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diumenge, 20 de maig del 2012

LAS JACINTIAS. Ὑακίνθια

Jacinto era un hermoso joven, hijo de Amiclas y Diomedes, o tal vez de Ébalo y la musa Clío, o de Clío y Píero. Por su belleza, fue amado por Apolo, dios del sol, y por Céfiro, el viento del Oeste. Un día, mientras Apolo enseñaba al joven a lanzar el disco, el dios mató accidentalmente a Jacinto. De la sangre del joven, Apolo hizo brotar una flor, el jacinto (quizás el lirio martagon o la espuela), cuyos pétalos llevaban unas señales que recordaban el lamento del dios, AI, o la inicial del nombre del joven: Υ . De acuerdo con otra leyenda, Céfiro estaba celoso del amor del joven por Apolo y, desviando intencionadamente el disco, consiguió herir a Jacinto y vengarse así de ambos.

En el interesante estudio sobre el mito de Jacinto de Antonio Ruiz de Elvira, Myrtia, nº 7, 1992, encontramos: 
La más antigua mención literario-mitográfica de Jacinto está en la Helena de Eurípides, del año 412: en los vv. 1469-1473  Eurípides viene a decir  que Apolo dio muerte a Jacinto, habiendo rivalizado con él en el lanzamiento del disco, y ordenó que la tierra laconia celebrase aquel día, todos los años, con sacrificios vacunos y nocturnos _ refiriéndose a las Jacintias. Iconográficamente, se encuentra aproximadamente un siglo antes en el trono de Apolo en Amiclas, monumento que conocemos por Pausanias (III 19, 3-5) y obra del escultor magnesio Baticles. Pero la relación homosexual entre Apolo y Jacinto, que (con o sin la complicación de un segundo amante de Jacinto, Zéfiro o Bóreas) es lo esencial en este mito, no aparece nunca como amor homosexual en ninguna de las vasijas ni objetos en los que aparecen Jacinto y Apolo ni en el trono de Amiclas ni en la Helena de Eurípides. En la Helena, en efecto, no menciona Eurípides, ni sugiere de ningún modo, ese enamoramiento, así como tampoco dice ni sugiere cómo Apolo dio muerte a Jacinto, ni que fuera involuntariamente (que lo matara 'con el disco' puede inferirse, aunque no necesariamente, en el τρoχῷ τέρμovι δίσκoυ del v. 1472, pero ni aun así se deduciría que fue involuntariamente) El enamoramiento se encuentra explícito por primera vez, aunque en testimonio doblemente indirecto, en lo que cuenta Pausanias (III 19, 4) sobre un cuadro del pintor Nicias, en el cual representó a Jacinto con figura muy juvenil, indicando así el legendario amor de Apolo hacia Jacinto. Después de Nicias tenemos, ante todo, los vv. 902-906 de los Theriaca de Nicandro, en los que por primera vez aparece, y ya explícita, la involuntariedad:

ὑακίνθου
                                              ὃν Φοῖβος θρήνησεν, ἐπεί ' ἀεκούσιος ἔκτα
                                              παῖδα, βαλὼν [...]
πρωθήβην Ὑάκινθον, ἐπεὶ σόλος ἔμπεσε κόρσῃ
πέτρου ἀφαλλόμενος, νέατον δ' ἤραξε κάλυμμα.

 
Después de Nicandro, vienen Apolodoro (I 3, 3 y III 10, 3) y Ovidio (Met. III 162-219), que son los primeros textos que explícitamente y directamente afirman el amor de Apolo hacia Jacinto.

Apolodoro, I, 3, 3:
Κλειὼ δὲ Πιέρου τοῦ Μάγνητος ἠράσθη κατὰ μῆνιν Ἀφροδίτης (ὠνείδισε γὰρ αὐτῇ τὸν τοῦ Ἀδώνιδος ἔρωτα), συνελθοῦσα δὲ ἐγέννησεν ἐξ αὐτοῦ παῖδα Ὑάκινθον, οὗ Θάμυρις Φιλάμμωνος καὶ Ἀργιόπης νύμφης ἔσχεν ἔρωτα, πρῶτος ἀρξάμενος ἐρᾶν ἀρρένων. ἀλλ᾽ Ὑάκινθον μὲν ὕστερον Ἀπόλλων ἐρώμενον ὄντα δίσκῳ βαλὼν ἄκων ἀπέκτεινε.

Clío se enamoró de Píero, hijo de Magnes: fue la venganza de Afrodita, por el desprecio con el que Clío había hablado de su amor por Adonis. La Musa, pues, se unió a Píero, de cuya unión nació Jacinto: Támiris, hijo de Filamón y de la ninfa Argíope, se enamoró de él, y así es que surgió por primera vez el amor homosexual. Apolo, también él seguidamente, se enamoró de Jacinto. Pero un día, al lanzar un disco, involuntariamente lo mató.
Apolodoro, III, 10, 3:
Ἀμύκλα δὲ καὶ Διομήδης τῆς Λαπίθου Κυνόρτης καὶ Ὑάκινθος. τοῦτον εἶναι τοῦ Ἀπόλλωνος ἐρώμενον λέγουσιν, ὃν δίσκῳ βαλὼν ἄκων ἀπέκτεινε.
Amiclas y Diomedes, hija de Lapitos, engendraron a Cinortas y a Jacinto. Se cuenta que Apolo se enamoró de este Jacinto y que lo mató involuntariamente al lanzar un disco.

Y, del mismo modo, sin duda siguiendo ambos a Nicandro, la involuntariedad aparece también explícita, tanto en Apolodoro en ambos pasajes como en Ovidio. Aparece por primera vez, en Luciano y en Servio, el segundo amante de Jacinto, el viento Zéfiro en Luciano (Dial. Deor. 14, y De saltat. 45), el Bóreas en Servio (Ecl. III, 63), rival de Apolo y que, por despecho y celos, mata voluntariamente a Jacinto:


