Niño con pelota |
Tanto en el marco de la familia como en el de la vida pública, los niños aprendían desde muy temprano a
considerar las fiestas y las ceremonias religiosas como una parte indisoluble
de sus propias vidas y como un elemento característico del pueblo. Los niños
asistían a todas las manifestaciones festivas que se celebraban en casa o
públicamente. De esta forma crecen y se alimentan de un ideal religioso, de
usos y costumbres, de actos culturales, de ceremonias y de la idea de filoxenia (H. Rühfel, Das Kind in der griechischen
Kunst: von dem minoisch-mykenischer Zeitbis zum
Hellenismus, Mayence, von Zabern,
1984)
La gran mortalidad, las
consecuencias de las frecuentes guerras en la vida familiar de los antiguos
griegos y los diferentes cambios políticos a lo largo de los siglos trajeron
notables variaciones en la formación del
ideal de educación y cuidado de los niños con el objeto de crear ciudadanos
nobles y útiles. La visión era sustancialmente errónea respecto al futuro del
niño y hasta el s. V los niños aparecen como pequeños adultos tanto en el arte como en las fuentes filológicas,
mientras que gracias a los relatos de Platón, de Aristófanes (Lisístrata, 18-19) y de Aristóteles sobre el cuidado y la educación de los niños, se inició el
descubrimiento de la infancia en la antigüedad, cuando el niño empieza a ser visto con sus
propias características, con sus virtudes y sus debilidades. Evidentemente el
niño no representaba un ideal social (por las muchas debilidades físicas e
intelectuales que lo caracterizaban), su cuidado en el seno de la familia y el
desarrollo de fuertes lazos afectivos eran importantes contribuciones a la
seguridad tanto de la casa como de la ciudad, porque cada niño que nacía y
sobrevivía era una parte de la sucesión y del futuro del pueblo (M. Golden, Children
and Childhood in Classical Athens, 1993)
Imagen del gineceo |
La antigüedad griega asociaba la infancia con el juego. Esto resulta evidente a nivel lingüístico en el sustantivo παῖς y otras palabras como: παῖγμα, παιγνία, παίγνιον (juego, juguete) o παιδιά (juego de niño; partida; deporte), que tienen sus raíces en el verbo παίζω (jugar) (M. Golden, Children and Childhood in Classical Athens, 1993)
Corona de olivo |
La más minuciosa colección de
sustantivos que han entrelazado con la infancia en la antigüedad (para el
género masculino) la hizo el Escoliasta de Aristófanes: βρέφος (bebé), παιδίον, παιδάριον (el niño ya camina y habla), παιδίσκος o παῖς
(el niño que se encuentra en edad escolar),
ἀντίπαις (el que empieza a ser más que un
niño) o μελλέφηβος (quien está a
punto de alcanzar la edad de la pubertad) o ἔφηβος o μειράκιον, μειράκις, νεανίσκος,
νεανίας, etc. (M. Golden)
Otros términos que se pueden
encontrar en las epopeyas o en otras obras de poesía son, p. ej., μικρός (en
una comedia de Menandro) y μικκός (en una obra satírica de Esquilo), mientras
que había también tópicos dialectales: κοραλίσκος (sinónimo de μειράκιον) en
Creta, κοράσιον (pequeña, hijita) en
Macedonia, etc. Platón y Aristóteles utilizaban frecuentemente los sustantivos παιδίον,
παιδάριον (M. Golden). Hipócrates (en Filón, De Opificio Mundi, 36) divide la
vida humana en 7 estadios, de los que los 4 primeros son: παιδίον de 0-7 años; παῖς
de 7-14 años; μειράκιον de 14-21 años y νεανίσκος de 21-28 años. Aristóteles
(Ret. II, 2-17), en cambio, la divide en 3 estadios, basándose en la
aritmética, la astrología, en el número de las estaciones del año, etc. y hace una
categorización general para que se pueda –conociendo los sentimientos y las
acciones de las personas de las diferentes categorías de edades_ hablar
públicamente ganando amigos y ejercer influencia en la opinión de muchas personas:
en la juventud, en la madurez y en la vejez (M. Golden)
Niño con cisne |
Tanto Platón como Aristóteles
refieren en sus obras Las Leyes (790e)
y Política (IV, 15), respectivamente, las diferencias distintivas de la
infancia y dan consejos prácticos para la instrucción y educación de los niños.
Platón hizo interesantes observaciones
para el desarrollo de los niños y las necesidades de la infancia: aconsejó vendar a los niños desde
el nacimiento hasta el segundo año de vida y que, hasta los tres años, se
les diera a menudo el pecho. La etapa de los tres a los seis años se
caracteriza por el juego con otros niños y por los juegos (o juguetes) que
desarrollan la fantasía y la creatividad, como también por el comienzo de la
adquisición de disciplina. También es interesante observar que Platón pone de
manifiesto, por ejemplo, la delicadeza de la piel de los niños, que proviene de
la mucha leche que beben, y que el hecho de ser inmaduros, inexpertos e inocentes
los hace estar más cerca de los dioses y de los fenómenos de la naturaleza.
