Muchas son las versiones del mito fundacional de Apolo Karneios:
En el escolio 83a al quinto Idilio de Teócrito encontramos la siguiente noticia: Alcmán, poeta que vivió en Esparta y que participó de la vida religiosa y política de la ciudad, considera a Karnos un troyano, contrariamente a la versión que nos ha llegado de los mitógrafos más tarde (Focio, Biblioteca 186, 26 = Conón FGrH 26 F 1, 26; Pseudo-Apolodoro, Biblioteca II, 8, 3, 174-175.5.)
Como ya vimos en el post anterior, de Praxila, poetisa de Sición, cuyo punto álgido se sitúa en el 451 a.C., tenemos un fragmento referido al mito etiológico de las Carneas, contenido en el escolio a Teócrito V 83a, y en el tercer libro de la Periegesis de Pausanias (III 13, 5, 1-3)
El escolio aporta esta información a propósito de las Carneas:
Πράξιλλα μὲν ἀπὸ Κάρνου φησὶν ὠνομάσθαι τοῦ Διὸς καὶ Εὐρώπης ὑιοῦ, ὃς ἦν ἐρώμενος τοῦ Ἀπόλλωνος
Praxila dice que se llaman así por Karnos, hijo de Zeus y Europa, que era ἐρώμενος de Apolo
También vimos que Pausanias refiere la misma información con alguna diferencia:
Πραξίλλῃ μὲν δὴ πεποιημένα ἐστὶν ὡς Εὐρώπης εἴη καὶ <Διος ὁ> Κάρνειος καὶ αὐτόν ἀνεθρέψατο Ἀπόλλων καί Λητώ
La poetisa Praxila presenta a Karneios como hijo de Europa (y de Zeus), y a Apolo y Latona como los que lo criaron.
Veamos las diferencias entre las dos versiones:
Praxila aporta, como también la citación de Alcmán en el mismo escolio, una variante del mito respecto de la vulgata: en la vulgata Karnos es un adivino acarniano que acompaña al ejército de los Heraclidas en la conquista del Peloponeso y que es asesinado por Hippotes, uno de los Heraclidas, por sospechar que es un espía de los Peloponenses (Focio, Biblioteca 186, 26 = Conón FGrH 26 F 1, 26; Pseudo-Apolodoro, Biblioteca II, 8, 3, 174-175.5); en Praxila, en cambio, Karnos es un joven, hijo de Zeus y Europa. Las versiones del escolio y de Pausanias se diferencian, pues, en dos aspectos: en el escolio se habla de Karnos, mientras en Pausanias se habla de Karneios; en el escolio es el ἐρώμενος de Apolo, en Pausanias es criado por Apolo y Latona. La segunda diferencia se podría explicar de varias formas: -Suponer que en Pausanias esté presente una normalización de las relaciones pederastas de las divinidades, no consideradas escandalosas en el escolio, que probablemente refiere de forma más fiel la versión de la propia Praxila. Una búsqueda de las atestaciones de eromenoi y de erastai en la Periegesis, sin embargo, hace difícilmente practicable esta vía: en varios pasajes, en efecto, la relación erastes-eromenos viene referida no solo a los mortales, sino también a Heracles y al mismo Apolo (Pausanias, en VI 10, 6, se refiere a un atleta amado por Fidias; en VII 17, 8, 3, a Heracles; en III 19, 4, a Apolo y Jacinto) -Presuponer que las dos noticias no se contradicen, sino que se complementan. En la sociedad griega, ser el eromenos de alguien implicaba inevitablemente también un aspecto educativo, de la misma forma que ser criado por alguien. No se puede excluir, de todas formas, que los dos datos estuviesen ambos contenidos en la obra de Praxila y que Pausanias pudiera simplemente haber seleccionado sin intención moralista la noticia que más lo satisfacía.