Luciano, Dial. Deor. XIV, 1-2:
Hermes: ¿Por qué estás tan malhumorado, Apolo?
Apolo: Porque tengo mala suerte en mis amores, Hermes.
Hermes: Una cosa así desde luego es motivo de tristeza. Pero ¿en qué consiste tu mala suerte? ¿Estás todavía apenado por Dafne?
Apolo: No; me lamento por mi amado, el laconio hijo de Ébalo.
Hermes: Dime, ¿ha muerto Jacinto?
Apolo: Así es, ciertamente.
Hermes: ¿Quién lo mató, Apolo? ¿Quién fue tan odioso que pudo dar muerte a aquel hermoso muchacho?
Apolo: Lo hice yo con mis propias manos.
Hermes: ¿Acaso enloqueciste?
Apolo: No, sino que ocurrió una desgracia involuntaria.
Hermes: ¿Cómo ocurrió? Me gustaría oírlo.
Apolo: Él estaba aprendiendo a tirar el disco y yo lo lanzaba con él, cuando Céfiro, el más aborrecible de todos los vientos, que estaba enamorado de él hacía mucho tiempo sin ser correspondido, y no podía soportar sus desprecios, al disparar yo, según costumbre, el disco al aire, él se puso a soplar desde el Taigeto, dirigió el disco y lo hizo caer sobre la cabeza del muchacho, con tanta fuerza que, a consecuencia del golpe, brotó mucha sangre y el muchacho murió en el acto. Yo entonces me vengué de él hiriéndole con mis flechas y lo perseguí en su fuga hasta la montaña. Al muchacho he levantado un túmulo en Amiclas, en el mismo lugar en que lo derribó el disco, y he hecho que de su sangre la tierra haga brotar una flor muy hermosa, Hermes, la más delicada de todas, con una inscripción que contiene el lamento funerario del muerto.
Luciano, De Saltatione, 45:
οὐκ ὀλίγα δὲ καὶ Λακεδαίμων τοιαῦτα παρέχεται, τὸν Ὑάκινθον καὶ τὸν τοῦ Ἀπόλλωνος ἀντεραστὴν Ζέφυρον καὶ τὴν ὑπὸ τῷ δίσκῳ τοῦ μειρακίου σφαγὴν καὶ τὸ ἐκ τοῦ αἵματος ἄνθος καὶ τὴν ἐν [p. 256] αὐτῷ αἰάζουσαν ἐπιγραφήν, καὶ τὴν Τυνδάρεω ἀνάστασιν καὶ τὴν Διὸς ἐπὶ τούτῳ κατ᾽ Ἀσκληπιοῦ ὀργὴν ἔτι δὲ καὶ τὸν Πάριδος ξενισμὸν καὶ τὴν Ἑλένης ἁρπαγὴν μετὰ τὴν ἐπὶ τῷ μήλῳ

Lacedemonia suministró también no pocas de tales cosas: Jacinto, Céfiro, rival de Apolo, la muerte del joven muerto por un disco, la flor nacida de su sangre, la inscripción fúnebre que lleva, la resurrección de Tíndaro, la cólera que Zeus sentía contra Asclepio; y además, la hospitalidad dada a Paris y el rapto de Helena, después su juicio por la manzana.
Servio, Ecl. III, 63:
sua munera ipsi grata, id est laurus et hyacinthus. nam scimus et Daphnen, Ladonis fluminis Arcadiae filiam, dilectam ab Apolline et Terrae miseratione in laurum conversam, et Hyacinthum amatum tam a Borea quam ab Apolline, qui cum magis Apollinis amore laetaretur, dum exercetur disco, ab irato Borea eodem disco est interemptus et mutatus in florem nominis sui.

SUS OFRENDAS gratas a él mismo, esto es, el laurel y el jacinto, pues sabemos que tanto Dafne, hija del río Ladón de Arcadia y de la Tierra, amada por Apolo, por misericordia fue convertida en laurel, como Jacinto, amado tanto por Bóreas como por Apolo, que, como se alegrase con el amor del gran Apolo, mientras se ejercitaba con el disco, fue muerto por el iracundo Bóreas con este mismo disco y fue convertido en la flor de su nombre.

Las Jacintias eran la gran fiesta nacional espartana, celebrada cada año en Amiclas, a cinco kilómetros al sur de Esparta, cerca de la margen derecha del Eurotas. Los antiguos escritores que mencionan este festival no están de acuerdo en el nombre de la divinidad en cuyo honor se llevaba a cabo: algunos dicen que fue Apolo Amicleo o Apolo Karneios; otros que fue el héroe Jacinto; la tercera y más probable hipótesis asigna el festival a Apolo Amicleo y a Jacinto juntos. Este Apolo Amicleo, sin embargo, con el que Jacinto fue asimilado en los últimos tiempos, no debe ser confundido con Apolo, la divinidad nacional de los dorios (Müller, Orchomenos und die Minyer P327, Die Dorier II 0.8 § 15) El festival duraba tres días y se celebraba a finales de la primavera, en el mes espartano Fliasio (luna de Mayo), o a principios del verano, en el mes Jacintio (luna de Junio), comenzando el día más largo de este mes que correspondía al Hecatombeón ateniense. El primer día y el último eran días de duelo, se ofrecían sacrificios a los muertos y se lamentaba y recordaba la muerte de Jacinto. Durante estos dos días nadie llevaba guirnaldas, no se comía pan, no se cantaban himnos en honor de Apolo y, cuando los banquetes terminaban, todo el mundo se iba a casa con el mayor orden. Este carácter grave y melancólico era ajeno a todos los otros festivales de Apolo. Aún así, el tercer día no está descrito con precisión, es probable que fuera el más solemne, dado que, por otro lado, se sabe que, para esta fiesta, las mujeres de Esparta tejían, a lo largo del año, un quitón que después se ofrecía al dios; tradición similar al peplo ofrecido a Atenea durante las Panateneas.

El segundo día, sin embargo, era un día de júbilo y diversiones, en recuerdo de la resurrección de Jacinto. Amiclas era visitada por un gran número de extranjeros (πανήγυρις ἀξιόλογος καὶ μεγάλη, festival importante y digno de mención), y los jóvenes tañían la cítara o cantaban con acompañamiento de flauta, y se cantaba en metro anapéstico el himno de Apolo, mientras que otros, con ropa espléndida, realizaban una carrera de caballos en el teatro. Esta carrera de caballos es probablemente el ἀγών (competición) mencionado por Estrabón (VI p278):

