el aniversario de la fundación, como Ovidio quien al explicar los rituales propios de las Parilias, dice en Fastos , IV, 804: y eso mismo se hace aún hoy, Roma, en el aniversario de tu fundación.

Lo mismo leemos en Plutarco, Vida  de Rómulo:


Se suele estar de acuerdo en que la fundación de la ciudad tuvo lugar el once antes de las calendas de mayo: en este día hacen fiesta los romanos. Dándole el nombre de día del nacimiento de la patria. Al principio, según dicen, no sacrificaban nada con vida, sino que, en su opinión debían guardar pura y sin sangre la fiesta conmemorativa del nacimiento de la patria.
Sin embargo, también antes de la fundación celebraban en este día una fiesta pastoril; la llamaban Parilias.

También en Dionisio de Halicarnaso Antiguedades Romanas I, 88,  Lydus, Cicerón, etc... como veremos a continuación.

Pero aún resulta más impactante que nos haya llegado también la hora a la que se produjo. Por ejemplo, en su obra De mensibus I, XIV, Johannes Laurentius Lydus, (siglo V) nos ofrece muchos detalles curiosos como la hora y el horóscopo de la ciudad  de Roma basando su afirmación en un matemático llamado  Tarusius

Romulus autem condit Romam XI kalendas Maias, anno tertio Olympiadis sextae vel , ut alii dicunt, secundo octavae: hora autem nata urbis secunda est, paulo ante tertiam, ut Tarutius Mathematicus censuit, cum Sol in Tauro esset, Luna in Virgine, Saturnus in Iugo, Iuppiter in Leone, Mars in Iugo, Venus in Tauro, Mercurius in Ariete.

¿Quién era Tarusius? El propio Cicerón  en su obra  De Divinatione, 2, 98 nos cuenta que Marco Tarucio de Firmo fue un ilustre matemático y astrólogo:
Mi amigo L. Tarucio de Firmo, uno de los principales conocedores de las doctrinas caldeas, remontaba el día natal de nuestra ciudad a las Parilias, en las que sabemos por tradición que Rómulo la fundó, y decía que Roma nació cuando la Luna estaba en Libra y no dudaba en predecir su destino.

Pero es en Plutarco donde encontramos una detallada explicación de su trabajo astrológico

En los tiempos del filósofo Varrón, romano muy erudito en historia, vivía su amigo Tarucio, además de filósofo también matemático, pero que se dedicaba por diversión al método de las tablas astrológicas y, al parecer, era un consumado experto en ellas. A éste le encargó Varrón que fijara el nacimiento de Rómulo en su día y hora, estableciendo el cálculo a base de  las influencias astrales que se le atribuían, de forma similar a como se enseñan las soluciones de los problemas de geometría; pues al mismo saber teórico pertenecía predecir la vida partiendo del momento de nacimiento de un hombre y, para una vida dada, averiguar el momento.


Museo de Leeds. Loba con Rómulo y Remo

Cumplió, por tanto, Tarucio lo que se le había encargado y, ateniéndose a las experiencias y realizaciones de aquel varón, mediante la combinación del tiempo de su vida, la forma de su muerte y todo lo de esta índole, descubrió, ciertamente, con mucho valor y osadía, que la concepción de Rómulo en su madre se produjo el año primero de la segunda Olimpíada, en el mes choiak de los egipcios, el día vigésimotercero y a la hora tercia, en que el sol sufrió un eclipse total, y el nacimiento exacto en el mes de thoyth, el día vigésimoprimero a la salida del sol; y que Roma fue fundada por él el día noveno del mes de pharmouthí, entre la hora segunda y la tercia. Pues creen que la estrella de una ciudad tiene un momento decisivo, como la de una persona, observable desde el preciso instante de su nacimiento atendiendo a las posiciones de los astros.


¿Qué hora sería entre la hora secunda y tertia? Vamos a intentar calcularlo. Como el 21 de abril  la duración del día fue de 13 horas 34 minutos y el sol salió a las 6.26, cada hora solar sería de unos 68 minutos.

