diumenge, 1 de juny del 2014

Calendario festivo en la república

Floralia. Prosper Piatti, 1899
Tal como iniciamos en un artículo anterior sobre las fiestas durante la monarquía continuamos con la evolución del calendario romano en la república. Las soluciones adoptadas para ampliar las festividades religiosas sin modificar los días marcados como festivos en el calendario fueron:

I. Creación de Ludi. En ellos el día mantiene su clasificación de la monarquía, fasto, nefasto....pero se le añaden las ceremonias de las fiestas, comidas, procesiones, … Así los juegos, que cuentan con el atractivo añadido de los espectáculos de circo y combates tuvieron mucho éxito y aceptación entre el pueblo desbancando a las fiestas del calendario numano. En el siglo III a. C se crearon los LUDI de varias divinidades nuevas o transformadas del panteón romano:

- en honor de Apolo, ludi apolinares en 212 a.C.
- en honor de Ceres, ludi ceriales, antes de la segunda guerra púnica
- en honor de Flora , ludi florales en 240 a.C.
- para la madre de los dioses, es decir, Cibeles, los ludi megalenses en el año 204 a. C.
-en honor de Júpiter, ludi plebei, instaurados alrededor del 216 a. C.

II. Creación de las fiestas de los templos, con las que otorgaron a los nuevos dioses auténticos días de fiesta aunque sin variar la atribución pública de la jornada en el calendario.

Para los dioses recién llegados o para los dioses tradicionales en sus nuevas atribuciones, se erigían templos a cargo del estado. El día de la dedicación del templo era el Natalis Dei,es decir, el día del nacimiento del dios al que le templo estaba consagrado. En el aniversario de este día los magistrados o sacerdotes hacían los sacrificios solemnes en una fiesta verdadera localizada en el propio templo, y no para todo el pueblo o el estado. Por ejemplo, Minerva in Aventino, sería la fiesta de Minerva en el Aventino
En el calendario primitivo ninguna fiesta se limita a un ámbito tan reducido, o es el aniversario de un templo. En ellas el pueblo entero rinde honores a los dioses en cualquier lugar del territorio, no en un determinado santuario.

Las fiestas del templo no son días instituidos en honor de los dioses sino simples conmemoraciones religiosas, aniversarios de la vida material del dios, que aparecen inscritas en el calendario, y el pueblo podía según sus gustos religiosos, sacrificar en su familia al dios que había nacido ese día. Como actualmente vemos que en el calendario cristiano junto a grandes fiestas públicas, hay fiestas de santos cada día que son celebrados por las cofradías, por sus fieles, en las iglesias que les son consagradas o por las familias de manera privada.


III. Estas fiestas de los templos pueden considerarse también fiestas de colegios, pues el estado levanta el templo y y crea un colegio para celebrar la fiesta y venerar al dios. Por ejemplo , el 15 de mayo del año 495 a. C. se dedicó un templo a Mercurio, construido por el estado y se instituyó el colegio de los comerciantes para mantener la fiesta y el templo collegium mercatorum. Leemos en Festo:


MAIIS IDIBUS: mercatorum dies festus erat, quod eo die Mercurii aedes esse dedicata.
Los idus de mayo eran un día de fiesta para los comerciantes porque en ese día había sido dedicado el templo a Mercurio.


Mercuralia.  Museo de Sousse (Túnez)
También vemos en el calendario de Preneste que aparece el 19 de marzo, aniversario de Minerva del Aventino, como dies artificium, día de los obreros. Mientras que la fiesta de Minerva del 13 de junio es el día de los músicos, tibicines.
Pues a veces los que celebraban las fiestas no eran colegios, sino grupos determinados de personas, por ejemplo:
-las calendas de marzo eran el día de las matronas, de manera que tomó el nombre de quienes celebraban la fiesta.

4. Reutilización de fiestas antiguas. Además muchas de las nuevas fiestas fueron ubicadas en jornadas que ya pertenecían a dioses antiguos de Roma. 
 Así por ejemplo
- la fiesta principal de Minerva caía el 19 de marzo, día del los quinquatrus que pertenecían a Marte y el 13 de junio, día de los idus consagrados a Júpiter.
-Y también el 15 de mayo, la fiesta de Mercurio, y el 13 de febrero, fiesta de Fauno en la isla tiberina pertenecían a Júpiter, como todos los idus.
-En el siglo III y II se fija el 23 de abril y el 19 de agosto como las fiestas de Venus, pero ambos días de las Vinalia estaban reservadas a Júpiter,
-Las calendas de marzo dedicadas a Marte coinciden con las Matronalia de Juno.

Ninguna de estas coincidencias es por azar, favorecen a las nuevas divinidades Mercurio, Juno, Minerva, Venus en detrimento de Marte y Júpiter, precisamente las que tenían más días de fiesta y podían compartirlos con los nuevas divinidades, de esta manera el estado no crea días nuevos de fiesta para los dioses importados, sino que les hace beneficiarse de los días de fiestas tradicionales.

Compartir un mismo día entre dos divinidades, una nueva y un antigua, tiene como consecuencia, la paulatina sustitución. La fiesta nueva local y restringida hace olvidar la fiesta pública. De todas las fiestas instituidas después de Numa, las que consiguieron una importancia verdaderamente popular son aquellas que cayeron en días tradicionales. Así se ha acabado por considerar que los Quinquatrus son de Minerva, que Venus es la diosa de las Vinalia, que las calendas de marzo son la fiesta de Juno, los idus de mayo los de Mercurio, o los de agosto de Diana.
Fiesta de Diana. Museo de Sousse (Túnez)

Cambios en la idea de la fiesta
Los dioses antiguos eran impersonales y rústicos, sin cuerpo, sin leyenda, sin embargo debido a la influencia helenística se presenta a unos nuevos dioses vivos, personales con su propia historia pero íntimamente relacionada con los sucesos de la vida romana. Este cambio supuso la modificación del carácter de las fiestas que de marcar el ciclo regular de la vida del campo y de la ciudad, el tiempo de la siembra, de la cosecha, de la purificación, pasan a adaptarse a los nuevos dioses y sus vidas y servirán para recordar algún hecho de su vida, de manera que llegan a ser aniversarios de la historia religiosa y política.

De esta manera los romanos transformaron su calendario agrario en un calendario de historia sagrada.
Incluso las fiestas más antiguas serán explicadas por las relaciones de dioses y hombres, así lo vemos en Ovidio, Varrón, Tito Livio o Dioniso de Halicarnaso que se esfuerzan en buscar el origen a todas ellas en los tiempos legendario de la ciudad, realizando una epopeya nacional.

El viejo calendario de fiestas símbolo de la vida humana en su lucha contra la naturaleza se convierte en una epopeya nacional.


Salutem plurimam!

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