diumenge, 30 de maig del 2010

Caesar Augusta y Tarraco

Aprovechando nuestra reciente visita a Zaragoza para presentar la Domus Baebia y el taller de escritura antigua de Salvador Muñoz, pudimos realizar un interesante recorrido por Caesar Augusta acompañados de Roberto Lérida que ha sido un cicerone excepcional. Hacía tiempo desde nuestra última estancia y descubrimos una ciudad de gran atractivo cultural y con un planteamiento muy didáctico en sus museos de las termas, el foro, el puerto y por supuesto el teatro, al igual que el Museo provincial.

En un anterior viaje me quedé intrigada con el conjunto escultórico que rodea el reloj de la torre de la Seo de Zaragoza, así que he decidido averiguar qué nos están diciendo esas tres figuras.

En la información hallada en la red, he encontrado tres versiones:

Al tratarse de tres figuras nos parece adecuado pensar que el conjunto es una alegoría del tiempo en el transcurro de los días, y también en la vida de las personas, cuya fugacidad se evidencia en que todas las esculturas son aladas.
Si describimos cada una de las figuras del reloj encontramos lo siguiente:
  • imagen de un fuerte anciano alado que podemos identificar con el dios Cronos como dios del tiempo con la guadaña para dejar claro que es inflexible. Simbolizaría la vejez y el paso inexorable del tiempo.

  • imagen de un niño con alas que lleva una antorcha en la mano, junto a él hay un gallo. La antorcha es la luz y la vida, mientras que el gallo como animal solar con su canto anuncia el día y ahuyenta a los demonios nocturnos. Además por su carácter vigilante suele ir acompñando a dioses como Apolo, Minerva, Marte o Mercurio. El niño simbolizaría la infancia, el principio de la vida y el nacimiento del día con la antorcha y el gallo.

  • la tercera es la imagen alada de una joven con un candil. Sería la juventud y madurez de la vida humana y la Noche. El candil en las comunidades cristianas forma parte del símbología de la luz vencedora de las tinieblas de la noche. En las oraciones de las Vísperas se encendían ritualmente los candiles, en una ceremonia llamaba lucernario.
Con esto ya ha quedado satisfecha nuestra curiosidad. Ahora estamos disfrutando unos días intensos de cultura clásica en Tarraco Viva MMX , os contaremos a la vuelta!!

Salutem plurimam!!