Los romanos dividían la jornada diaria en 24 horas, 12 horas para el tiempo de luz solar (dies) y 12 horas para la noche (nox).
Las horas diurnas eran denominadas por adjetivos ordinales:
hora prima, secunda, tertia, quarta, quinta, sexta, septima, octava, nona, decima, undecima y duodecima.
A su vez se agrupaban en seis horas ante meridiem (a. m.) y seis post meridiem (p. m.) ya que el eje que dividía el día era el meridies, mediodía que coincidía con la hora sexta.
Una manera fácil de relacionar las horas romanas con las nuestras es sumarle seis al ordinal romano. Así, si es la hora tertia, serán las nueve de la mañana actuales, si es la hora decima, serán las 16 horas, es decir las cuatro de nuestro reloj.
La noche se dividía en cuatro vigilias de tres horas cada una, marcadas por los cambios de guardia nocturna militar: prima vigilia (de 6 a 9 de la noche), secunda vigilia (de 9 a 12 de la noche), tertia vigilia (de 12 a 3 de la mañana), y quarta vigilia (de 3 a 6 de la mañana).
En el taller TEMPORE CAPTO hemos elaborado un reloj especial al que hemos llamado Reloj de César con la finalidad de conocer cómo medían los romanos los diferentes momentos de una jornada intentando establecer una comparación entre nuestros relojes de pulsera y la división horaria de los antiguos romanos.
Se trata de un dodecaedro, figura geométrica de doce lados, con un lado interno para las Horae
(las doce horas del día) y uno externo para cuatro Vigiliae (las doce horas de la noche).
El día: Cuadrante interno
Hay doce lados señalados de I al XII. Cada lado corresponde a una hora. La Primera se iniciaba al alba y duraba alrededor de una hora. La duodécima era la última del día, terminaba con el ocaso, después empezaban las Vigiliae.
Ejemplo: la saeta de las horas está entre las 10 y las 11 del día, para los romanos era la Hora V.
La noche: Cuadrante externo
El cuadrante externo está dividido en cuatro sectores correspondientes a las cuatro Vigilias. Las Vigilias corresponden a los turnos de guardia nocturna de los centinelas romanos que duraban alrededor de tres horas.
Ejemplo: la saeta de las horas está entre las horas 22 y 23 del día, es para los romanos la II Vigilia.
Si miramos este reloj de César como si fuera uno actual, la hora prima la entenderemos como las seis de la mañana, la secunda como las siete, etc...hasta llegar a la hora sexta que ya serán las doce del mediodía.
Por si queréis confeccionar vuestro reloj romano os dejamos el enlace para descargaros este reloj de César, aquí. Las instrucciones son muy sencillas: Recorta la figura y pégala sobre una cartulina. Con un encuadernador coloca la saeta en el centro y tendrás tu propio reloj de Julio César.
Esperamos que os resulte útil.
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