συνέκειτο μὲν δὴ τοῖς Ὑακινθίοις ἐν τῶι Ἀμυκλαίωι συντελουμένου τοῦ ἀγῶνος, ἡνίκ᾽ ἂν τὴν [κυνῆν] περίθηται ὁ Φάλανθος, ποιεῖσθαι τὴν ἐπίθεσιν· γνώριμοι δ᾽ ἦσαν ἀπὸ τῆς κόμης οἱ τοῦ δήμου. ἐξαγγειλάντων δὲ λάθραι τὰ συγκείμενα τῶν περὶ Φάλανθον καὶ τοῦ ἀγῶνος ἐνεστῶτος, προελθὼν ὁ κῆρυξ εἶπε μὴ περιθέσθαι κυνῆν Φάλανθον. οἱ δ᾽ αἰσθόμενοι ὡς μεμηνύκασι τὴν ἐπιβουλὴν οἱ μὲν διεδίδρασκον οἱ δὲ ἱκέτευον. κελεύσαντες δ᾽ αὐτοὺς θαρρεῖν φυλακῆι παρέδοσαν, τὸν δὲ Φάλανθον ἔπεμψαν εἰς θεοῦ περὶ ἀποικίας·

Se acordó, sin embargo, que el ataque debía hacerse en el festival de las Jacintias en el Amicleo mientras los juegos se celebraban, en el momento en que Falanto debía ponerse su gorro de cuero (los ciudadanos libres eran reconocibles por su cabello); pero cuando Falanto y sus hombres informaron en secreto del acuerdo, y cuando los juegos estaban en marcha, el heraldo se acercó y le prohibió a Falanto ponerse un gorro de cuero, y cuando los conspiradores contaron que el complot había sido revelado, algunos de ellos comenzaron a huir y otros suplicaron, pero se les pidió tener buen ánimo y fueron entregados a la custodia; Falanto, sin embargo, fue enviado al templo del dios para consultar sobre la fundación de una colonia

Se agasaja no sólo a los llegados de nuestra tierra, sino también a los extranjeros que se hallan presentes, dice Polemón de Ilio en Ateneo III, 138f

Después de esta carrera, seguía una serie de coros de jóvenes a cargo de un χοροποιός, director del coro (Jen. Agesil.2.17), en el que se cantaban algunas de sus canciones nacionales (ἐπιχώρια ποιήματα):

ἐκ δὲ τούτου κατανοήσας τοὺς Ἀργείους τὰ μὲν οἴκοι καρπουμένους, Κόρινθον δὲ προσειληφότας, ἡδομένους δὲ τῷ πολέμῳ, στρατεύει ἐπ᾽ αὐτούς· καὶ δῃώσας πᾶσαν αὐτῶν τὴν χώραν εὐθὺς ἐκεῖθεν ὑπερβαλὼν κατὰ τὰ στενὰ εἰς Κόρινθον αἱρεῖ τὰ ἐπὶ τὸ Λέχαιον τείνοντα τείχη: καὶ ἀναπετάσας τῆς Πελοποννήσου τὰς πύλας οὕτως οἴκαδε ἀπελθὼν εἰς τὰ Ὑακίνθια ὅπου ἐτάχθη ὑπὸ τοῦ χοροποιοῦ τὸν παιᾶνα τῷ θεῷ συνεπετέλει.

En el mismo momento, dándose cuenta de que los argivos, felices en sus casas y dueños de Corinto, se complacían en hacer la guerra, él se la declara, devastando todo su territorio, atravesando los desfiladeros desde allí hasta Corinto, se apodera de las murallas que descienden al Leceo; derribando las puertas del Peloponeso, regresa a su ciudad natal para las Jacintias, y tiene el lugar que le ha sido asignado por el jefe de los coros, canta el peán en honor del dios.

Durante los cantos de los coros los danzantes realizaban movimientos antiguos y sencillos con el acompañamiento de la flauta y el canto. Las doncellas espartanas y amicleas, después de esto, montadas en carros hechos de mimbre (κάναθρα), y adornados maravillosamente, llevaban a cabo una hermosa procesión. En este día se ofrecían también numerosos sacrificios y los ciudadanos mantenían sus puertas abiertas para los amigos y parientes, y hasta a los esclavos se les permitía disfrutar (Dídimo, Ateneo IV 139d, e, f. ):

τοῖς πεντακοσίοιςφησὶ τάδε: ‘ Πολυκράτης,’ φησί, “ ἐν τοῖς Λακωνικοῖς ἱστορεῖ ὅτι τὴν μὲν τῶν Ὑακινθίων θυσίαν οἱ Λάκωνες ἐπὶ τρεῖς ἡμέρας συντελοῦσι καὶ διὰ τὸ πένθος τὸ γινόμενον περὶ τὸν Ὑάκινθον οὔτε στεφανοῦνται ἐπὶ τοῖς δείπνοις οὔτε ἄρτον εἰσφέρουσιν οὔτε ἄλλα πέμματα καὶ τὰ τούτοις ἀκόλουθα διδόασι καὶ τὸν εἰς τὸν θεὸν παιᾶνα οὐκ ᾁδουσιν οὐδ᾽ ἄλλο τι τοιοῦτον εἰσάγουσιν οὐδὲν καθάπερ ἐν ταῖς ἄλλαις θυσίαις ποιοῦσιν, ἀλλὰ μετ᾽ εὐταξίας πολλῆς δειπνήσαντες ἀπέρχονται, τῇ δὲ μέσῃ τῶν τριῶν ἡμερῶν γίνεται θέα ποικίλη καὶ πανήγυρις ἀξιόλογος καὶ μεγάλη. παῖδές τε γὰρ κιθαρίζουσιν ἐν χιτῶσιν ἀνεζωσμένοις καὶ πρὸς αὐλὸν ᾁδοντες πάσας ἅμα τῷ πλήκτρῳ τὰς χορδὰς ἐπιτρέχοντες ἐν ῥυθμῷ μὲν ἀναπαίστῳ, μετ᾽ ὀξέος δὲ τόνου τὸν θεὸν ᾁδουσιν ἄλλοι δ᾽ ἐφ᾽ ἵππων κεκοσμημένων τὸ θέατρον διεξέρχονται: χοροί τε νεανίσκων παμπληθεῖς εἰσέρχονται καὶ τῶν ἐπιχωρίων τινὰ ποιημάτων ᾁδουσιν, ὀρχησταί τε ἐν τούτοις ἀναμεμιγμένοι τὴν κίνησιν ἀρχαικὴν ὑπὸ τὸν αὐλὸν καὶ τὴν ᾠδὴν ποιοῦνται, τῶν δὲ παρθένων αἱ μὲν ἐπὶ κανάθρων φέρονται πολυτελῶς κατεσκευασμένων , αἱ δ᾽ ἐφ᾽ ἁμίλλαις ἁρμάτων ἐζευγμένων πομπεύουσιν, ἅπασα [p. 138] δ᾽ ἐν κινήσει καὶ χαρᾷ τῆς θεωρίας ἡ πόλις καθέστηκεν. ἱερεῖά τε παμπληθῆ θύουσι τὴν ἡμέραν ταύτην καὶ δειπνίζουσιν οἱ πολῖται πάντας τοὺς γνωρίμους καὶ τοὺς δούλους τοὺς ἰδίους: οὐδεὶς δ᾽ ἀπολείπει τὴν θυσίαν, ἀλλὰ κενοῦσθαι συμβαίνει τὴν πόλιν πρὸς τὴν θέαν.