En el fragmento de Teopompo sobre las Carneas, que proviene de la tradición indirecta, y más precisamente del escolio V 83b a Teócrito, se dice:
Κάρνεια ἑορτή τελουμένη τῶι Καρνείωι Ἀπόλλωνι κατὰ τήν Πελοπόννησον, ἀπὸ Κάρνου μάντεως, ὃς ἔχρησε τοῖς Ἡρακλείδαις· ἀπὸ δ'αὐτοῦ Κάρνειον Ἀπόλλωνα προσαγορεύουσιν. ἡ δὲ ἱστορία παρὰ Θεοπόμπωι. ὃτι τὸν αὐτὸν καὶ Δία καὶ Ἡγήτορα καλοῦσιν Ἀργεῖοι διὰ τὸ κἀκεῖνον ἡγήσασθαι τοῦ στρατοῦ. τὸν οὖν Κάρνον οἱ Ἡρακλεῖδαι ἀπὲκτειναν κατερχόμενοι εἰς Πελοπόννησον ὑπολαβόντες κατάσκοπον εἶναι τοῦ στρατεύματος· ὃν ὕστερον ἐτίμησαν ὑπὸ λοιμοῦ φθειρόμενοι.
Las Carneas son una fiesta celebrada en honor de Apolo Carneo en el Peloponeso; el nombre deriva del adivino Karnos, que vaticinó a los Heraclidas: por él (lo) llaman Apolo Carneo. El relato en Teopompo. Los Argivos llaman así al dios Zeus y Hegetor porque también Zeus comandó el ejército. Entonces los Heraclidas mataron a Karnos mientras descendían por el Peloponeso, pensando que quería espiar al ejército; pero seguidamente, afectados por una peste, lo honraron.
Este período contiene una noticia interesante y sorprendente: en Argos, Apolo Carneo fue llamado también Zeus y Hegetor porque también él guió al ejército. El primero y el último período, en cambio, enlazan la figura del adivino Karnos, del que Apolo asume la invocación de Carneo, con los Heraclidas y su descenso por el Peloponeso.
El testimonio del escolio sobre un culto de Apolo Carneo en Argos viene confirmada por inscripciones provenientes de la misma Argos (IG IV 620) y por un pasaje de Tucídides (V 54) que recuerda un artificio de los Argivos para efectuar una incursión en el territorio de Epidauro durante el período de las Carneas, en las que estaba prohibida cualquier actividad bélica.
Teopompo es el primer testimonio de la versión del origen del culto de Apolo Carneo que después se convertirá en tradicional y será adoptada por los mitógrafos del siglo I a.C.
El culto del dios nace de la expiación del homicidio de Karnos impuesta por Apolo. Por primera vez el nombre de Karnos viene asociado a la actividad de μάντις, por primera vez el mito etiológico se vincula explícitamente a los Heraclidas, por primera vez aparece testimoniado un nexo entre el culto de Apolo Carneo, Zeus y Hegetor. Respecto a los testimonios precedentes, cambian las coordenadas espaciales y temporales, pero también la edad del personaje: no parece provenir, pues, de Troya; pertenece a una generación posterior a la de los héroes del epos homérico y a la descendencia de Zeus y Europa; no es un muchacho o un joven, sino un hombre maduro, como parece presuponer la figura del adivino. La versión de los hechos de Karnos y del nacimiento de las Carneas referido por Teopompo no se aleja demasiado del modo de ver los propios orígenes y la propia historia a través del mito por parte de los espartanos. Es posible que Teopompo haya recompuesto una versión precedente del origen de las Carneas (las que se refieren a hijo de una divinidad) incluyendo elementos considerados más históricos en cuanto ligados a la migración dórica y a la imagen de Esparta como ciudad guerrera por excelencia, imagen que se creó durante el período de hegemonía espartana sobre la Hélade.
