Primeros pasos de Margarite Gérad. |
En la infancia hay un proceso continuo de aprendizaje: a comer, a andar, a hablar... Uno de los momentos importantes que marcan la madurez de los niños es cuando comienzan a dar sus primeros pasos. De hecho este logro se usa para marcar una de las etapas de la vida como vemos en algunos manuscritos, por ejemplo en el Libro de las Propiedades de las cosas de Barthélemy L'Anglais (s. XV) En él vemos un bebé en su cuna, un niño que un carrito de madera que camina, otro que corre con un caballito, un adolescente, un joven, un adulto y un anciano para representar las Siete edades de la vida.
Para dar los primeros pasos los niños griegos y romanos también utilizaban andadores y correpasillos, pues se trata de objetos de puericultura conocidos desde la antigüedad clásica según observamos en documentos escritos y gráficos que nos permiten recorrer el largo viaje del andador infantil desde el siglo IV a. C. hasta nuestros días.
Para dar los primeros pasos los niños griegos y romanos también utilizaban andadores y correpasillos, pues se trata de objetos de puericultura conocidos desde la antigüedad clásica según observamos en documentos escritos y gráficos que nos permiten recorrer el largo viaje del andador infantil desde el siglo IV a. C. hasta nuestros días.
Cronológicamente, el
testimonio más antiguo que he localizado está datado entre los años 330 al 480
antes de Cristo en Atenas, se trata de un khous (χοῦς) de las Antesterias de figuras
rojas conservado en el Louvre siglos I-II d C. Los khoes (χόες) eran unos
jarritos muy pequeños (11 cm de alto y 15 de diámetro), en los que se ofrecía
vino a niños de más de tres años por primera vez en el día de las jarras en las fiestas de Dioniso llamadas Antesterias.
En cuanto a las
fuentes escritas es Sorano de Éfeso, médico en el siglo II que escribió un
tratado sobre Ginecología, quien hablando de los cuidados de los niños dice en libro II
Cuando el niño comienza a sentarse, hay que sostenerlo poniendo alrededor de él ropa (...), pero no por mucho tiempo al principio. Si hace más progresos, gatea y se mantiene de pie un poco, hay que colocarlo junto a una pared y dejarlo ahí, o más tarde ponerlo en una silla con ruedas (πρὸς δίφρον ὑποτρόχον). De esta manera, avanzando poco a poco aprenderá a caminar.
Hay más ejemplos que evidencian su naturaleza de objetos cotidianos, como vemos en esta figura de un niño con un andador de tres ruedas (siglo I-III d. C.) que se conserva en el Museo Británico.
Y también este fresco de la decoración mural de la Tumba de las pinturas en la Necrópolis de la Vía Portuense, actualmente en el Museo Nacional Romano de las Termas de Diocleciano en Roma. Está datado en el año 160 y representa claramente a un niño algo mayor con un andador.
Muy semejante es el que vemos en el sarcófago del Museo Nacional Romano usado por un bebé en sus primeros pasos (siglo II d. C.).
Por otra parte también están atestiguados los taca taca con cuatro ruedas que se utilizan cuando los niños son muy pequeños y aún no tienen mucha estabilidad. Así se constata en este relieve de un sarcófago de Zagreb datado en la segunda mitad del siglo III (dibujo de A. Tihibaudeau del libro Vita privata de R. Amedick).
Los reencontramos ya en el s. XV, por ejemplo, el bello ejemplar del andador del Niño Jesús que aparece en uno de los manuscritos iluminados más apreciados del
siglo XV, Las Horas de Catalina de Cleves. Se encuentra en el Museo Morgan
de Nueva York y en este enlace podemos ver algunas de sus ilustraciones.
Más tarde en el
siglo XVI, el Bosco en su obra las Tentaciones de San Antonio representa a un
demonio que camina con un andador de cuatro ruedas, a la derecha de San Antonio. También en 1577 Omnibonius Ferrarius en su De Arte Medica Infantium recomienda el uso de andadores para favorecer la movilidad de los niños. Nos ofrece una ilustración y aconseja que al principio del aprendizaje lleven un protector en la cabeza hecho con lino o piel y relleno de algodón para amortiguar los golpes o contusiones, es decir, una chichonera o gorra de cop.
Si queréis ver más ejemplos hasta nuestros días, mirad en este enlace de la wikipedia
La duda que se plantea ahora es y ¿cómo se llamaban? Hemos encontrado varias posibilidades
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La duda que se plantea ahora es y ¿cómo se llamaban? Hemos encontrado varias posibilidades
1) PLOSTELLUM. La encontramos en el Diccionario de Autores de Media y Baja latinidad, Du Cange et alii, 1833-87.
Nos da una cita de los Milagros de San Juan de Béverly en las Actas Sanctorum de Mayo del siglo XVII de Daniele Papebrochio (pág. 190 y 191) que sigue los escritos de
un monje de Canterbury llamado Folcard s. XI (pág. 166) en su obra La vida de San Juan de Beverly.
Por lo que la palabra plostellum, es un carrito (diminutivo de plaustrum, carro)
utilizado por los niños cuando aprenden a caminar, pues con el esfuerzo de su
cuerpo lo van empujando y como apoyan las axilas en él no se pueden caer
mientras dan los primeros pasos.
También hallamos la misma acepción para la palabra plostellum
en diccionarios de la RAE de 1822 y 1852, que consideran equivalente a infantium sedile rotabile, y que sería en
castellano, carretón.
No podemos olvidar que en diccionario de latín SPES
en los dibujos dedicados a la infancia PUE(ritia) en la página 409 se le da
este nombre, tal como vemos en la imagen.
2) Con posterioridad, en el siglo XIII
se usa también el vocablo SUSTENTACULUM.
El testimonio lo vemos en un texto
escrito en Alemania en el siglo XIII Vita Beatae Mariae Virginis et salvatoris rhythmica, en el que leemos que Jesús a los trece meses
aprendió a andar y a mantenerse de pie sin usar el sustentaculum, lo que no era habitual en los niños que lo
necesitaban hasta que sus piernas adquirían la fuerza suficiente. Sin embargo en las imágenes aparece representado usando un sustentaculum
Versos 2486-2490
Quante etatis fuerit puer Jesus cum cepit ambulare
Unius anni eum Jesum implesset iam etatem,
Atque mensem unicum post nativitatem,
Super pedes ipsius cepit ambulare
Sine sustentaculo et erectus stare.
Non per modum puerorum qui primo palpitando
Manibus et pedibus ac repunt cespitando,
Et ad terram corruunt sepe residentes,
Ac cum sustentaculo se primo fulcientes,
Donec crura confortentur, ut queant per se stare,
Ipsi que sic consuescunt paulatim ambulare.
Non sic puer Jesus prinio discens palpitabat,
Sed statim per se surgens stans cucurrit, ambulabat.
En el taller de las Etapas de la vida, Aetatis Hominis, contamos con un sólido plostellum, que como veis en esta imagen, haría las delicias de cualquier infans ...
2 comentaris:
Un buen articulo en el que se ve lo lento que es el avance del hombre.
Saludos
Lo lento y también lo cíclico del desarrollo del hombre, pues el andador del niño llega a ser el del anciano...
Saludos
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