Dídimo dice: Polícrates refiere, en su Historia de Esparta, que el sacrificio de las Jacintias los laconios lo celebran durante tres días y a causa de la pena que hay por Jacinto ni se coronan en los banquetes ni llevan trigo ni otros pasteles y se abstienen de cantar el himno al dios y no introducen ninguna otra cosa por el estilo que sí hacen en otros festivales. Por el contrario, comen con gran moderación y luego se van. Pero, en medio de estos tres días hay un espectáculo variopinto y una romería notable y muy grande. Pues los niños tocan la cítara y cantan con acompañamiento de flauta al dios  en ritmo anapéstico y con tono agudo. Toda la ciudad se pone en movimiento. Otros marchan al teatro montados en caballos adornados con alegría; coros completos de jóvenes entran y cantan algunas de sus canciones nacionales, y se baila en ellos mezclando el movimiento en el estilo antiguo, acompañado por la flauta, y cantan. En cuanto a las chicas, algunas son llevadas en carros de mimbre suntuosamente decorados; desfilan otras en carros uncidos a dos caballos y toda la ciudad se entrega al bullicio y la alegría de la fiesta. En ese día se sacrifican muchas víctimas, y los ciudadanos invitan a cenar a todos sus conocidos y a sus propios esclavos. Ninguno falta al sacrificio sino que sucede que la ciudad se vacía para ir al espectáculo. 

Con ocasión del llamado κοπίς, banquete con que los ciudadanos agasajaban a parientes familiares y extranjeros, se celebraban también sacrificios. La kopis se desarrollaba bajo tiendas (σκηναί), rasgo característico de las fiestas campestres arcaicas. Molpis (Ateneo. IV 140 a, b) lo describe como un conjunto de pasteles, pan, carne, hierbas crudas, caldo, higos, postre y semillas de altramuz. La noche de este segundo día se celebraba una fiesta nocturna por la resurrección del dios y por la alegría que comportaba el almacenamiento de las cosechas.

ποττὰν κοπίδ᾽, οἰῶ, σώμαι
ἐν Ἀμυκλαῖον παρ᾽ Ἀπέλλω,
εἷ βάρακες πολλαὶ κἄρτοι
καὶ δωμὸς τοι μάλα ἁδύς,
διαρρήδην λέγων μάζας ἐν ταῖς κοπίσι παρατίθεσθαι—τοῦτο γὰρ αἱ βάρακες δηλοῦσιν, οὐχὶ τολύπας, ὥς φησι Λυκόφρων, ἢ τὰ προφυράματα τῶν μαζῶν, ὡς Ἐρατοσθένης—καὶ ἄρτους δὲ καὶ ζωμόν τινα καθηδυσμένον περιττῶς. τίς δέ ἐστιν ἡ κοπὶς σαφῶς ἐκτίθεται Μόλπις ἐν τῇ Λακεδαιμονίων πολιτείᾳ γράφων οὕτως ' ποιοῦσι δὲ καὶ τὰς καλουμένας κοπίδας· ἐστὶν δ᾽ ἡ κοπὶς δεῖπνον, μᾶζα, ἄρτος, κρέας, λάχανον ὠμόν, - ζωμός, σῦκον, τράγημα, θέρμος 

Voy, creo, al banquete
en el Amicleo de Apolo,
donde hay muchos pasteles y panes de trigo
y un caldo que es muy agradable.
diciendo expresamente que se sirven en los banquetes tortas de cebada_ Pues esto dan a entender los pasteles, y no tolipas, como dice Licofrón, o masa de tortas de cebada en el primer amasado, como Eratóstenes dice_ y panes de trigo y un caldo extraordinariamente agradable. Qué es, pues, la kopís lo establece claramente Molpis en su Constitución de los lacedemonios cuando escribe así: celebran también las llamadas kopís. La cena-banquete está compuesta de torta de cebada, pan de trigo, carne, verdura cruda, caldo, higos, golosinas y altramuces.

N.B. Tolipa: especie de pastel con forma de pelota
Barakes: especie de pastel o bien tortas de cebada (por lo visto, sinónimo, en algunos contextos, de maza)

Algunos escritores antiguos, cuando se habla de las Jacintias, aplican al festival entero los epítetos que solo pueden ser utilizados en lo que respecta al segundo día, por ejemplo, cuando lo llaman feliz o solemne o alegre. Macrobio (I Saturn. XVIII,2) establece que se llevaban guirnaldas de hiedra en las Jacintias, pero solo puede ser verdad si se refiere a la segunda jornada:

Apud Lacedaemonios etiam in sacris quae Apollini celebrant, Hyacinthia vocantes, hedera coronantur Bacchico ritu.

Entre los lacedemonios también en las (fiestas) sagradas que celebran en honor de Apolo, llamadas Jacintias, se coronan con hiedra como en el rito báquico.

La inexactitud de estos escritores está, sin embargo, en cierta medida justificada por el hecho de que el segundo día conforma la parte principal de la temporada de fiestas, como se desprende de la descripción de Dídimo, y también como puede deducirse de Jenofonte (Hellen. IV, 5, 11; comparar Agesil 2.17), que hace del himno a Apolo la parte principal de las Jacintias:

ἐγένετο δὲ τὸ τῆς μόρας πάθος τοιῷδε τρόπῳ. οἱ Ἀμυκλαῖοι ἀεί ποτε ἀπέρχονται εἰς τὰ Ὑακίνθια ἐπὶ τὸν παιᾶνα, ἐάν τε στρατοπεδευόμενοι τυγχάνωσιν ἐάν τε ἄλλως πως ἀποδημοῦντες. καὶ τότε δὴ τοὺς ἐκ πάσης τῆς στρατιᾶς Ἀμυκλαίους κατέλιπε μὲν Ἀγησίλαος ἐν Λεχαίῳ. ὁ δ᾽ ἐκεῖ φρουρῶν πολέμαρχος τοὺς μὲν ἀπὸ τῶν συμμάχων φρουροὺς παρέταξε φυλάττειν τὸ τεῖχος, αὐτὸς δὲ σὺν τῇ τῶν ὁπλιτῶν καὶ τῇ τῶν ἱππέων μόρᾳ παρὰ τὴν πόλιν τῶν Κορινθίων τοὺς Ἀμυκλαιεῖς παρῆγεν.