No todos los editores y comentadores, sin embargo, consideran el escolio entero como una cita de Teopompo. Efectivamente el acento puesto sobre el vínculo de la fiesta con un contexto militar (el retorno de los Heraclidas y la conducción del ejército) y sobre la ambientación peloponesa – y no espartana – del suceso llevaría a pensar en una única fuente. El origen argivo de la casa real de Macedonia (Teopompo 115 F 393 = Diodoro VII 17; Pausanias IX 40, 8-9; pero Heródoto, VIII 137-139, no conoce todavía esta genealogía e individualiza en Pérdicas el descendiente de Témeno fundador de los Argeadas) podría, además, explicar el interés del historiador de Quíos por Zeus Hegetor. Es necesario, por otra parte, subrayar una discrepancia entre la parte central del pasaje y el primero y el último período: el período central parece barrer el hilo del razonamiento, retomado después en la última parte del escolio; esto subraya la relación etimológica entre Ἡγήτωρ y ἡγήσασθαι; no son raros los escolios que empiezan ex abrupto con ὃτι y se distinguen de lo que precede (Según E. Dickey 2007, p. 122, es usado a veces al inicio de los escolios y con frecuencia tiene la función de introducir un nuevo comentario y, por tanto, no se traduce); por una parte se habla de Argivos, mientras por otra se habla solo de Heraclidas. Estos elementos harían pensar más bien en una noticia proveniente de otras tradiciones (o de otro pasaje de Teopompo) e inserida en medio del escolio. Un análisis del valor temporal y aspectual del infinitivo aoristo ἡγήσασθαι podría explicar el motivo de tal inserción. En efecto, este no parece referirse a una función estable de la divinidad, sino a algo que ha acontecido en un determinado momento del pasado. También en el escolio 83a al mismo Idilio de Teócrito, Demetrio de Scepsis hace derivar el nombre del las Carneas del infinitivo aoristo κρᾶναι, que se refiere a la realización de la expedición contra Ilion, es decir, a un momento colocado en un pasado bien definido. Esto puede explicar la relación de Zeus con Apolo Carneo, dictada por la conexión de ambos relatos con la conquista del Peloponeso por parte de los Heraclidas. Finalmente también algunos elementos del culto de Apolo Carneo podrían justificar este acercamiento, sobre todo una glosa de Hesiquio (<ἀγήτης> ὁ ἱερώμενος, ἄτιμος, ἐν δὲ τοῖς Καρνείοις ὁ ἱερώμενος τῆς θεοῦ. καὶ ἡ ἑορτή Ἀγητόρια) que vincula el culto de Apolo Carneo con las fiestas Ἀγητόρια y con un sacerdote llamado ἀγήτης; después la existencia en Esparta de un Zeus Agetor o de un Apolo Agetor (Jenofonte, Lak. Pol. XIII 2, 3; IG V 1, 977); por último, el escolio a Teócrito V 83 d que define las Carneas como la fiesta de Zeus.
Δημήτριος δὲ ἀπὸ τοῦ κρᾶναι, ὅ ἐστιν ἐπιτελέσαι. φησὶ γὰρ, ὡς Μενέλαος στρατεύσας εἰς Ἴλιον ηὔξατο τιμῆσαι αὐτόν, εὰν κρηήνῃ
Demetrio (dice que las Carneas se llaman así) por κρᾶναι, que significa ἐπιτελέσαι (cumplir) En efecto dice que Menelao, comandando la expedición contra Ilion, hizo voto de honrarlo, en caso de que tuviera éxito.
