Recientemente se ha publicado la noticia del descubrimiento de esta gruta donde fueron amamantados Rómulo y Remo y donde se realizaba el ritual de las Lupercalia. Puedes leerlo aquí
Sobre el significado de las Lupercales, algunos autores clásicos ponen el acento en el cariz purificador de la festividad (Varrón, De lingua latina, 6, 43), mientras que otros lo hacen sobre la aportación de la fertilidad (Ovidio, Fasti II, 425-452). Lo que parece coincidir perfectamente con la política de Augusto y su preocupación por la repoblación del imperio, ya que promulgó leyes que perseguían y castigaban el celibato. En este contexto se consideraron las Lupercales como un rito para procurar la fecundidad.
Los LUPERCOS, el colegio sacerdotal encargado de estas fiestas, eran elegidos anualmente y tenían su sede en el Lupercal. La tradición cuenta que esta sodalitas fue instituida por Rómulo y Remo según Plutarco, Romulus. 21. dice:
vencido Amulio por Rómulo y Remo, vinieron éstos corriendo con algazara al sitio donde siendo niños les dio de mamar la loba; que la fiesta es imitación de aquella carrera, y los nobles van por todas partes Hiriendo a los que al paso se presentan, como entonces corrieron desde Alba Rómulo y Remo con espada en mano; y que el llevar a la frente el acero ensangrentado es símbolo de la carnicería y peligro por que entonces se pasó; y el limpiar la mancha con leche, recuerdo de su crianza.
Al principio sus miembros eran pastores, aunque posteriormente, se elegían entre las familias más importantes de la ciudad. Estaban divididos en dos secciones: Luperci Fabiani o Fabii y Luperci Quinctilii o Quinctiliani, aunque por razones desconocidas. Al frente de cada división se encontraba un magister. En el 44 a C. Julio César creó una nueva división que llevaría su nombre, los Luperci Iulii, el primer representante de los cuales fue Marco Antonio.
De la antigüedad de este colegio sacerdotal nos habla Cicerón (Pro Caelio, 26) que habla de los Lupercos como « esta cofradía salvaje y agreste, de hermanos en figuras de lobos la unión silvestre de los cuales se estableció antes que la civilización y las leyes ».
En cuanto al origen de estas fiestas, era una opinión muy extendida en Roma que provenía de épocas prefundacionales, y se remontaba a la llegada de los arcadios a Italia con Evandro (Plutarco, Romulus, XXI, Dionisio de Halicarnaso I, LXXX, Virgilio VIII, 344, Ovidio Fasti II, 279-280). Pero para otros se trataba de una fiesta puramente romana, instituida por los gemelos al permitirles su abuelo Numitor que fundasen otra ciudad en el lugar donde fueron abandonados: tras sacrificar unas cabras, acuden corriendo, cubiertos con las pieles de las víctimas, hasta aquel lugar
Valerio Máximo 2,2,9: Lupercalium enim mos a Romulo et Remo inchoatus est tunc, cum laetitia exultantes, quod his auus Numitor rex Albanorum eo loco, ubi educati erant, urbem condere permiserat sub monte Palatino, hortatu Faustuli educatoris sui, quem Euander Arcas onsecrauerat, facto sacrificio caesisque capris epularum hilaritate ac uino largiore prouecti, diuisa pastorali turba, cincti obuios pellibus immolatarum hostiarum iocantes petiuerunt. Cuius hilaritatis memoria annuo circuitu feriarum repetitur.
Siguiendo a Plutarco y Ovidio podemos estructurar así el ritual de las Lupercales:
I.-Un sacrificio animal, de una cabra (Ovidio Fasti,II 361 y Plutarco Romulus, XXI) un perro (Plutarco op. cit) o macho cabrío (Ovidio ) en la entrada del Lupercal. Está presidido por el Flamen Dialis, quien sólo preside, pues le está vedado tocar dichos animales. Pero es evidente que asiste: flamen ad haec prisco more Dialis est. El flamen Dialis estaba presente en ellos siguiendo una antigua tradición. (Ovidio, Fast. II,282)
Asisten también las vestales, que preparan la mola salsa a la que Ovidio llama februa. Dionisio de Halicarnaso 1: 80. N. afirma que estas ofrendas iban acompañadas de cantos en honor a Fauno. Al concluir el sacrificio se presentaban delante del altar dos jóvenes a los que el sacerdote manchaba sus frentes con la sangre del animal, momento en que los ungidos debían reír.
