diumenge, 1 d’abril del 2007

Dies nobis signandi melioribus lapillis

Entre los romanos existía la costumbre, según un escolio anónimo a Persio Sat II, 1, de origen cretense de señalar con una piedra blanca los días felices y por contraposición, con una negra, los días especialmente tristes. Así podemos leer en Marcial, IX 52

Si credis mihi, Quinte, quod mereris,
natalis, Ovidi, tuas Aprilis
ut nostras amo Martias Kalendas.
felix utraque lux diesque nobis
signandi melioribus lapillis! 5
hic vitam tribuit sed hic amicum.
plus dant, Quinte, mihi tuae Kalendae.

Si me crees, Quinto Ovidio, yo amo, como mereces, tus calendas natales de Abril tanto como las mías de Marzo. ¡Felices una y otra luz y días dignos de ser marcados por nosotros con las piedras más preciosas! Uno me dió la vida, el otro un amigo. Tus calendas, Quinto, me dan más.

Según Plinio en Naturalis Historia VII 130-132, esta costumbre la tenían también los tracios quienes diariamente colocaban en un recipiente, cántaro o tinaja un guijarro blanco para cada día feliz, y se deduce, uno negro para cada día desgraciado:

ingeniosa conputat more Thraciae gentis, quae calculos colore distinctos pro experimentocuiusque diei in urnam condit ac supremo die separatos dinumerat atque ita de quoque pronuntiat.

Al finalizar el año, o según Plinio la vida, se hacía un recuento de las piedras blancas y se consideraba
que se había vivido sólo esos días. En sentido leemos en Marcial X, 38:

¡Oh gratos para ti, Caleno, los quince años de matrimonio que, en compañía de tu querida Sulpicia, una divinidad te concedió y permitió vivir! ¡Oh noches todas y horas, que han sido marcadas con piedras preciosas del litoral indio! ¡Oh, qué combates los que, por parte de ambos, contemplaron el lecho feliz y la lámpara borracha con el rocío de Niceros (1)! Viviste, oh Caleno, tres lustros: esta época es computada por ti entera y sólo cuentas los días de matrimonio. Si de ellos Átropos (2), después de ser suplicada durante mucho tiempo, te devolviese incluso un solo día, lo preferirías a cuatro veces la vejez del anciano de Pilos (3).


(1) Niceros era un famoso perfumista
(2) Átropos es una de las tres Parcas, que hilan el hilo de la vida y deciden el momento de la muerte al cortarlo
(3) Néstor, rey de Pilos, que reinó durante tres generaciones

Para saber más sobre esta expresión en la literatura latina leed el trabajo del profesor Ruiz de Elvira, Albo lapillo

Esta expresión señalar un día con piedra blanca o negra, según si ha sido bueno o no, la encontramos también en literatura posterior. Por ejemplo en El Quijote, Segunda parte, capítulo X:

Como don Quijote le vio, le dijo:
-¿Qué hay, Sancho amigo? ¿Podré señalar este día con piedra blanca, o con negra? .
-Mejor será- respondió Sancho- que vuesa merced le señale con almagre (1), como rétulos de cátedras, porque le echen bien de ver los que le vieren.
De ese modo -replicó don Quijote-, buenas nuevas traes.
-Tan buenas
-respondió Sancho-que no tiene más que hacer vuesa merced sino picar a Rocinante y salir a lo raso a ver a la señora Dulcinea del Toboso, que con otras dos doncellas suyas viene a ver a vuesa merced.

(1) con almagre, pintura roja, con la que se inscribían por las paredes los nombres de los vencedores en las oposiciones a cátedras o recién doctorados.


Que sean todos vuestros días dignos de ser señalados con piedras blancas!
Valete, amici!



2 comentaris:

Virginia ha dit...

Me encantan vuestros posts, todos tan interesantes!

felices vacaciones , de piedras blancas!

Amparo Moreno ha dit...

Gracias por tus palabras de ánimo y felices vacaciones también para tí!