Ahora bien, he aquí cómo tuvo lugar el suceso de este cuerpo de infantería. Los amicleos, si por casualidad se encuentran en campaña o en algún lugar alejados de sus casas, siempre vuelven para las Jacintias para el peán; y esta vez Agesilao dejó en Leceo a los amicleos de todo su ejército. El polemarca que comandaba allí la guarnición ordenó a las guarniciones de los aliados vigilar la muralla y él mismo con una división de hoplitas y de caballeros condujo a los amicleos hasta la ciudad de los Corintios.

La gran importancia de este festival se encuentra en el hecho de que los habitantes de Amiclas, aun cuando habían tomado el campo frente a un enemigo, siempre volvían a casa para asistir a las Jacintias, pues no podían descuidar su celebración (Jen. Hellen IV, 5, 11; Paus III, 10, 1 ):

οὐ πολλῷ δὲ ὕστερον τὸν ἀγῶνα ἔθηκαν τῶν Ἰσθμίων οἱ ἐπὶ λακωνισμῷ φεύγοντες Κορίνθιοι. οἱ δὲ ἐν τῇ πόλει τότε μὲν τῷ Ἀγησιλάου δείματι ἡσύχαζον: ἀναζεύξαντος δὲ ἐς τὴν Σπάρτην, οὕτω καὶ αὐτοὶ μετὰ Ἀργείων τὰ Ἴσθμια ἄγουσιν. ἀφίκετο δὲ καὶ αὖθις ἐπὶ Κόρινθον στρατιᾷ: καὶ—ἐπῄει γὰρ Ὑακίνθια—ἀφίησι τοὺς Ἀμυκλαιεῖς οἴκαδε ἀπελθόντας τὰ καθεστηκότα τῷ τε Ἀπόλλωνι καὶ Ὑακίνθῳ δρᾶσαι. ταύτην τὴν μοῖραν ἐπιθέμενοι καθ᾽ ὁδὸν Ἀθηναῖοι καὶ Ἰφικράτης διέφθειραν·

Poco tiempo después, los Corintios que habían huído por su inclinación a los espartanos, celebraron los juegos ístmicos, y los que permanecían en la ciudad contenidos por la presencia de Agesilao, no se atrevieron a oponerse; pero como Agesilao estaba de vuelta a Esparta, estos celebraron los juegos ístmicos con los argivos. Agesilao llegó de nuevo a Corinto con su ejército, y viendo que se acercaban las Jacintias, dejó que los amicleos volvieran a sus casas, a cumplir con lo establecido para Apolo y Jacinto. Los Atenienses e Ifícrates, destruyeron este batallón, después de atacarlo en el camino.


Y que los lacedemonios en una ocasión pactaron una tregua de cuarenta días con la ciudad de Eira, sólo para poder volver a casa y celebrar la Fiesta Nacional (Pausanias IV, 19, 3-4):
 
τοῦτον μὲν δὴ λέγουσι καὶ ἐπὶ ταῖς ὕστερον θῦσαι καταδρομαῖς θυσίαν τρίτην, Λακεδαιμόνιοι δὲἐπῄει γὰρ  Ὑακίνθιαπρὸς τοὺς ἐν τῇ Εἴρᾳ τεσσαράκοντα ἐποιήσαντο ἡμερῶν σπονδάς· καὶ αὐτοὶ μὲν ἀναχωρήσαντες οἴκαδε ἑώρταζον, Κρῆτες δὲ τοξόταιμετεπέμψαντο γὰρ ἔκ τε Λύκτου καὶ ἑτέρων πόλεων μισθωτούςοὗτοί σφισιν ἀνὰ τὴν Μεσσηνίαν ἐπλανῶντο. Ἀριστομένην οὖν, ἅτε ἐν σπονδαῖς ἀπωτέρω τῆς Εἴρας γενόμενον καὶ προϊόντα ἀδεέστερον, ἑπτὰ ἄνδρες ἀπὸ τῶν τοξοτῶν τούτων ἐλόχησαν, συλλαβόντες δὲ τοῖς ἱμᾶσιν οἷς εἶχον ἐπὶ ταῖς φαρέτραις δέουσιν.

Se dice incluso que le ofreció un triple sacrificio después de las incursiones posteriores. Entretanto _ pues estaban ya llegando las fiestas Jacintias_ los lacedemonios pactaron una tregua de cuarenta días con los sitiados en Eira y, volviendo a sus casas, celebraron esta fiesta. Los arqueros de Licto y de otras ciudades de Creta que habían tomado a sueldo, continuaron recorriendo Mesenia. Siete de ellos se ven en una emboscada por capturar a Aristomeno que en fe a los tratados se había apartado de Eira y marchado sin precaución, habiéndolo capturado, lo ataron con las correas de sus aljabas.

Y que en un tratado con Esparta en 421 aC, la Paz de Nicias, los atenienses, con el fin de mostrar su buena voluntad hacia Esparta, prometieron todos los años asistir a la celebración de la Jacintias (Tucíd.V, 23, 4):

ὀμοῦνται δὲ ταῦτα οἵπερ καὶ τὰς ἄλλας σπονδὰς ὤμνυον ἑκατέρων. ἀνανεοῦσθαι δὲ <τὸν ὅρκον> κατ᾽ ἐνιαυτὸν Λακεδαιμονίους μὲν ἰόντας ἐς Ἀθήνας πρὸς τὰ Διονύσια, Ἀθηναίους δὲ ἰόντας ἐς Λακεδαίμονα πρὸς τὰ Ὑακίνθια.

Jurarán esta alianza los mismos que juraron el otro acuerdo por los dos bandos; y se renovará anualmente, acudiendo los lacedemonios a Atenas a las Dionisias y los atenienses a Esparta, a las Jacintias.