después a dos jovencitos ingenuos, que se les ponen delante, unos les manchan la frente con el cuchillo ensangrentado, y otros los limpian al instante, para lo que llevan lana empapada en leche; y los jovencitos, luego que los limpian, deben echarse a reír. (Plutarco.op.cit)
II.-Los Lupercos, mientras tanto, desuellan las cabras sacrificadas y cortan las pieles en tiras largas, con las que cada uno se confecciona un taparrabos y un látigo, e inician una carrera por el Palatino en la que dan latigazos a toda persona que se cruce con ellos. Las mujeres se ofrecen voluntariamente a ser golpeadas en las manos o en las espaldas (según Ovidio), puesto que se cree que los latigazos las ayudaba a concebir y a dar a luz fácilmente.
Hecho esto, cortan correas de las pieles de las cabras, y, ciñéndose con ellas, dan a correr desnudos, golpeando a cuantos encuentran; y las mujeres hechas no huyen de que las hieran, creyendo que esto conduce para que conciban y paran felizmente. (Plutarco, Rom. XXI)
Mujer casada ¿qué estás esperando? No vas a ser madre gracias hierbas todopoderosas, ni a plegarias, ni a mágicos encantamientos. Soporta con paciencia los azotes de una mano fecundante y muy pronto tu suegro recibirá el anhelado apelativo de abuelo. (Ovidio Fasti II. 255-258)
Muchos de los jóvenes patricios, y de los que ejercen magistraturas, corren a una por la ciudad, desnudos, hiriendo por juego con correas no adobadas a los que encuentran. Se les ponen delante de intento muchas mujeres de los primeros ciudadanos, y como en una escuela presentan las palmas de las manos a sus golpes, por estar persuadidas de que esto aprovecha a las que están encinta para tener buen parto, y a las que no tienen hijos para hacerse embarazadas. (Plutarco, Iulius Caesar LXI)
Por orden suya las jóvenes ofrecen las espaldas para ser golpeadas con las correas cortadas de la piel de la víctima sacrificada. (Ovidio Fasti II, 445-446)
III.-Un banquete con la carne de la víctima entre los miembros del colegio sacerdotal ponía fin a la ceremonia pública del sacrificio.
En las lupercalia del año 44 aC ocurrió algo especial:
Marco Antonio participó como representante de los Luperci Iulii y, al finalizar la carrera, le habría ofrecido diversas veces a César una diadema de laurel, al estilo de las de los antiguos reyes helenísticos, que César rechazó. (Suetonio, Vita Caesaris, 76, Plutarco, Caesar 61, 2-3). Para Dumézil, esta experiencia podría haber sido simbólica, una especie de reconstrucción de una antigua escena que tuviera significado para el pueblo romano y permitiera sondear la opinión pública respecto al nombramiento real de César como rey romano. Así nos lo cuenta Plutarco en César LXI. Lo mismo leemos en Shakespeare, Julio César III, 2 . Y también Colleen McCullough en su libro El caballo de César (pág. 701-706,Ed Byblos) nos rememora este episodio.
Para apreciar la carga dramática de este hecho hay que tener en cuenta que un mes después, en los Idus de Marzo, el día 15, Julio César fue asesinado por aquellos que veían peligrar la República.
Seguramente eran ya entonces fiestas licenciosas a tenor de la severa descripción que Cicerón dio de Marco Antonio cuando éste participó en ellas (nudus, unctus, ebrius: desnudo, ungido y borracho. Cicerón, Filipicae, 3,1) y llegaron a prohibirse, pues según cuenta Suetonio, Augusto: 31. Restableció, asimismo, gran número de ceremonias antiguas caídas en desuso, entre ellas el augurio de Salud, los honores debidos al flamín Dial, las Lupercales, los juegos seculares y compitales. Prohibió que se corriese en las fiestas Lupercales antes de la edad de la pubertad.