Aristóteles estudió a los niños con tanta atención que hizo una relación entre las características externas de la infancia y dio consejos para los diferentes períodos de edad, haciendo hincapié en que en la vida de un niño hay los siguientes períodos críticos: el 2º año de edad, el 5º, el 7º y el 14º. Algunos de sus consejos son: dar de beber a los niños, hasta los dos años, mucha leche y un poco de vino; ayudarlos en su ejercitación y educarlos duramente con el frío; desde los dos años hasta los cinco es bueno que se ejerciten en el juego, el cual, como también las historias que escuchen, conviene que sea controlado por instructores escolares (παιδονόμος), mientras que desde el séptimo año conviene por lo general protegerlos de las conversaciones e imágenes inconvenientes (Política, IV, 15) Algunas de sus observaciones fueron que, al principio, los niños no pueden en absoluto hablar y después llaman a cada hombre padre y a cada mujer madre hasta que aprenden a distinguir a sus padres y a hacer sus propios y característicos discursos; que el niño exhala un olor dulce hasta la efebía y de ahí en adelante su transpiración es salada y más intensa; que la voz infantil es más aguda que la de los mayores; que su manera de hablar seduce a los adultos y que las debilidades características de los niños pueden superarse, porque se encuentran en desarrollo. Por lo general, la infancia tiene tantas debilidades que nadie querría volver atrás; tiene una voluntad libre, pero no predisposición, y por eso los niños no pueden conocer las nociones de moral y del placer de la verdad; tiene una memoria corta y los muchachos son más excitables que los hombres, porque son biológicamente hablando más calientes y más húmedos (M. Golden)
Tanto Aristóteles como Platón
creen que los niños tienen una mayor agitación interior que los adultos, no
pueden mantener la calma por mucho tiempo y lloran con frecuencia; tienen un
carácter inestable y son muy difíciles de domar; por lo general no pueden
comprender ni razonar y, a menudo, dicen tonterías porque no tienen raciocinio.
Nacimiento. Relieve |
Cuando el recién
nacido ha pasado con seguridad su primera prueba con peligro de muerte, es
decir, vive y está sano (algunas formas de examen para constatar que el niño
estaba sano eran: el baño del recién nacido con agua fría, con orina o,
incluso, con vino), se identifica con su futuro papel en la vida de la ciudad
para su bienestar y la continuación del mismo. Así, si el recién nacido era un
niño sano, se colgaba en la puerta de la casa una corona de ramas de olivo; si
era una niña, un lazo de hebras de lana. Estos objetos tenían una función
protectora y un carácter apotropaico contra daimones
y malos espíritus y jugarán un papel más tarde en su vida (las ramas de olivo
se relacionan con las obligaciones o los cargos religiosos; la lana, con el
telar que aguarda a la niña en el gineceo)
Desde el momento en que el
nacimiento de un niño comporta una responsabilidad, no solo para la familia
sino también para la propia ciudad, el acontecimiento adquiere un valor
emotivo-sentimental, social y político. Es decir, el recién nacido constituye
no solo un miembro de la casa, sino también de la ciudad, por esta razón, debe
ser aceptado por el κύριος (cabeza de
familia) y esta decisión tiene siempre relación con los poderes políticos,
el sexo del niño (algunas veces se excluye a las niñas) y la importancia que
tuviera el οἶκος (casa). La decisión
debe tomarse siempre con la mirada puesta en la continuidad y en la buena
fortuna de la casa y de la ciudad. En Atenas, el recién nacido era un ser
social desde el principio porque era un miembro de la familia y ya,
supuestamente, de una ciudad en la medida en que había nacido de ciudadanos,
aunque no fuera un adulto que pudiera tomar decisiones y asumir
responsabilidades (M. Golden)
Con dos ceremonias, las Anfidromías y la Décima _ ἡ Δεκάτη _, se confirmaba la decisión del κύριος para la
admisión oficial del niño en la familia. Con las Anfidromías, la familia _todos
los miembros del οἶκος _ estaba obligada oficialmente a procurar la
supervivencia de su hijo, a cuidar de su salud y de su bienestar. Con esta
ceremonia, el niño pasaba automáticamente a formar parte de la comunidad _una
cualidad que nunca podría perder_, dado que había sido aceptado por la casa
cuyos miembros eran ciudadanos. Se celebraban de 5 a 10 días después del
nacimiento como ritual purificador de
la casa en que había tenido lugar el alumbramiento, como aceptación del niño en