Hora I 6.26
Hora II 7.34
Hora III 8.41
Hora IV 9.48

Así pues entre las siete y media y las nueve de la mañana de un 21 de abril Rómulo fundó Roma. ¡Ahora ya podemos celebrarlo con toda exactitud!



Salutem plurimam



diumenge, 29 de març del 2015

El reloj del emperador Cómodo


En una visita al Museo Massimo alle Terme en Roma me llamó la atención un pequeño objeto que resultó ser un reloj de sol portátil cuya existencia conocía pero no sabía dónde se encontraba actualmente por lo que mi alegría fue aún mayor.
Le he llamado el reloj del emperador Cómodo pues está hecho sobre una moneda con su efigie y con esta leyenda

 M. COMMODUS. ANTONIUS. PIVS. FELIX. AVG. BRIT. 


El uso del apelativo BRITANNICUS que comenzó a utilizar a partir del 184 nos permite datar el reloj a finales del siglo II d. C.


Sabemos que Cómodo tenía instrumentos portátiles de medida del tiempo a través de un pasaje de Julio Capitolino quien en la Historia Augusta, vida de Helvio Pértinax VIII, 6-7 hablando de la subasta de los bienes del emperador Cómodo hace mención a relojes solares portátiles instalados en los carros


También carruajes construidos con una técnica nueva, dotados de ruedas intrincadas y de varios tipos de asientos muy bien estudiados para evitar el sol o para poder tomar el aire en ellos con sólo darles un giro, y otros que medían el camino recorrido e indicaban las horas y algunos otros diseñados de acuerdo con sus vicios.

Es una pequeña caja de bronce de unos 5 cm de diámetro que llevaba un pequeño anillo por el que se suspendía en el aire y se orientaba al sol, de modo que podía entrar el haz de luz por el orificio que hay en un lado.

En la superficie interior del reloj se ven unas líneas rectas que parten de un mismo punto central que vienen señaladas con los nombres de los meses.  Las lineas horizontales marcarían las seis horas del arco diurno. En el centro hay una pieza que gira sobre sí misma paralelamente al plano del reloj y sirve para colocarlo en la posición adecuada.

Pertenece al tipo de relojes solares de altura de los que se conservan 6 ejemplares, uno en griego y cinco en latín, que son:


  • 1 descubierto en Roma, que es del que tratamos en este artículo.
  • 2 descubiertos en Aquileia
  • 2 en Bitinia (uno de ellos griego)
  • 1 en Forbach , al que dedicamos un post El reloj de Forbach y el reloj de Tico.

Esperamos poder mostraros los cuatro relojes de este tipo que nos faltan en otros artículos. ¡Confiamos en que la suerte nos siga siendo favorable!

Salutem plurimam!!








diumenge, 30 de novembre del 2014

Tablas de sombra o reloj de pies

Tablas de sombra de San Pedro de la Nave (Zamora)



Ya hemos visto que los griegos medían la longitud de la sombra en pies para saber qué hora era. Los romanos como pueblo práctico, sistematizó este saber en tablas horarias. Gracias al tratado de agricultura, Opus agriculturae de Rutilio Tauro Emiliano Paladio del siglo IV d. C. nos han llegado tablas de sombra en las que se detallan el número de pies de sombra según la hora y mes. 

Paladio las detalla al finalizar los libros II al XIII, dedicados a los meses. Las doce tablas pueden resumirse en seis ya que el segundo semestre se repiten los valores del primero, e incluso en seis horas puesto que a partir del mediodía se repiten en orden ascendente


IANVARIVS ET DECEMBER

Hic mensis in horarum spatio cum decembri mense conuenit, quarum sic mensura colligitur.
Hora
I
    pedes
XXVIIII,
hora
II
pedes
XVIIII,
hora
III
pedes
XV,
hora
IIII
pedes
XII,
hora
V
pedes
X,
hora
VI
pedes
VIIII,
hora
VII
pedes
X,
hora
VIII
pedes
XII,
hora
VIIII
pedes
XV,
hora
X
pedes
XVIIII,
hora
XI
pedes
XXVIIII.
FEBRVARIVS ET NOVEMBER

