El término Parentalia designa el período de nueve días durante los cuales las familias romanas honraban a sus muertos. Esta novena, que era de tipo privado, comenzaba el 13 de febrero con la parentatio virgo vesta ceremonia pública efectuada por las vestales junto a la tumba de Tarpeya y continuaban con ceremonias familiares que terminaban con las Feralia, el 21 de febrero, festividad con la que acabó confundiéndose y el propio Ovidio, usa de manera indistinta dies parentales (Fasti II.548) o dies ferales (Fasti II.34).
El rito de las Parentalia fue instituido según Ovidio por el propio Eneas que fue el primero que lo practicó en los funerales de Anquises, y según Ausonio, por el rey Numa (Parentalia, Praef.).
Virgilio nos lo cuenta en Eneida V 77 y ss, así:Aquí libando según el rito dos copas de vino puro
las vertió en tierra, dos de leche nueva, dos de sangre consagrada,
y esparce flores purpureas y esto dice:
“Salve, sagrado padre, de nuevo; salve, cenizas en vano
recobradas, y ánimas y sombras paternas.”
las vertió en tierra, dos de leche nueva, dos de sangre consagrada,
y esparce flores purpureas y esto dice:
“Salve, sagrado padre, de nuevo; salve, cenizas en vano
recobradas, y ánimas y sombras paternas.”
Ausonio escribió poemas de recuerdo a sus familiares fallecidos y los agrupó en un libro en cuyo prefacio dice:
Este libro se titula Parentalia, por la antigua denominación de este día consagrado por Numa a los manes de las familias; el deber más santo de los que viven es honrar la memoria de los que ya no están.
En estos días la gente visitaba los sepulcros haciendo ofrendas sencillas apropiadas para los manes, las sombras o los espíritus de los muertos que Ovidio (Fasti II.533-539) nos detalla:
Una teja velada por las coronas votivas, unas semillas desparramadas, unos pocos granos de sal, dones de Ceres empapados en vino, y algunas violetas esparcidas.
Se llegó incluso a crear un término exclusivo para este rito festivo, el verbo parentare, cuyo significado era “honrar a los difuntos”.
En una carta de Cornelia la madre de los Gracos, conservada fragmentariamente por Cornelio Nepote, ella le dice a su hijo Gaius Sempronius Gracchus
En una carta de Cornelia la madre de los Gracos, conservada fragmentariamente por Cornelio Nepote, ella le dice a su hijo Gaius Sempronius Gracchus
Ubi mortua ero, parentabis mihi et invocabis deum parentem
Cuando esté muerta, me honrarás en las Parentalia e invocarás al dios de los antepasados
Cuando esté muerta, me honrarás en las Parentalia e invocarás al dios de los antepasados
Evidencia el hecho de que era una fiesta importante el que figure en los calendarios como en el de Philocalus en el que se lee el día 13 de febrero: parentatio virgo vesta y que los autores cristianos hablen sobre ella. El propio Tertuliano en De resurrectione carnis, I critica esta costumbre por los festines organizados en los sepulcros por parte de los paganos que no creían en la vida después de la muerte.
Para terminar parece apropiado este poema de Catulo ante la tumba de su hermano:
Después de atravesar muchos pueblos y muchos mares vengo, hermano, a estas tristes exequias, para darte el postremo tributo de la muerte y hablar en vano a tus mudas cenizas, puesto que la desdicha me arrancó lo que fuiste tú mismo, oh, pobre hermano mío, indignamente arrebatado a mí.
Ahora, sin embargo, estas tristes ofrendas que según el viejo rito de nuestros padres te he traído, acéptalas, empapadas del llanto fraterno, y para siempre, hermano mío, hola y adiós.
Ahora, sin embargo, estas tristes ofrendas que según el viejo rito de nuestros padres te he traído, acéptalas, empapadas del llanto fraterno, y para siempre, hermano mío, hola y adiós.
La imagen es de Ana Ovando en flickr. A los dioses Manes Inscripción romana encontrada en Borriol. Museu de Castelló. CIL II2/14, 760
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