En julio de 1970 en el dragado de un brazo de Rin, cerca de Neupotz se produjo el hallazgo accidental de un tesoro de más de mil objetos de hierro, bronce, latón y plata con un peso total de unos 700 kg.
¿Cómo han llegado estos objetos al fondo del Rin? Se trata de los botines que los saqueadores germánicos conseguían en sus incursiones de pillaje en las provincias romanas.
En el siglo III d C. los francos, alamanes, y jutungos realizaban saqueos en el territorio romano. En ocasiones alcanzaban la frontera indemnes pero también hubo veces en las que el ejército romano los sorprendía cuando intentaban cruzar el río de manera que en su huida abandonaban el botín en las aguas del Rin. No podemos saber la importancia del botín original, pero con lo que se ha hallado en el fondo del río se puede afirmar que se trata de unos objetos de enorme calidad y valor histórico.
En el año 2012 el MARQ de Alicante junto con el Museo Histórico del palatinado de Espira (Alemania) organizó una exposición llamada El tesoro de los bárbaros que permitió dar a conocer este gran descubrimiento. Si queréis más información sobre ella, mirad este vídeo.
En él se ven dos figuras, un sátiro, que lleva el tirso, y una ménade, con el aulós, que coronados de hiedra caminan hacia la derecha y parecen acompañar a la comitiva seguidora de Dioniso, dios del vino en un santuario terrenal señalado por las ofrendas.
Estas ofrendas situadas sobre columnas sirven para separar a los personajes y son un reloj de sol y una crátera.
- La crátera, que es un recipiente para mezclar vino, así como el conjunto de la decoración de vaso nos permite pensar que tenía como función la de beber vino en él.
- El reloj de sol, recuerda que hay que aprovechar el tiempo y disfrutar el presente antes de que sea tarde. Sería la expresión en imagen de las frases carpe diem, tempus fugit, memento mori.
Salutem plurimam
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