Hic mensis in horarum mensura cum nouembri mense concordat, quas hac numeri ratione colligimus.
Hora
I
     pedes
XXVII,
hora
II
pedes
XVII,
hora
III
pedes
XIII,
hora
IIII
pedes
X,
hora
V
pedes
VIII,
hora
VI
pedes
VII,
hora
VII
pedes
VIII,
hora
VIII
pedes
X,
hora
VIIII
pedes
XIII,
hora
X
pedes
XVII,
hora
XI
pedes
XXVII.
MARTIVS ET OCTOBER

Hic mensis ad deprehendendas horas consentit octobri.
Hora
I
      pedes
XXV,
hora
II
pedes
XV,
hora
III
pedes
XI,
hora
IIII
pedes
VIII,
hora
V
pedes
VI,
hora
VI
pedes
V,
hora
VII
pedes
VI,
hora
VIII
pedes
VIII,
hora
VIIII
pedes
XI,
hora
X
pedes
XV,
hora
XI
pedes
XXV.
APRILIS ET SEPTEMBRIS

Huius mensis horae horis mensis septembris aequantur hoc genere.
Hora
I
       pedes
XXIIII,
hora
II
pedes
XIIII,
hora
III
pedes
X,
hora
IIII
pedes
VII,
hora
V
pedes
V,
hora
VI
pedes
IIII,
hora
VII
pedes
V,
hora
VIII
pedes
VII,
hora
VIIII
pedes
X,
hora
X
pedes
XIIII,
hora
XI
pedes
XXIIII.
MAIVS ET AVGVSTVS

In horarum mensuris maius respondet augusto.
Hora
      pedes
XXIII,
hora
II
  pedes
XIII,
hora
III
pedes
VIIII,
hora
IIII
pedes
VI,
hora
V
pedes
IIII,
hora
VI
pedes
III,
hora
VII
pedes
IIII,
hora
VIII
pedes
VI,
hora
VIIII
pedes
VIIII,
hora
X
pedes
XIII,
hora
XI
pedes
XXIII.
IVNIVS ET IVLIVS

Iunius ac iulius horarum sibi aequa spatia contulerunt.
Hora
I
       pedes
XXII,
hora
II
pedes
XII,
hora
III
pedes
VIII,
hora
IIII
pedes
V,
hora
V
pedes
III,
hora
VI
pedes
II,
hora
VII
pedes
III,
hora
VIII
pedes
V,
hora
VIIII
pedes
VIII,
hora
X
pedes
XII,
hora
XI
pedes
XXII.

Estas tablas horarias las encontramos como reloj canónico en las iglesias y monasterios hispano-mozárabes. Así es en el interior de la iglesia visigótica de San Pedro de la Nave (Zamora) (siglo VII) donde se hallan  escritas en letra visigótica unas tablas horarias inacabadas pues solo recogen cuatro meses. 
Para saber más sobre los relojes canónicos, podéis leer este artículo.

Pervivencia del reloj de pies 

En el articulo de Joan Olivares, Relojes de sol: sombras del pasado,  leemos un testimonio de esta pervivencia para medir los intervalos de servicio del agua que corresponde a los diferentes regantes de la acequia del Port de Atzeneta

En las sociedades rurales se han mantenido vivas hasta hace muy pocos años antiguas e ingeniosas técnicas de medir el tiempo. Entre éstas, la que nos parece más sugerente es la que utilizan, o utilizaban hasta hace bien poco, los usuarios de la acequia de El Port (brazo de agua subterránea que aflora cerca del Convento de Santa Ana, en el puerto de Albaida, y que riega algunas huertas de Albaida, Atzeneta, y el Palomar), para determinar el momento del cambio de las tandas de riego. Con esta finalidad, un medidor (el amidador, hombre de más de quince años, según la costumbre) mide, empleando su pie como unidad, la longitud de la sombra que produce su cuerpo. (...)