Aparte de la leyenda de los amores de Apolo, otros autores ven en estas fiestas el testimonio de un culto ctónico anterior a la llegada de los helenos y consagrado a las fuerzas naturales.








dissabte, 5 de maig del 2012

ΤΑ ΓΥΜΝΟΠΑΙΔΙΑ. GYMNOPAEDIAE


Desde finales del s. VII hasta las primeras décadas del VI a. C. Esparta logró reunir a excelentes representantes de las artes y las letras. Allí vivieron y trabajaron Alcmán, quizás de Sardes, Terpandro de Lesbos, Taletas de Gortina, Jenócrito de Locros, Sacadas de Argos, y muchos otros. Había fiestas famosas: Jacintias, Carneas, Gimnopedias eran celebradas con esplendor, y los coros, presentados en ocasiones solemnes, eran bien conocidos en toda Grecia. Así dice Píndaro refiriéndose a Esparta: donde son preeminentes los consejos de los ancianos, las lanzas de los jóvenes, los coros, la Musa y Aglaya (Fr. 199 S.-M.): 

ἔνθα βουλαὶ γερόντων
καὶ νέων ἀνδρῶν ἀριστεύοισιν αἰχμαί,
καὶ χοροὶ καὶ Μοῖσα καὶ Ἀγλαΐα
 

En las Gimnopedias, organizadas por Taletas, actuaban dos coros: uno de adolescentes, otro de hombres casados. Algunas de estas manifestaciones resultan sorprendentes para nosotros, por ejemplo las danzas β(α)ρυλλικά en honor de Artemisa en las que los bailarines llevaban horribles máscaras de mujeres viejas, máscaras extrañas cuyo estilo evoca, en ciertos aspectos, el arte maorí.

En términos generales, parece que estas fiestas alcanzaban un nivel muy alto de refinamiento artístico: por mutilados que estén los fragmentos del Partenio de Alcmán (frg. 1), donde un coro de jóvenes doncellas celebra en versos encendidos la belleza de sus educadoras _ Agido, Hagesícora_ evocan magníficamente aquella atmósfera impregnada de gracia y de poesía, de juventud y también de buen humor, incluso, de travesura. Qué decir también de aquel otro fragmento (frg. 26) en que el viejo maestro (pues semejante perfección técnica exigía una enseñanza, entrenadores y maestros) entra él mismo en escena, en una relación familiar y sin embargo delicada con sus jóvenes coristas: lamentando que sus miembros, agotados por la edad, no le permitan ya intervenir en sus danzas, y agrega que desearía ser el pájaro κηρύλος, el alción macho, al cual las hembras transportan sobre sus alas.


 Lejos estamos aún, según se ve, de la clásica rigidez laconia, de esa Esparta totalmente militarizada […] ¡Qué lejos estamos, en particular, de esa educación severa, salvaje, de un utilitarismo bárbaro que la tradición atribuye a Esparta!

Pero a esta primavera precoz y florida sucede un verano ingrato: los historiadores están más o menos de acuerdo en situar hacia el 550 un brusco estancamiento del desarrollo, hasta entonces regular, de Esparta. El punto de partida fue una revolución política y social con la que la aristocracia, dirigida tal vez por el éforo Quilón, puso fin a la agitación de las clases populares, que podían haber provocado la segunda guerra de Mesenia, y consolidó su triunfo conformando todo un marco de instituciones apropiadas.
 
Las Gimnopedias, o festival de los «jóvenes desnudos», se celebraban en Esparta cada año en el mes de julio en honor a Apolo Pitio, Artemisa y Leto. Al respecto, el espartano Megilo, en Las Leyes (Platón, I, 633), las llama un temible endurecimiento (...), de temibles ejercicios de resistencia que hay que soportar con la violencia de la canícula.

En el ágora de la ciudad se erigían las estatuas de los dioses honrados y alrededor de ellos los jóvenes espartanos desnudos ejecutaban danzas en su honor, que imitaban representaciones teatrales y ejercicios gimnásticos, con el acompañamiento musical de los peanes de Dionisodoro o de las canciones de Alcmán y de Taletas. En Pausanias, III.11, 9, leemos:

τὰ μὲν Τισαμενοῦ τοιαῦτα ἐπυνθανόμην ὄντα. Σπαρτιάταις δὲ ἐπὶ τῆς ἀγορᾶς Πυθαέως τέ ἐστιν καὶ Ἀπόλλωνος καὶ Ἀρτέμιδος καὶ Λητοῦς ἀγάλματα. Χορὸς δὲ οὗτος ὁ τόπος καλεῖται πᾶς, ὅτι ἐν ταῖς γυμνοπαιδίαις—ἑορτὴ δὲ εἴ τις ἄλλη καὶ αἱ γυμνοπαιδίαι διὰ σπουδῆς Λακεδαιμονίοις εἰσίν—ἐν ταύταις οὖν οἱ ἔφηβοι χοροὺς ἱστᾶσι τῷ Ἀπόλλωνι.

Estas son las cosas que supe sobre Tisameno. Los Espartanos tienen en el ágora las estatuas de Apolo Pitio, de Artemisa y de Leto. Todo este lugar recibe el nombre de Coro, porque en él, en las Gimnopedias _fiestas que los Lacedemonios celebran con gran solemnidad_ los jóvenes forman coros en honor de Apolo. 

Según algunos testimonios, la duración de la fiesta era de diez días. El último día y en el coro del teatro, participaban en las danzas también los hombres de la ciudad. El líder del coro (προστάτης o χοροποιός) llevaba puesta una especie de corona de flores, llamada στέφανος θυρεατικός, en conmemoración de la victoria de los Espartanos en Tirea. La participación de los hombres se estableció probablemente en memoria de esa victoria contra los argivos y la conquista de Cinuria (546 a.C.), pero también en honor del héroe Ortiades. La parte de las Gimnopedias dedicada a los hombres se desarrolla en ofrendas de libación y danzas de jóvenes guerreros desnudos con largos cabellos (en relación al juramento de sus adversarios de no cortar sus largos cabellos y de que las mujeres argivas no volvieran a llevar ornamentos de oro, si no reconquistaban Cinuria)  Los Espartanos que habían caído en aquella batalla siempre eran elogiados con canciones en este festival. Signo de su importancia es la información conservada de que los espartanos no interrumpieron la celebración de las Gimnopedias ni siquiera cuando llegó la noticia de la total destrucción de su ejército en la batalla de Leuctra. Plutarco, Agesilao 29, 2:
 
μὲν γὰρ Ξενοφῶν φησι τῶν ἀγαθῶν ἀνδρῶν ἔχειν τι καὶ τὰς ἐν οἴνῳ καὶ παιδιᾷ φωνὰς καὶ διατριβὰς ἀξιομνημόνευτον, ὀρθῶς λέγων: ἔστι δὲ οὐχ ἧττον, ἀλλὰ καὶ μᾶλλον ἄξιον κατανοεῖν καὶ θεᾶσθαι τῶν ἀγαθῶν παρὰ τὰς τύχας πράττουσι καὶ λέγουσι διευσχημονοῦντες. ἔτυχε μὲν γὰρ ἡ πόλις ἑορτὴν ἄγουσα καὶ ξένων οὖσα μεστή: γυμνοπαιδίαι γὰρ ἦσαν ἀγωνιζομένων χορῶν ἐν τῷ θεάτρῳ, παρῆσαν δ᾽ἀπὸ Λεύκτρων οἱ τὴν συμφορὰν ἀπαγγέλλοντες.

