Recientemente se ha abierto al público de nuevo la Villa Fortunatus en Fraga (siglo IV d. C.) en la que destaca un mosaico pavimental presidido por una inscripción musivaria con el nombre del dueño de la villa, Fortunatus, dividido por un crismón. El mosaico de Fortunatus está formado por doce (de los que se conservan diez) cuadrados ordenados simétricamente, seis a cada lado de un círculo central en los que se ilustra un calendario muy original ya que evoca los meses del año con la imagen de animales de cuatro patas, plantas, y objetos enmarcados en los cuadros.
En esta ocasión nos vamos a centrar en la imagen que el calendario de Fraga da para el mes de diciembre. Los tres elementos que ilustran este mes son un ara con una vela encendida, un olivo cargado de fruto y un ciervo corriendo.
Para entender la simbología de cada uno de ellos recurriremos a otros mosaicos en los que aparecen calendarios como es el caso del mosaico de El Djem, o el de Saint Romain en Gal y otros calendarios que nos dan alguna información esclarecedora siguiendo el trabajo sobre este mosaico de D. Fernández Galiano.
Así por ejemplo en el Menologium Rusticum Colotianum encontramos la clave para su interpretación pues están detalladas las actividades agrícolas propias del mes que eran la siembra de las habas, el abono de las viñas, la poda de los árboles, la recolección de olivas y la caza del venado, por lo que podemos entender la presencia del olivo y del ciervo y a su vez, nos habla de las fiestas más importantes de este periodo, las Saturnalia. Estas fiestas en la época que nos encontramos, en el s.IV d. C., mantenían su vitalidad y popularidad.
MENSIS
DECEMB[ER]
DIES XXXI
NON[AE] QUINT[ANAE]
DIES HOR[ARUM] VIIII
NOX HOR[ARUM] XV
SOL SAGITT[ARIO]
TUTEL[A]
VESTAE
HIEMIS INITIU[M]
SIVE TROPAE
CHIMERIN
VINEAS STERC[UNT]
FABA SERENTES
MATERIAS
DEICIENTES
OLIVA LEGENT
ITEM VENANT[UR]
SATURNALIA
Comencemos:
- el ara con la vela encendida debe estar relacionado con las fiestas de las Saturnalia en las que era habitual, durante la república, regalar sigillaria (muñecos de terracota) sobre todo a los niños y cerei (velas) a los patronos por parte de las clases más humildes. Ambos regalos tienen una carga simbólica importante cuya explicación leemos en Daremberg et Saglio.
(cerei) eran especie de protesta contra las noches largas, una llamada al regreso del sol obscurecido por las brumas, en el periodo del solsticio de invierno.
(sigillaria), hay que relacionarlos con los oscilla y maniae, consagradas a la diosa Mania, la madre de los lares, en la fiesta de las Compitalia, para la conservación de los miembros de la familia son una de las formas de sacrificio simulado que, en lugar de victimas humanas, se ofrecían a los dioses dones pacíficos para suavizar su cólera y conseguir su benevolencia.Os dejo los enlaces para saber más detalles de estas fiestas: Compitalia, y Feriae Sementivae y Paganalia.
Ya en época imperial estos regalos se fueron haciendo cada vez más lujosos y caros hasta el punto de que un tribuno de la plebe hizo votar una ley por la que solo estaba permitido regalar en las Saturnalia, cerei y sigillaria (Macrobio, Saturnalia). Conocemos algunos de los regalos de estas fiestas pues Marcial escribió dos libros Xenia y Apophoreta en los que menciona perfumes, incienso, togas, utensilios, libros,... Así pues las velas llegaron a ser un símbolo de esta festividad tal como podemos comprobar por su uso en otros calendarios ilustrados como en el de El Djem en el que vemos a tres esclavos con subligaculum pelearse por una antorcha (imagen de la izquierda) o en el calendario de Philocalus del año 354 d. C. en el que se ve a un esclavo de pie con una antorcha en la mano (imagen de la derecha). La extracción del aceite: cuadro XXVIII, en esta escena se ve una nave con tejado a dos vertientes sobre columnas y frontón triangular, bajo la que se encuentran dos hombres desnudos, uno cogido a las sogas que caen de la parte superior, accionando la palanca de la prensa del aceite. El líquido sale por unos canales y se vierte en un depósito circular situado en el suelo (dolium). La preparación de las ánforas olearias: cuadro XXIX, la escena muestra a dos personajes que se disponen a dar pez a las vasijas destinadas a contener aceite; en un segundo plano se ve un árbol sin hojas, alusión de que la acción tiene lugar en el mes de diciembre, y a la izquierda una columna rosa-granate coronada por un reloj de sol en los mismos tonos. Está realizado de manera muy burda, en forma de triángulo de base convexa y carece de las ranuras correspondientes a las horas. Parece ser que el reloj no se ha puesto para indicar una hora, sino un momento del año, que podría ser el solsticio de invierno, el 21 de diciembre, convención análoga en el cuadro asociado al mes de junio en el calendario de Filocalus (354 d.C.) para indicar el solsticio de verano, lo que mostraría una vez más la estrecha correspondencia entre los menólogos romanos del siglo I, que sitúan la fabricación del aceite en diciembre, y el calendario francés de Saint Romain en Gal. En un próximo post veremos la importancia simbólica del ciervo como manifestación de la renovación cíclica.
-el ramo de olivo cargado de fruto hace referencia al principal trabajo agrícola de este mes, la recolección de la oliva por esta razón la oliva se convirtió en el símbolo propio del invierno en el mundo romano. Así lo podemos ver en otros calendarios musivarios como es el caso del de Saint Romain en Gal del siglo III d C. en el hay una detallada explicación del proceso del cultivo de la oliva:
Para conocer más detalles de este alimento básico en la antigüedad os recomiendo visitar el blog De Re Coquinaria.
La recogida a mano de las olivas: en el cuadro XXVII vemos un hombre vestido con túnica corta que está subido a una escalera apoyada en el olivo, que va echando las aceitunes que coge del árbol al cesto que contiene su compañero.
Este era el procedimiento recomendado por los agrónomos como Varrón en De re rustica, I, 55-73 frente al del vareo, porque con este se rompen las ramas jóvenes y los tallos.
El vareo aparece en este ánfora de cerámica de figuras negras del 520 a. C. que se conserva en el Museo del Louvre
2 comentaris:
¡Qué necesitada estoy de las Saturnalia...! Urge poner el mundo del revés. Besitos, guapa.
Me uno a tu deseo, que vengan ya las Saturnalia!!
Un abrazo
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