Un domingo de cada dos, los regantes de las huertas de El Rafalet adquieren el derecho de riego en el momento de la tarde en que la sombra del medidor llega a una longitud de siete pies propios. En ese instante desviarán el caudal del agua de la fuente, que hasta ese momento regaba otras huertas, hacia su acequia. Más tarde, se presentarán en el repartidor de aguas los regantes de Atzeneta, y cuando la sombra de su medidor llegue a la longitud de trece pies, tomarán posesión de su derecho y desviarán las filas de agua hacia sus huertas.

Salutem plurimam!!


diumenge, 16 de novembre del 2014

El pie, la sombra y la hora de cenar


¿Sabíais que hay una relación entre el pie, la sombra del hombre y la hora de cenar? Los antiguos griegos la encontraron y crearon un método para medir el tiempo midiendo la longitud de la sombra del propio cuerpo, en el que se tomaba como unidad de medida, el pie, y se basaba en la diferente altura del sol a lo largo de las horas del día.


Se utiliza la relación constante de 1/7, señalada por Vitruvio, entre la altura de un hombre y la longitud de su propio pie.  Un ejemplo de esta proporción se puede encontrar en el hombre de Vitruvio, es decir, un hombre o una mujer cualesquiera siempre obedecen (aproximadamente) a la proporción siguiente: la longitud del pie aplicada 7 veces verticalmente proporciona la altura del individuo. De esta forma se tabulaban longitudes de pies de sombra para cada hora y para cada mes y resultaba el reloj de pie, también llamado stoicheion o decempedalis.



El hombre de Vitruvio
Dibujo de Da Vinci

Este método aparece citado en diferentes autores como Menandro, Aristófanes, Pólux y Ateneo de Naucratis. Recibe el nombre de stoicheion o decempedalis.

Vamos a ver estas citas:


Πραξαγόρα: οἱ δοῦλοι. σοὶ δὲ μελήσει, ὅταν ἦι δεκάπουν τὸ στοιχεῖον, λιπαρὸν χωρεῖν ἐπὶ δεῖπνον.

PRAXÁGORA.-Los esclavos. Tú no tendrás otro quehacer que acudir limpio y perfumado al banquete cuando sea de diez pies la sombra del cuadrante solar.
Eubolo el cómico dice en alguna parte (PCGV, fr 117): 

Tenemos entre nuestros invitados a dos hombres invencibles en el banquete: Filócrates y Filócrates. Pues aunque él es uno, lo cuento como dos,  y grandes, o mejor como tres. Cuentan que éste fue cierta vez invitado a cenar en casa de uno y que su amigo le dijo que cuando la sombra del reloj de sol midiese veinte pies, acudiera. Al amanecer, nada más salir el sol, aquél se puso a medir, y cuando la sombra era demasiado larga ya, en más de dos pies, se presentó. Entonces dijo que llegaba un poco demasiado tarde por un compromiso y¡había llegado con el día!
  • Menandro en su obra Ὀργή, La cólera, aparece mencionado Querefonte quien invitado a cenar, despierta ansioso al amanecer y, viendo la larga sombra proyectada por el reloj solar, corre a la casa del anfitrión pensando que atardecía.

Destaca el hecho de que en todas las citas el uso de este tipo de reloj está relacionado con la hora de la cena que se realiza al anochecer cuando la sombra del reloj es máxima al igual que al amanecer, siendo mínima al mediodía.
Como se entendía que la invitación en cuestión era por la tarde, había que medir la sombra del reloj a partir del mediodía, y no antes; en su ansía por acudir al festín, sin embargo, Filócrates y Querefonte la miden en el momento del amanecer, y se presentan a cenar por la mañana temprano.
Ya se sabe que la prisa es mala consejera...