Y si dice Jenofonte que de los hombres excelentes aun las conversaciones y palabras de que usan en medio del solaz y los banquetes tienen algo digno de recuerdo, en lo que ciertamente tiene razón, aún es más digno de saberse y quedar en memoria lo que los hombres formados a la virtud hacen y dicen con decoro cuando les es contraria la fortuna. Porque hacía la casualidad que Esparta solemnizase una de sus festividades, y fuese grande en ella el concurso de forasteros con motivo de celebrarse combates gimnásticos, cuando llegaron de Leuctra los que traían la nueva de aquel infortunio.



γενομένων δὲ τούτων, ὁ μὲν εἰς τὴν Λακεδαίμονα ἀγγελῶν τὸ πάθος ἀφικνεῖται γυμνοπαιδιῶν τε οὔσης τῆς τελευταίας καὶ τοῦ ἀνδρικοῦ χοροῦ ἔνδον ὄντος· οἱ δὲ ἔφοροι ἐπεὶ ἤκουσαν τὸ πάθος, ἐλυποῦντο μέν, ὥσπερ, οἶμαι, ἀνάγκη· τὸν μέντοι χορὸν οὐκ ἐξήγαγον, ἀλλὰ διαγωνίσασθαι εἴων. καὶ τὰ μὲν ὀνόματα πρὸς τοὺς οἰκείους ἑκάστου τῶν τεθνεώτων ἀπέδοσαν: προεῖπαν δὲ ταῖς γυναιξὶ μὴ ποιεῖν κραυγήν, ἀλλὰ σιγῇ τὸ πάθος φέρειν. τῇ δ᾽ ὑστεραίᾳ ἦν ὁρᾶν, ὧν μὲν ἐτέθνασαν οἱ προσήκοντες, λιπαροὺς καὶ φαιδροὺς ἐν τῷ φανερῷ ἀναστρεφομένους, ὧν δὲ ζῶντες ἠγγελμένοι ἦσαν, ὀλίγους ἂν εἶδες, τούτους δὲ σκυθρωποὺς καὶ ταπεινοὺς περιιόντας.

Después de estos acontecimientos, el mensajero que llevó a Lacedemonia la noticia de este desastre llegó el último día de las Gimnopedias, en el momento en que el coro de hombres estaba en el teatro. Los éforos, cuando oyeron la desgracia, se afligieron, como, creo, es forzoso. Sin embargo, no aplazaron el coro y dejaron que los juegos acabaran. Dieron seguidamente el nombre de los muertos a cada uno de los padres, recomendando a las mujeres no dar gritos, sino soportar su dolor en silencio. Al día siguiente, se pudo ver a los padres de los que estaban muertos aparecer en público, alegres y felices, mientras que los padres de aquellos que habían sobrevivido se mostraron en pequeño número, el aire triste y humillado.

En Tucídides V, 82,2, encontramos también la misma referencia. También Eusebio de Cesarea afirma que el festival fue instituido en honor a los Espartanos que cayeron luchando contra los argivos por la posesión de Tirea.

Los jóvenes en sus bailes realizaban movimientos rítmicos parecidos a los ejercicios de la palestra y al pancracio, y también imitaban los gestos salvajes de la adoración a Dioniso. Según Ateneo, Deipnosofistas, XIV, 30: 

ἔοικεν δὲ ἡ γυμνοπαιδικὴ τῇ καλουμένῃ ἀναπάλῃ παρὰ τοῖς παλαιοῖς. γυμνοὶ γὰρ ὀρχοῦνται οἱ παῖδες πάντες, ἐνρύθμους φοράς τινας ἀποτελοῦντες καὶ σχήματά τινα τῶν χειρῶν κατὰ τὸ ἁπαλόν, ὥστ᾽ ἐμφαίνειν θεωρήματά τινα τῆς παλαίστρας καὶ τοῦ παγκρατίου, κινοῦντες ἐνρύθμως τοὺς πόδας, τρόποι δὲ αὐτῆς οἵ τε ὠσχοφορικοὶ καὶ οἱ βακχικοί, ὥστε καὶ τὴν ὄρχησιν ταύτην εἰς τὸν Διόνυσον ἀναφέρεσθαι. Ἀριστόξενος δέ φησιν ὡς οἱ παλαιοὶ γυμναζόμενοι πρῶτον [p. 406] ἐν τῇ γυμνοπαιδικῇ εἰς τὴν πυρρίχην ἐχώρουν πρὸ τοῦ εἰσιέναι εἰς τὸ θέατρον. καλεῖται δ᾽ ἡ πυρρίχη καὶ χειρονομία, ἡ δ᾽ ὑπορχηματική ἐστιν ἐν ᾗ ᾁδων ὁ χορὸς ὀρχεῖται.

Pero la gimnopédica se parece a la danza llamada por los antiguos anapale (danza que imitaba una lucha). Todos los muchachos danzan desnudos, realizando una especie de movimiento en tiempo regular, y de gestos de la mano como aquellos usados por los luchadores: de modo que los bailarines ofrecen una especie de espectáculo parecido al de la palestra y el pancracio, moviendo sus pies en tiempo regular. Y los modos diferentes de esa danza se llaman oscofóricos (relativo a las fiestas de las Oscoforias) y báquicos, de modo que esta clase de danza también tenga alguna referencia a Baco. Pero Aristoxeno dice que los antiguos, después de ejercitarse en las gimnopédicas, seguían con la pírrica antes de entrar en el teatro: y la danza pírrica también es llamada quironomía (maniobra de lucha para cansar al adversario que intenta parar los golpes). Pero la danza hiporcemática consiste en que el coro baila cantando. 


Se hace otro tanto en la danza llamada el Collar. Es, en efecto, una especie de danza común a chicos y chicas, que bailan de uno en uno, intentando formar un collar. El círculo empieza por un joven que salta sobre otro como deberá más tarde hacer en la guerra; después viene una joven, que ejecuta pasos modestos y que muestra cómo deben bailar las mujeres, de manera que puede decirse que el collar representa la unión de la fuerza y de la modestia. Las Gimnopedias son otro tipo de danza parecida, usual entre los Lacedemonios.

