diumenge, 5 de març del 2017

MATRONALIA


El primer día de marzo eran las “calendas de las mujeres” (kalendae feminarum). Se celebraba ese día la fiesta de las Matronalia, dedicadas a Juno Lucina, protectora de las parturientas, y de las mujeres casadas, en las que se conmemoraba la paz entre Romanos y Sabinos que se consiguió con la mediación de las mujeres sabinas (Plutarco,) que habían sido raptadas por Rómulo y los romanos el 21 de agosto. 

Era la fiesta grande de las mujeres casadas, matronae,  por lo que las matronas se arreglan para estar más bellas ese día


Sulpicia se ha puesto bonita para ti, poderoso Marte, en tus calendas:
para verla, si tienes juicio, baja tú mismo del cielo 
Tibulo III, 8, 

Conocemos los rituales a través de diferentes fuentes clásicas.

J W Godward
  • Gracias a Horacio tenemos un testimonio de las ofrendas: flores e incienso- Comenta que aun siendo un hombre soltero, que no celebra por lo tanto las matronalia, tiene ese día un aniversario y hace las mismas ofrendas, pero en su caso al dios Baco.
Te preguntarás admirado,
tú que conoces la literatura de una y otra lengua,
qué puedo hacer, soltero, en las calendas de marzo,
qué significan las flores, 
y el altar, rebosante de incienso, 
y la hoguera, colocada en el césped verde


También Ovidio Fasti, III habla de las flores como presentes de las mujeres para la diosa y la costumbre  de llevar puestas coronas de flores

(Marte dice) Mi madre ama a las mujeres casadas; y a mi viene a honrarme la muchedumbre de las madres... Llevadle flores a la diosa; es una divinidad a la que gustan las plantas floridas; ceñíos de tiernas flores la cabeza... 


  • Se hacían ruegos en alabanza a los maridos y por la continuidad del matrimonio. Ausonio nos dice que las mujeres celebraban ritos en alabanza a los maridos, pro laude virorum

y los ritos sagrados que las matronas veneran para rendir gloria a los hombres, cuando regresan los primeros días de Marte
Ausonio Feriis Romanis

Y sabemos por Acronius que los esposos hacian ruegos pro conservatione coniugii


kalendis martiis matronalia dicebantur eo quod mariti pro conservatione coniugii supplicabant et erat dies proprie festus matronis, 
Acronius, Comentarios a Horacio, Oda III

  • Se invocaba a la diosa Juno como protectora de las mujeres y de los partos

 (...) decid: "Tú Lucina, nos has dado la luz". Decid también "Escucha la súplica de las parturientas". Si alguna se encuentra en cinta, que eleve sus plegarias, después de soltarse el cabello, para que Juno Lucina le suelte también blandamente el fruto de sus entrañas. 

Ovidio Fasti, III

  • También se hacían regalos en las MatronaliaLos antiguos entendían esta costumbre como un paralelo de los regalos de las Saturnalia que eran para los hombres. Lo expresa claramente Suetonio, Vespasiano, XIX leemos: (Vespasiano) Hacía regalos de mesa a los hombres el día de las Saturnales, y a las mujeres el día de las calendas de marzo. La relación entre ambas costumbres era tal que Marcial decide no regalar  en las Matronalia a la amiga que no le ha regalado previamente en las Saturnalia.
A souvenir. J W. Godward

Libro V, LXXXIV: (Las fiestas se acaban y Gala no le ha regalado nada.....) se acercan ya vuestras Saturnales, las calendas de marzo. Entonces te devolveré Gala, lo que me has regalado.

Tradicionalmente los reciben las esposas de sus maridos o familiares y amigos. En época imperial era una obligación dar regalos a las mujeres en ese día. Por eso Tíbulo III, 1 nos habla de la ritual procesión de regalos

Las festivas calendas del romano Marte han llegado-
para nuestros antepasados éste fue el comienzo del año-
y ahora por todas partes corren en su ritual procesión,
por las calles de la ciudad y de las casas, los regalos

  • Y se celebraban banquetes en los que hay inversión social. Las matronas les preparaban cenas a los esclavos, como los amos lo hacían en las Saturnales: aquellas para invitar a principio de año a los esclavos a un diligente servicio en su trabajo, éstos como si liquidaran una deuda por el trabajo cumplido. Macrobio, Sat, I, XVII,7


Salutem plurimam