diumenge, 10 de juny del 2012

Sponsalia o la petición de mano


El discurso. Alma -Tadema
Junio, el mes de Juno, era tradicionalmente el más propicio para celebrar un matrimonio, sobre todo en la segunda mitad después de las Vestalia. Pero antes de la boda eran preceptivos los esponsales sponsalia.


Hoy entendemos esponsales como la boda en sí, sin embargo estrictamente eran según Florentino Digesta Iustiniani 23.1.1.pr.1 sunt mentio et repromissio nuptiarum futurarum, es decir, mención y promesa de futuras nupcias.

Etimológicamente sponsalia procede del verbo spondeo, “prometer solemnemente”, que era el usado en los negocios privados para contraer una obligación y también en el contrato verbal llamado stipulatio.

En realidad se establecían dos estipulaciones, es decir, dos contratos verbales entre el pater familias de la novia y el futuro marido, en las que el padre se comprometía a entregar a su hija, y el futuro marido a acogerla con fines matrimoniales.

La fórmula sería así, según el caso:

Spondes filiam tuam uxorem filio meo? prometes a tu hija como esposa para mi hijo?
Spondeo! prometo
O bien 
Spondes filiam tuam uxorem mihi? prometes a tu hija como esposa para mí?
Spondeo! prometo


Conocemos la forma en la que se realizaban los esponsales a través de Aulo Gellio Noctes Atticae, 4,4,1 quien recuerda una obra de Servio Sulpicio titulada De dotibus

Servio Sulpicio en el libro que tituló "Sobre las dotes" dice que en aquella parte de Italia que se conoce como el Lacio los esponsales solían celebrarse siguiendo este ritual y regla jurídica: “Quien iba a casarse- dice- recibía garantías de la familia de la novia que la entregaría en matrimonio. A su vez, el que iba a casarse también formulaba su compromiso. Este contrato de estipulaciones (stipulatio) y promesas solemnes recibía el nombre de esponsales (sponsalia). Entonces, la que había sido prometida recibía el nombre de “prometida” sponsa, y quien habia prometido casarse “prometido” sponsus.

Libación. Kílix ático. 480 a. C. Museo del Louvre
Según Festo XVII, siguiendo a Verrio Flaco, los sponsalia tenían un carácter marcadamente religioso ya que hace derivar la palabra de spondai,  libaciones a los dioses. Entiende que sponsus y sponsa vienen del griego porque ambos han hecho libaciones a los dioses para sacralizar su compromiso.

En el mismo sentido Gaffiot en su Diccionario latín-francés y Bally en su Dictionnaire étymologique latin,Hachette, Paris, 1885, dicen que procede una forma arcaica spendo relacionada con el griego antiguo σπένδω, "hacer una libación". En origen designaba una promesa solemne, como en los compromisos de bodas, o estipulaciones entre pueblos o particulares. Así la palabra griega σπονδήspondê « libación que acompaña a la conclusión de un contrato», «tratado, contrato», «tregua, armisticio»), es testimonio de una evolución de sentido similar y del ritual jurídico religioso que sella un pacto, con libaciones solemnes.

Como vemos se trata de formular solemnemente la promesa de contraer matrimonio. Por lo que tras los esponsales, el chico se convertía en, sponsus “el prometido”, y la chica en , sponsa “la prometida”. A diferencia de la actualidad, ya que nosotros entendemos esponsales por matrimonio y esposo y esposa por marido y mujer.

Si buscamos un equivalente vendría a ser el acto social de la petición de mano o el compromiso. Y ¿por qué decimos pedir la mano? Es evidente que no se refiere a la mano física, sino al concepto de manus que en derecho romano es una manifestación del poder del pater familias sobre los demás miembros del grupo familiar por la que la mujer pasaba a formar parte de la familia del marido: de manera que la mujer in manu quedaba como hija de su marido (filiae loco) y hermana de sus hijos. Si el marido era alieni iuris, la manus de la esposa pasaba a ser de quien tuviera la patria potestas del marido, es decir, quedaba bajo la potestad de su suegro, como nieta (nepti loco) o como bisnieta cuando el marido era el nieto de aquel pater familias.