  
Müller (History of Greek Literature, vol. I p161) supone, con gran probabilidad, que los bailes de las Gimnopedias consistían en parte en representaciones mímicas, dado que el establecimiento de los bailes y entretenimientos musicales en este festival fue asignado a los músicos, a la cabeza de los cuales estaba Taletas. Plutarco, De Musica, c9:

La música entonces recibió su primera constitución de Terpandro en Esparta. De la segunda constitución, Taletas de Gortina, Xenodamo el Citerense, Xenócrito el Locrio, Polimnesto de Colofón y Sacadas el Argivo se reconoció merecidamente que eran los autores. Por ellos, después de haber introducido las Gimnopedias en Lacedemonia, se establecieron las llamadas Apodixis entre los Arcadios y las Endimatia en Argos. Ahora bien, Taletas, Xenodamo y Xenócrito, y sus seguidores, eran poetas adictos a la composición de peanes; Polimnesto para lo militar y Sacadas para las elegías. Los otros, y entre ellos Pratinas, afirman que Xenodamo fue un compositor de canciones para bailes (Hiporcemas), y no de peanes; y se conserva una melodía de Xenodamo, que claramente parece haber sido compuesta para un baile. Que un peán se diferencia de una canción hecha para un baile se manifiesta en los poemas de Píndaro, quien hizo ambos.

En el desarrollo de las Gimnopedias, durante las cuales Esparta era visitada por gran número de forasteros, reinaba en la ciudad una atmósfera de gran alegría y jovialidad, las celebraciones religiosas constituían una sección importante de la educación formal de los jóvenes. Jenofonte, Memor. I, 2, 61:

ἀλλὰ Σωκράτης γε καὶ πρὸς τοὺς ἄλλους ἀνθρώπους κόσμον τῇ πόλει παρεῖχε πολλῷ μᾶλλον ἢ Λίχας τῇ Λακεδαιμονίων, ὃς ὀνομαστὸς ἐπὶ τούτῳ γέγονε. Λίχας μὲν γὰρ ταῖς γυμνοπαιδίαις τοὺς ἐπιδημοῦντας ἐν Λακεδαίμονι ξένους ἐδείπνιζε, Σωκράτης δὲ διὰ παντὸς τοῦ βίου τὰ ἑαυτοῦ δαπανῶν τὰ μέγιστα πάντας τοὺς βουλομένους ὠφέλει: βελτίους γὰρ ποιῶν τοὺς συγγιγνομένους ἀπέπεμπεν.

Pero Sócrates hizo mucho más para ganar el respeto para el Estado en el mundo en libertad que Licas, cuyos servicios a Esparta han hecho su nombre inmortal. Licas se dedicaba a entretener a los forasteros que se quedan en Esparta durante el Banquete de las Gimnopedias; pero Sócrates gastó su vida en prodigar sus regalos y dar los mayores servicios a todos los que querían recibirlos. Ya que siempre hacía a sus socios mejores hombres antes de separarse de ellos.

El término aparece en textos de Heródoto y varios autores del período ático y de la Koiné. Mientras para los más tempranos de estos autores el sentido del término Gimnopedia aparece relacionado predominantemente con un festival que incluía varios bailes, deportes, etc., en los períodos posteriores de la antigüedad las Gimnopedias, como se ha visto, se mencionan como un tipo de danza. Heródoto VI, 67:

En cuanto a la deposición de Demarato, sucedió de este modo; huyó Demarato de Esparta a Media por esta nueva afrenta. Después de su deposición, ejercía un cargo para el que había sido elegido. Celebrábanse las Gimnopedias; las contemplaba Demarato, y Leotíquidas, que ya era rey en su lugar, le envió un servidor para preguntarle, por mofa y escarnio, qué tal le parecía ser magistrado después de ser rey. Dolido por la pregunta, respondió Demarato que él ya había probado lo uno y lo otro y Leotíquidas no, y que esa pregunta sería para los lacedemonios origen de infinita dicha o de infinita miseria. Dijo, y embozado, salió del teatro para su casa; y sin dilación alguna preparó y sacrificó a Zeus un buey y después del sacrificio llamó a su madre.

Plutarco también habla de medidas tomadas por Licurgo para penalizar a los hombres no casados: éstos no podían asistir a las Gimnopedias, debían desfilar en círculo alrededor del ágora mientras los jóvenes les entonaban canciones y no recibían los honores habituales dedicados a los ancianos. En Plutarco, Lic. 15, encontramos:  

Estas mismas cosas preparaban los casamientos: hablo de las reuniones de las doncellas, del presentarse desnudas y de sus combates en presencia de los jóvenes, que eran atraídos por una necesidad no geométrica, sino amorosa, como dice Platón (República, V,458d) Tachó Licurgo además a los célibes con cierta infamia: porque eran desechados del espectáculo de las doncellas en sus pompas; y en el invierno les hacían los presidentes dar desnudos una vuelta por la plaza; y los que por allí pasaban les cantaban cierto cantar, en el que se decía que les estaba bien empleado por no obedecer a las leyes. Eran asimismo privados de los honores que los jóvenes tributaban a los ancianos: así, nadie reprendió lo que contra Dercílidas se dijo, a pesar de ser un acreditado general; y fue que entrando él, uno de los jóvenes no le cedió el asiento, diciéndole: “Porque tú no dejas un hijo que me lo ceda a mí”

Platón elogia las Gimnopedias como un medio excelente para la educación: bailando enérgicamente en el calor del verano, la juventud Espartana era entrenada tanto en gracia musical como en el arte de la guerra al mismo tiempo.

La introducción de las Gimnopedias, que posteriormente pasaron a tener tanta importancia que se convirtieron en una institución para interpretaciones gimnásticas y teatrales y para cultivar las artes poéticas y musicales en Esparta, se data generalmente en el año 665 a.C., después de la segunda guerra contra Mesenia. Aproximadamente ocho siglos después de que tuvieran lugar las primeras, todavía sobrevivían en Lacedemonia. Según Luciano de Samosata (Sobrela danza, 10; 11; 12) todavía recuerdan un poco el arte marcial, cuando los jóvenes enlazarían con las gimnopedias inmediatamente después de su formación militar diaria. Por otra parte, las describe, como ya hemos visto, como otro tipo de danza pero no hace referencia a la desnudez y, según hemos visto, no son exclusivas de los hombres.