Salutem plurimam!!






diumenge, 22 de juny del 2014

Reloj de sol hispano musulmán en Sagunto

El Museo de Sagunto encierra gratas sorpresas que a través de la las exposiciones temporales 'Los Fondos secretos del Museo de Arqueología de Sagunto', podemos ir conociendo. Desde el 18 de mayo está n expuestos fondos arqueológicos de Sagunto en época islámica, llamada entonces Murviter. Junto a conjuntos cerámicos de época almohada y califal, hallamos dos piezas muy interesantes: un reloj de sol y una lápida funeraria. En ambas piezas se han reutilizado soportes de época romana.
Este cuadrante solar fue encontrado por D. Facundo Roca del Centro Arqueológico Saguntino. El reloj de sol, está construido sobre un ara romana de mármol de Carrara con una inscripción en la que se lee en escritura almohade "límite invernal" "XI".  Sus dimensiones externas del conjunto conservado son 21 x 20 x 14 cm.  Los relojes de sol estaban ubicados normalmente en las mezquitas y servían para señalar con precisión la llamada a la oración desde el alminar de la mezquita.
Forma parte del grupo de los únicos ocho cuadrantes solares hispano-árabes conservados que son: dos en Córdoba, tres en Medina Azahara, uno en Almería, otro en Granada y el de Sagunto. (Para saber más sobre ellos, se puede seguir leyendo aquí, El legado gnómico de al-Andalus). Como vemos la mayoría pertenecen a un mismo ámbito territorial y es el de Sagunto el más alejado. 
No conocemos muchos más datos sobre el reloj solar, sin embargo sí que sabemos que hubo un importante constructor de astrolabios que vivió en Valencia y estuvo relacionado con la ciudad de Sagunto. Se trata de Ibrâhîm ibn Sa‘îd al-Sahlî, autor del varios astrolabios conservados en el Museo Arqueológico Nacional, en el Museum de Historia de la Ciencia de Oxford y de Florencia. En cuanto a su vida leemos en la revista Qantara

Gracias a las informaciones transmitidas por el cadí Sa‘îd en su Historia de la ciencia, sabemos que fue un joven sabio constructor de astrolabios en Toledo, y que después de la muerte de Azarquiel continuó trabajando, primero en la capital del Tajo y luego en Valencia, y que construyó numerosos instrumentos hasta finales del siglo XI. En el año 1080 parece que ya se había instalado en la zona oriental de al-Andalus, puesto que realizó para el qâ‘id Isa b. Labbûn (mencionado en la Dajîra de Ibn Bassam), gobernador de Murviedro, cerca de Sagunto, uno de los primeros globos celestes que aún se conservan.


 Salutem plurimam!!

diumenge, 8 de desembre del 2013

El tiempo y el ejército

El buen conocimiento de la medida del tiempo en el mundo militar determina la eficacia de la organización no sólo para controlar las guardias o los turnos de trabajo, sino también para gestionar un buen servicio interno de correo que distribuya con rapidez la información que llega al campamento y dé las órdenes precisas a los interesados.

En cuanto a los turnos de guardia nos dice Vegecio en su obra Compendio de técnica militar, libro III, VIII, 17-18, que la trompeta y el cornu militar anunciaban el cambio de la guardia nocturna  cada tres horas gracias al uso de una clepsidra.

Cuatro infantes de cada centuria y cuatro soldados de cada tropa se designan para montar guardia cada noche. Como parece imposible que un centinela permanezca toda la noche en su puesto, las guardias se dividían en cuatro partes con un reloj de agua, para que cada soldado permanezca sólo tres horas. Todas las guardias se montaban con el sonido de una tuba y cambiadas con el del cornu. Los tribunos designarán hombres adecuados y de confianza para visitar los distintos puestos de guardia e informarles de cuanto no encuentren adecuado.