Sarcófago con dextrarum iunctio
En efecto, para los romanos la mano es el miembro que puede manifestar exteriormente el poder, de ahí representara el poder del marido sobre la mujer y designara las modalidades de matrimonio cum manu o sine manu, además de formar palabras como manumittere o emancipare, con el significado de "liberar", "sacar del poder de alguien". Huella de ese valor lo encontramos también ahora en la expresión tener mucha mano en algo que equivale a tener autoridad en algún ámbito.
El matrimonio era una manera de establecer alianzas entre familias, consolidar amistades, conseguir apoyos, casi un acto político con el que se podía conservar o conquistar el poder en el que la joven tenía un papel pasivo. Por ejemplo conocemos los esponsales de Tiberio Graco  a través de Plutarco (Tiberio Graco, 4, 1) en los que vemos que la chica es la última que se entera de su compromiso. 


IV. Éste, pues, apenas salió de la puericia tuvo ya tanto nombre, que al punto se le reputó digno del sacerdocio llamado de los Augures, más bien por su virtud que por su ilustre origen. Manifestólo así Apio Claudio, varón consular y censorio, primero por su dignidad entre los senadores de Roma, y muy aventajado en prudencia a los de su edad, porque, comiendo juntos los agoreros, habló y saludó con singular cariño a Tiberio, y él mismo lo pidió para esposo de su hija; y habiéndole él otorgado con la mejor voluntad, hechos en esta forma los esponsales, al entrar Apio en su casa empezó desde la puerta a llamar a su mujer y a decirle en voz alta: “Antistia, he dado esposo a Claudia”; y admirada aquella: “¿Qué prisa o qué precipitación es esa- le respondiócomo no sea Tiberio el marido que le has proporcionado?”


La ceremonia de los sponsalia podía ser solemne y estar los jóvenes presentes, o podía hacerse por carta, o a través de unos intermediarios que actuaran en su nombre,  pero para que fueron válidos ya en época imperial era necesario que tuvieran conocimiento y estuvieran de acuerdo, aunque su consentimiento se diera después de la ceremonia (Digesta XXIII, 1,4,5)
Pero este consentimiento no era resultado de una decisión totalmente libre ya se establecía una restricción:
La muchacha que no se oponga explícitamente a la voluntad de su padre se considerará como si hubiese otorgado su consentimiento. Y sólo se permite a una hija tener una opinión diferente a la de su padre en caso de que éste elija por novio a un varón indigno o inútil. ( Digesta XXIII 12).  Como vemos no tenían mucha libertad de acción, sin embargo hay que tener en cuenta que esto no afectaba a todas, sino a aquellas hijas de familia que estaban bajo la manus del pater familias. Si ya estaban emancipadas tenían total libertad para elegir marido y del mismo modo las libertas, a no ser que en su manumisión se especificara concretamente que su patrón mantenía el poder de decidir su matrimonio.


In perystile. J.W. Waterhouse
La edad adecuada para los sponsalia no estaba marcada por el derecho. Según Modestino Digesta Iustiniana. 23,1.14 aestas definita non est aunque matiza esta afirmación diciendo  Si non sunt minores quam septem annis que no deben ser menores de siete años, justo al finalizar la primera etapa de la vida, la infantia.

Sin embargo encontramos ejemplos de niñas prometidas a tempranísimas edades, por ejemplo Vipsania Agripina que fue prometida a Tiberio (Nepote, Attico 19.4) vix annicula    de apenas un añito.

La práctica de los esponsales a temprana edad  se generalizó ya que Augusto con la ley Iulia de maritandis ordinibus y la lex Pappia desarrolló una política protectora de los matrimonios de manera que imponía la obligación de casarse a los hombres entre 25 y 60 años y las mujeres entre 20 y 50 años.


Al igualar el status de los prometidos y de los casados, permitiendo a ambos los mismos privilegios, ocurrió que aquellos que no querían casarse se prometían con niñas de muy poca edad para evitar el matrimonio manteniendo los privilegios y escapando a las penas que castigaban el celibato. Ante esto Augusto limitó la duración de los sponsalia a dos años.



4 comentaris:

  1. Muy interesante la utilizacion y significado de "mano", no la conocía, como autoridad dentro del nucleo familiar, si conocía manu militare y es más la he sufrido.
    Ha sido un placer el leerle.
    Saludos

    ResponElimina
  2. Gracias por su comentario y su aportación siempre adecuada y enriquecedora. Saludos

    ResponElimina
  3. Un magnifico artículo. Felicidades

    ResponElimina
  4. Muchas gracias, Francesc. Me alegro de que le le haya parecido interesante. Saludos

    ResponElimina