Evolución en el tiempo
En el 354 d.C las Lupercalia se celebraban como podemos ver en el calendario de Philocalus de ese año. Aunque en el año 392, el emperador Teodosio declara ilegal el paganismo y se condena a pena capital la adoración de ídolos, la realización de sacrificios y la visita de los templos, desaparece el colegio sacerdotal de los Lupercos, y las Lupercales pierden su significado religioso, sin embargo en el calendario de Polemius Silvius del 448 siguen apareciendo las Lupercalia y Terminalia mezcladas con fiestas cristianas.
En tiempos del Papa Gelasio (492-496), quien publicó un decreto contra esta festividad, se habla nuevamente de la degeneración de las Lupercales. Los sacrificios ya no se pueden realizar y nada queda ya de la desnudez ritual. Con la ausencia de los sacerdotes Lupercos, son la gente del común los participantes, y los cantos en honor a Fauno o Pan, han sido sustituidos por canciones festivas y licenciosas. El decreto de Gelasio acabó prohibiendo oficialmente las Lupercales, si bien sus acusaciones van dirigidas a los mismos cristianos, que participaban en ellas.
“Pero, ¿qué vais a decir vosotros, que defendéis las Lupercales y proponéis que se celebren? Vosotros las despreciáis y hacéis grosero y vulgar su culto y su celebración. Si la aversión a las Lupercales nos trajo desgracias, vuestra es la culpa, de vosotros que lo que pensáis que os es extraordinariamente útil os disponéis a celebrarlo con extrema negligencia y con un cuidado y devoción bastante inferiores al modo en que lo celebraron vuestros antepasados del paganismo. En aquellos tiempos, incluso los nobles corrían y las matronas, con su cuerpo desnudo a la vista de todos, recibían azotes. Por tanto, vosotros fuisteis los primeros que atentasteis contra las Lupercales. Hubiera sido mejor no celebrarlas que hacerlo con injurias. Sin embargo, este culto que os es tan venerable y que consideráis saludable, lo habéis reducido a gentes comunes y vulgares, humildes y de baja condición.”
Si quieres leer el texto de Gelasio, sigue aquí
Pervivencia de las lupercales:
Al igual que otras festividades, cultos o dioses paganos que fueron cristianizados, también ocurrió lo mismo con las lupercales, que fueron sustituidas por la fiesta de la Purificación de la Virgen María, la Candelaria, en la que se mantiene el sentido de la purificación.
En cuanto al componente de marcado caracter sexual al que habían llagado las lupercales, también Gelasio I intentó eliminarlo al instituir la festividad de San Valentín el 14 de febrero, como fiesta de los enamorados.
En la comarca de Los Serranos de Valencia por los carnavales, que llamaban Carrastuliendas, se disfrazaban algunos de botargas. Había de dos tipos: las feas, hombres que llevaban unos sacos de yute llenos de aliagas con los que pinchaban a todos aquellos con los que se encontraban, y las bonicas, que los embadurnaban con harina
La palabra Carnaval
Carnaval, formada por las palabras carne y levare, es decir quitar la carne. El mismo significado tiene carnestolendas, puesto que tolens significa quitar. De hecho la locución latina original completa de Carnes Tolendas es: Domenica Prima Carnes Tolendas, es decir, el primer domingo antes de quitar la carne. Por cierto, en catalán, Carnaval se dice Carnestoltes.
Actividades para clase:
Fernando Lillo ha publicado unas actividades para trabajar en clase el Carnaval en las que trata la etimología de la palabra y estudia las fiestas romanas relacionadas con el Carnaval. Hay interesantes textos extraídos de Laureles de Ceniza de N. Rouland.
Felicia lupercalia, Carnevale, Carnaval, Carnestoltes.....!!
Fenomenal, muchas felicidades está genial.
ResponEliminaLes he puesto a los alumn@s un enlace en Calíope.
Felicidades a todos, estáis realizando una labor espléndida.
Besos
Muchas gracias por tus ánimos, Charo. Nos llena de satisfacción que consideres así nuestro trabajo.
ResponEliminaMilia oscula
He caido aquí buscando más información sobre este tema y me ha parecido un post excelente, lleno de datos, citas y enlaces interesantes.
ResponEliminaQuedo agradecida y enlazo en mi blog.
Diculpas, lo envié sin completar mi nombre.
ResponEliminaAmalia, muchas gracias por tu comentario, me alegra mucho que te haya parecido útil y provechoso.
ResponEliminaSaludos
Excelente!! Espero que hayan seguido haciendo este tipo de trabajos .Gracias
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