Ostracon 1. 1
En el ejército es necesaria una pronta respuesta ante toda información que llegue, bien para distribuir las órdenes, dar una contestación, preparar un ataque o defensa...La principal fuente de información que tenemos sobre cómo funcionaba el correo interno militar son los ostraca del campamento de al-Muwayh, Kokrodilo,  en el desierto oriental de Egipto. Seguramente la escasez de papiro en estos campamentos les hizo servirse de trozos de cerámica para dejar constancia escrita en sus archivos. Por ejemplo este fragmento, O.Krok 1, que contiene la copia del diario de los correos recibidos en el campamento entre los meses de febrero y marzo del año 108 d. C. En él aparecen detalladas diariamente y hora por hora las llegadas y salidas del correo oficial con los nombres de los mensajeros y la naturaleza del correo entregado. Por ejemplo leemos que el jinete Calpurnio ha llevado una carta del perfecto Cosconius a la hora décima.

Ostrakon 1. 87



En ocasiones se trata prácticamente de un ánfora entera la superficie utilizada (O. krok, 1. 87) con unas 122 líneas escritas en griego para recoger las copias de las circulares enviadas por la jerarquía militar a los puestos de guardia del desierto para prevenirlos frente a posibles ataques de los bárbaros en el 118 d C.






Para llevar el control de las horas tanto del día como de la noche eran necesarios instrumentos de medida, es decir relojes y también personal especializado. Conocemos la existencia del horologiarius, soldado encargado de avisar a los músicos del momento en el que deben tocar para señalar los cambios de guardia por la inscripción de la Dacia, CIL 03, 01070, de Marcus Ulpius Mucianius, soldado de la  Legión XIII Gémina

I(ovi) O(ptimo) M(aximo) et Iunoni Regin(ae) / pro sal(ute) Imp(eratoris) M(arci) Aur(eli) An/tonini Pii Aug(usti) et / Iuliae Aug(ustae) matris Aug(usti) / M(arcus) Ulp(ius) Mucianus mil(es) leg(ionis) XIII Gem(inae) / horologiar(ius?) templum a solo de suo ex voto / fecit Falcone et Claro cons(ulibus)


E incluso se han encontrado algunos horologia usados en los campamentos militares. Durante los días nublados y por la noches eran necesarias las clepsidras de las que no se han hallado ejemplares pero sí tenemos en Remagen (Alemania) la mención de un reloj que ya no daba bien las horas debido a que era antiguo, lo que nos lleva a pensar que se trataba de una clepsidra. CIL XIII, 7800
CIL XIII, 07800
Diadumeniano] / nobil[issimo Caesari] / sub C[lau(dio)] M[arcio Agrippa(?)] / leg(ato) Au[g(usti) p]r(o) pr(aetore) pr(ovinciae) agens Pe/tronius Athenodorus prae[f(ectus)] / coh(ortis) I Fl(aviae) horolgium ab ho/ris intermissum et vetus/tate co(n)lasum suis inpendi(i)s / restituit [[Imp(eratore) d(omino) n(ostro) Macrino Aug(usto) II co(n)s(ule)]]

Petronius Athenodorus prefecto de la Cohorte I Flavia reparó el reloj con su propio dinero porque no daba las horas correctamente y estaba desgastado por la antigüedad en el año 218 d  C.

Relojes de sol se han hallado varios ejemplares en campamentos romanos situados junto al Rhin como Xanten y Neuss y otro en Suiza. Se trata de los siguientes:




Reloj solar hemiesférico descubierto junto a una de las puertas del campamento legionario de Novaesium, Neuss. Se conserva en el Clemens-Sels-Museum. Imagen de  Nicola Severino en Panoramio.

Parte inferior de un cuadrante solar cónico descubierto en la casa de un oficial del campamento legionario de Xanten, conservado en el Museo Arqueológico Park Xanten. Imagen de Nicola Severino en Panoramio.



Reloj de sol encontrado en las canabae (construcciones civiles adosadas al campamento militar) del castrum de Vindonissa, en cuyo museo se halla. Imagen de Nicola Severino en Panoramio.






El uso de los relojes solares en el ámbito militar no es exclusivo de épocas antiguas ya que podemos encontrar en la historia reciente de Europa prueba de su utilización. Esto ocurrió durante la  Segunda Guerra Mundial en los desiertos del norte de África en los que la fina arena impedía que los relojes mecánicos funcionaran bien al introducirse en su maquinaria y averiarlos. La solución fue un reloj de sol impreso en un cartón en el que aparecen marcados los puntos cardinales para orientar el reloj con una brújula al eje Norte-Sur.

