diumenge, 22 de juny del 2014

Reloj de sol hispano musulmán en Sagunto

El Museo de Sagunto encierra gratas sorpresas que a través de la las exposiciones temporales 'Los Fondos secretos del Museo de Arqueología de Sagunto', podemos ir conociendo. Desde el 18 de mayo está n expuestos fondos arqueológicos de Sagunto en época islámica, llamada entonces Murviter. Junto a conjuntos cerámicos de época almohada y califal, hallamos dos piezas muy interesantes: un reloj de sol y una lápida funeraria. En ambas piezas se han reutilizado soportes de época romana.
Este cuadrante solar fue encontrado por D. Facundo Roca del Centro Arqueológico Saguntino. El reloj de sol, está construido sobre un ara romana de mármol de Carrara con una inscripción en la que se lee en escritura almohade "límite invernal" "XI".  Sus dimensiones externas del conjunto conservado son 21 x 20 x 14 cm.  Los relojes de sol estaban ubicados normalmente en las mezquitas y servían para señalar con precisión la llamada a la oración desde el alminar de la mezquita.
Forma parte del grupo de los únicos ocho cuadrantes solares hispano-árabes conservados que son: dos en Córdoba, tres en Medina Azahara, uno en Almería, otro en Granada y el de Sagunto. (Para saber más sobre ellos, se puede seguir leyendo aquí, El legado gnómico de al-Andalus). Como vemos la mayoría pertenecen a un mismo ámbito territorial y es el de Sagunto el más alejado. 
No conocemos muchos más datos sobre el reloj solar, sin embargo sí que sabemos que hubo un importante constructor de astrolabios que vivió en Valencia y estuvo relacionado con la ciudad de Sagunto. Se trata de Ibrâhîm ibn Sa‘îd al-Sahlî, autor del varios astrolabios conservados en el Museo Arqueológico Nacional, en el Museum de Historia de la Ciencia de Oxford y de Florencia. En cuanto a su vida leemos en la revista Qantara

Gracias a las informaciones transmitidas por el cadí Sa‘îd en su Historia de la ciencia, sabemos que fue un joven sabio constructor de astrolabios en Toledo, y que después de la muerte de Azarquiel continuó trabajando, primero en la capital del Tajo y luego en Valencia, y que construyó numerosos instrumentos hasta finales del siglo XI. En el año 1080 parece que ya se había instalado en la zona oriental de al-Andalus, puesto que realizó para el qâ‘id Isa b. Labbûn (mencionado en la Dajîra de Ibn Bassam), gobernador de Murviedro, cerca de Sagunto, uno de los primeros globos celestes que aún se conservan.


 Salutem plurimam!!

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