la familia y, frecuentemente, para darle un nombre. Este era el momento en que
se colgaba de la puerta de la casa la corona de ramas de olivo o el lazo de
hebras de lana, según el recién nacido fuera niño o niña., y se ofrecía a
Ártemis la ropa que había utilizado la madre durante el parto. También se
llevaba a cabo, además de la purificación de la casa, la de todos los que
participan en la ceremonia mediante abluciones rituales y sacrificios; los
parientes y amigos llevaban regalos _ amuletos para la protección del recién
nacido y de la madre, alimentos, como pulpos, sepias y calamares, para
contribuir al banquete, y vasos con imágenes de la vida de las madres y de los
hijos en el gineceo. De esta manera, todos estaban dispuestos y sin contaminación para recibir al recién
nacido y el padre podía, desnudo y llevando y levantando en alto al bebé,
caminar alrededor del hogar de la casa (que es exactamente lo que significa la
palabra anfidromía: caminar alrededor)
Imagen del gineceo |
Los nombres que se daba a los
niños podían ser compuestos: Ἡγησίστρατος (conductor
del ejército); o relacionados con una característica del niño: Πύρρος (de cabellos rojos); o bien con un rasgo
característico de su vida: Δίδυμος (gemelo);
las niñas recibían el femenino de esos nombres: Ἡγησιστράτη, Πύρρα, Δίδυμα. Sin
embargo, lo general era que los niños se llamaran con el patronímico: Ἡγησίστρατος,
hijo de Ἡγησίας, del Demo de Κεφαλή; y raramente solo con el nombre de la
madre, pues suponía casi un desprecio
e implicaba obligatoriamente que el niño era huérfano de padre. No era, sin
embargo, raro el uso del patronímico y del nombre de la madre juntos, mientras
que, a finales del s. VI y en el último tercio del V, los niños recibían el
nombre de sus padres, habitualmente aquellos que indicaban una característica
suya. Un ejemplo se muestra en la estela funeraria de una niña
sonriente que sostiene una muñeca con la inscripción: Melisto de Ctesícrates de
Potamós (Μελίστω Κτησικράτος Ποταμίου, esto es, Melisto, hija de Ctesícrates
del Demos de Potamós)
El niño necesitaba, sin embargo,
ser oficialmente aceptado también por la ciudad y esto se llevaba a cabo con su
inscripción en las listas de la Fratría y con una ceremonia, las Apaturias, que
duraba tres días y que, en Atenas y las ciudades jonias, se celebraba en otoño.
P.D. Queremos aprovechar este último post del curso para dos cosas:
1. Presentaros la nueva agenda para el curso MMXII-MMXIII, cuya novedad más visible es ser latina-griega, pero que tiene muchas más que os invitamos a descubrir en el enlace del margen, deseando siempre que os pueda ser útil;
2. despedir el blog hasta septiembre y desearos unas bien merecidas vacaciones.
Estela de Melisto |
P.D. Queremos aprovechar este último post del curso para dos cosas:
1. Presentaros la nueva agenda para el curso MMXII-MMXIII, cuya novedad más visible es ser latina-griega, pero que tiene muchas más que os invitamos a descubrir en el enlace del margen, deseando siempre que os pueda ser útil;
2. despedir el blog hasta septiembre y desearos unas bien merecidas vacaciones.
FELIZ VERANO
Aixó es diu acabar el curs amb un post espectacular!
ResponEliminaEnhorabona també per la feina de la nova agenda. Plantejarem adquirir-la al Setembre, a veure si tenim sort esta vegada.
Feliç estiu, companys!
Aunque no he hecho ningun comentario a los ultimos post, los sigo leyendo y por supuesto sacando cosas de provecho para mi acervo cultural.
ResponEliminaSaludos
Moltes Gràcies, Santi!! Espere que enguany puga ser perquè l'agenda té apartats molt útils.
ResponEliminaBon estiu!!
Muchas gracias, Apicius, por su amabilidad. Es un honor que nos siga y nos considere interesantes.
ResponEliminaFeliz verano
Benvolguda Lluïsa,
ResponEliminal'enhorabona pel nomenament al front de l'Assessoria. Suposo que és un repte per a tú, i no dubto que ho faràs d'allò més bé!
Que tinguis tot l'encert i sort del món!
Salutacions cordials des de Girona.
Moltes gràcies, Luis, pel teu recolzament i paraules d'ànim. En efecte, és tot un repte per a mi, i més encara tenint en compte qui m'ha precedit, doncs ha deixat el llistó molt alt. Posaré tot de la meua part i encertaré o no, però espere aprendre dels errors. Sé que estic ben rodejada i això em dóna molta força.
ResponEliminaGràcies de nou.
Salutacions
Felicidades por tu nuevo cargo en la asesoría. Seguro que será una experiencia magnífica para tí y para todos.Feliz verano
ResponEliminaGracias, Isabel. Espero que sí, que sea una buena experiencia. Haré todo lo que esté en mi mano.
ResponEliminaUn abrazo