La sombra del gnomon indica que son las 7:30 horas (hora solar)
Imagen tomada de Relojesparatodos
Este reloj sirve para tener noción de la hora en la que te encuentras, pero al no ser exacto no es el apropiado para coordinar operaciones militares. 


Salutem plurimam!!



diumenge, 30 de juny del 2013

El reloj de Forbach y el reloj de Tico en "Willy Fogg"

Durante este año hemos ido presentado en el blog algunos relojes solares portátiles de época romana,  los cilíndricos "de pastor" como los de Amiens y Este, el disco plano de Mainz, realmente curiosos pero hoy os presentamos un tipo nuevo semejante a una pequeña caja redonda de bronce que nos ha sorprendido mucho.

Actualmente se conserva en el Museo de Metz y pero fue hallado en el monte Hérapel en comuna de Cocheren cerca de Forbach  en el año 1892. La descripción del mismo es del año 1894 en la revista de la Fédération Horlogère Suisse

Es un disco de bronce de 4,9 cm de diámetro, grabado en ambas caras, rodeado por un cilindro  de  1,2 cm de lado. En este borde hay un agujero que permite suspender el reloj con una cuerda o cadena de manera que el disco quede en posición vertical ya que es un pensilia. 
Cuando está suspendido de una cuerda queda al lado izquierdo de su diámetro horizontal un agujero troncónico por donde pasará el rayo luminoso. En el centro del disco hay una aguja de bronce que se hace girar y en la parte inferior aparece dibujado el cuadrante solar formado por unas líneas, como rayos que salen del centro del disco para los meses, y otras que las cruzan para las horas.

El haz de líneas de los meses ocupa un sector del disco de aproximadamente 104º 30'  que está dividido en seis partes iguales dos a dos a ambos lados de la línea central. la primera línea del lado derecho tiene marcadas las letras IAN(nuarius) y la última de la izquierda IVL(ius). Las líneas intermedias  corresponden con los demás meses, así:--la segunda, para febrero y diciembre
-tercera, marzo y noviembre
-cuarta, abril y octubre
-quinta, mayo y septiembre
-sexta, junio y agosto

Las líneas de las horas dividen a las anteriores en seis partes desiguales que corresponderían con la división romana del día en doce horas desde el amanecer y hasta el ocaso. Contando desde el centro.
-la primera línea es la de la hora prima et duodecima
- la segunda para la secunda et undecima
- la tercera para la hora tertia et decima
- la cuarta, para la quarta et novena
- la quinta, para la hora quinta et octava
- y la sexta para la hora sexta et septima.

En la zona central aparecen las letras IL que se han interpretado como los numerales que marcan la latitud para la que el reloj ha sido diseñado, 49º, que es exactamente la del lugar donde fue encontrado, el monte Hérapel.
Se sabe que este tipo de relojes podían tener discos intercambiables dibujados cada uno para una latitud determinada por lo que eran idóneos para ser usados en los viajes.

En cuanto a su funcionamiento, lo primero sería dirigir la aguja hasta la línea de la fecha correspondiente. El primer día del mes es fácil marcarlo, pero el resto de los días se hará con mayor inexactitud. Después se orienta adecuadamente el reloj hacia el sol que debe quedar a la izquierda del reloj. De este modo los rayos de luz penetrarán por el agujero y un punto luminoso recaerá en el borde izquierdo de la aguja. Mirando la correspondencia entre las líneas de las horas y el punto de luz  permitirá saber la hora 

Lo que más sorprende de este reloj es la evidencia de que los antiguos conocían los relojes en los que el gnomon es el agujero que permite el paso de la luz, por lo que es el  un antecedente claro de los relojes de sol anulares más conocidos (siglos XV y XVI) como el conservado en el British Museum y por supuesto del reloj del simpático Tico de la serie de dibujos La vuelta al mundo Willy Fogg.


Salutem plurimam!!