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Floralia. Prosper Piatti, 1899 |
Tal como iniciamos en un artículo anterior sobre las fiestas durante la monarquía continuamos con la evolución del calendario romano en la república. Las soluciones adoptadas para ampliar las festividades religiosas sin modificar los días marcados como festivos en el calendario fueron:
I. Creación de Ludi. En ellos el día mantiene su clasificación de la monarquía, fasto, nefasto....pero se le añaden las ceremonias de las fiestas, comidas, procesiones, … Así los juegos, que cuentan con el atractivo añadido de los espectáculos de circo y combates tuvieron mucho éxito y aceptación entre el pueblo desbancando a las fiestas del calendario numano. En el siglo III a. C se crearon los LUDI de varias divinidades nuevas o transformadas del panteón romano:
- en honor de Apolo, ludi apolinares en 212 a.C.
- en honor de Ceres, ludi ceriales, antes de la segunda guerra púnica
- en honor de Flora , ludi florales en 240 a.C.
- para la madre de los dioses, es decir, Cibeles, los ludi megalenses en el año 204 a. C.
-en honor de Júpiter, ludi plebei, instaurados alrededor del 216 a. C.
II. Creación de las fiestas de los templos, con las que otorgaron a los nuevos dioses auténticos días de fiesta aunque sin variar la atribución pública de la jornada en el calendario.
Para los dioses recién llegados o para los dioses tradicionales en sus nuevas atribuciones, se erigían templos a cargo del estado. El día de la dedicación del templo era el Natalis Dei,es decir, el día del nacimiento del dios al que le templo estaba consagrado. En el aniversario de este día los magistrados o sacerdotes hacían los sacrificios solemnes en una fiesta verdadera localizada en el propio templo, y no para todo el pueblo o el estado. Por ejemplo, Minerva in Aventino, sería la fiesta de Minerva en el Aventino
En el calendario primitivo ninguna fiesta se limita a un ámbito tan reducido, o es el aniversario de un templo. En ellas el pueblo entero rinde honores a los dioses en cualquier lugar del territorio, no en un determinado santuario.
Las fiestas del templo no son días instituidos en honor de los dioses sino simples conmemoraciones religiosas, aniversarios de la vida material del dios, que aparecen inscritas en el calendario, y el pueblo podía según sus gustos religiosos, sacrificar en su familia al dios que había nacido ese día. Como actualmente vemos que en el calendario cristiano junto a grandes fiestas públicas, hay fiestas de santos cada día que son celebrados por las cofradías, por sus fieles, en las
iglesias que les son consagradas o por las familias de manera privada.
III. Estas fiestas de los templos pueden considerarse también
fiestas de colegios,
pues el estado levanta el templo y y crea un colegio para celebrar
la fiesta y venerar al dios. Por ejemplo , el 15 de mayo del año 495 a. C. se dedicó un templo a Mercurio, construido por el
estado y se instituyó el colegio de los comerciantes para mantener
la fiesta y el templo collegium
mercatorum. Leemos en Festo:
MAIIS
IDIBUS: mercatorum dies festus erat, quod eo die Mercurii aedes esse
dedicata.
Los
idus de mayo eran un día de fiesta para los comerciantes porque en
ese día había sido dedicado el templo a Mercurio.
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Mercuralia. Museo de Sousse (Túnez) |
También vemos en el calendario de Preneste que aparece el 19 de marzo, aniversario de
Minerva del Aventino, como dies
artificium,
día de los obreros. Mientras que la fiesta de Minerva del 13 de junio es el día de los músicos, tibicines.
Pues
a veces los que celebraban las fiestas no eran colegios, sino grupos
determinados de personas, por ejemplo:
-las
calendas de marzo eran el día de las matronas, de manera que tomó
el nombre de quienes celebraban la fiesta.
4. Reutilización de fiestas antiguas. Además
muchas de las nuevas fiestas fueron ubicadas en jornadas que ya pertenecían a dioses
antiguos de Roma.
Así por ejemplo
- la fiesta principal de Minerva caía el 19 de
marzo, día del los quinquatrus que pertenecían a Marte y el 13 de
junio, día de los idus consagrados a Júpiter.
-Y también
el 15 de mayo, la fiesta de Mercurio, y el 13 de febrero, fiesta de
Fauno en la isla tiberina pertenecían a Júpiter, como todos los
idus.
-En
el siglo III y II se fija el 23 de abril y el 19 de agosto como las
fiestas de Venus, pero ambos días de las Vinalia estaban reservadas
a Júpiter,
-Las
calendas de marzo dedicadas a Marte coinciden con las Matronalia de
Juno.
Ninguna
de estas coincidencias es por azar, favorecen a las nuevas
divinidades Mercurio, Juno, Minerva, Venus en detrimento de Marte y
Júpiter, precisamente las que tenían más días de fiesta y podían compartirlos con los nuevas divinidades, de esta manera el estado no crea días nuevos de fiesta para los dioses importados, sino que les
hace beneficiarse de los días de fiestas tradicionales.
Compartir
un mismo día entre dos divinidades, una nueva y un antigua, tiene
como consecuencia, la paulatina sustitución. La fiesta nueva local y
restringida hace olvidar la fiesta pública. De todas las fiestas
instituidas después de Numa, las que consiguieron una importancia
verdaderamente popular son aquellas que cayeron en días
tradicionales. Así se ha acabado por considerar que los Quinquatrus
son de Minerva, que Venus es la diosa de las Vinalia,
que las calendas
de marzo son la fiesta de Juno, los idus de mayo los de Mercurio, o
los de agosto de Diana.
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Fiesta de Diana. Museo de Sousse (Túnez) |
Cambios
en la idea de la fiesta
Los
dioses antiguos eran impersonales y rústicos, sin cuerpo, sin
leyenda, sin embargo debido a la influencia helenística se presenta
a unos nuevos dioses vivos, personales con su propia historia pero íntimamente relacionada con los sucesos de la vida romana. Este
cambio supuso la modificación del carácter de las fiestas que de
marcar el ciclo regular de la vida del campo y de la ciudad, el
tiempo de la siembra, de la cosecha, de la purificación, pasan a
adaptarse a los nuevos dioses y sus vidas y servirán para recordar
algún hecho de su vida, de manera que llegan a ser aniversarios de
la historia religiosa y política.
De
esta manera los romanos transformaron su calendario agrario en un
calendario de historia sagrada.
Incluso
las fiestas más antiguas serán explicadas por las relaciones de
dioses y hombres, así lo vemos en Ovidio, Varrón, Tito Livio o
Dioniso de Halicarnaso que se esfuerzan en buscar el origen a todas
ellas en los tiempos legendario de la ciudad, realizando una epopeya
nacional.
El
viejo calendario de fiestas símbolo de la vida humana en su lucha
contra la naturaleza se convierte en una epopeya nacional.