Tanto esta como cualquier otra cita sacada del Τρωικὸς διάκοσμος sobre el desarrollo de las Carneas (Ateneo IV 141e-f) evidencian rasgos marcadamente militares: no sabemos si estas características pertenecen a la fiesta desde su origen o dependen del modo en que se celebraban en época helenística, o incluso si se deben, al menos en parte, a la voluntad de Demetrio de Scepsis de encontrar confirmación a la etimología y al origen del culto en el contexto bélico de la expedición de Troya. Parece probable que ambas citas se refieran a la expedición guiada por Agamenón contra la ciudad de Príamo. Demetrio, pues, coloca el nacimiento de las Carneas en el período de la guerra troyana, oponiéndose así a la versión tradicional, que vincula al adivino Karnos al retorno de los Heraclidas, y a la versión de Praxila, que considera a Karnos hijo de Zeus y Europa. Queda por aclarar cómo esta diversidad de Demetrio puede ligarse a las tradiciones espartanas. No hay que olvidar, a este respecto, que Menelao no solo adopta el papel de comandante de una expedición panhelénica, sino que también es el señor de Esparta. En Esparta, por otra parte, el culto de Menelao parece estar bien atestiguado desde el período arcaico (Heródoto VI 61; Isócrates X 63; Pausanias III 19, 9) El período de composición de la obra se coloca en la primera mitad del siglo II a.C., y más exactamente entre el 192 y el 146 a.C. La Liga Aquea ejercía su hegemonía sobre la ciudad laconia. Si el despuntar de la versión troyana en este período no depende simplemente de la casualidad con la que nos ha llegado una pequeña parte de la literatura griega, nos deberíamos preguntar el motivo por el que precisamente ahora el filón troyano adquiere mayor visibilidad y si esta reanudación coincide con una reanudación, también en Esparta, de la tradición troyana como reacción al dominio de la Liga Aquea o como una legitimación de esta. Si consideramos la fuerte resistencia opuesta por Esparta, desde Cleomenes III en adelante, a la hegemonía aquea, la primera hipótesis parece preferible. No se puede, sin embargo, excluir la posibilidad de que esta versión del mito haya sido producto de una parte de la élite espartana favorable a la Liga Aquea o, incluso, que tenga un origen no espartano.
En Castor de Rodas (s. I a.C.):
μετὰ δὲ τοὺς βασιλεῖς κατεστάθησαν ἱερεῖς τοῦ Καρνίου ἕξ. Οὗτοι δὲ ἱεράτευσαν ἔτη λγ. μεθ'οὓς κατεστάθη ἱερεὺς Χαρίδημος, ὃς καὶ οὐχ ὑπομείνας τὴν δαπάνην ἔφυγε.
Después de los reyes, se instituyeron sacerdotes de Karnios, en número de seis. Estos ejercieron el cargo sacerdotal por treinta años. Después de ellos, estuvo el sacerdote Charidemos, que, no pudiendo hacer frente a los gastos, huyó.
En Sición los sacerdotes de Apolo Carneo cubren el cargo desde el 1161-1160 al 1129-1128 a.C. Se trata de un período muy antiguo, que sería anterior al retorno de los Heraclidas y a la conquista dórica. La cronología relativa coloca los seis sacerdotes de Apolo Carneo después del retorno de los Heraclidas: bajo el vigésimo cuarto rey de la lista, Poliphides (1243/2-1212/1), se data la conquista de Ilion; después de él hay otros dos reyes, Pelasgos y Zeuxippos, seguidos de los seis sacerdotes de Carneo (1161/0-1128/7) Si por cada rey se cuenta una generación y si tomamos como término de comparación la secuencia Agamenón (rey de la guerra de Troya)-Orestes-Tisameno (rey del retorno de los Heraclidas), entonces bajo el vigésimo sexto rey, Zeuxippos, se puede colocar el retorno de los Heraclidas, que, en consecuencia, precede a la lista de los sacerdotes de Apolo.
Por otra parte, en Conón llama la atención la expresión φάσμα Ἀπόλλωνος (¿imagen, figura, visón del dios? o quizás ¿fantasma, espectro?; ¿doble de Apolo, epifanía de Apolo?) muy alejada de aquella de Praxila: ἐρώμενος τοῦ Ἀπόλλωνος
Ἡ κς' διέξεισιν ὡς φάσμα Ἀπόλλωνος, ὄνομα Κάρνος Δωριεῦσιν ἑπόμενον, Ἱππότης τις τῶν ἀφ' Ἡρακλέους ἀναιρεῖ, ὅτε κατῄεσαν εἰς Πελοπόννησον Ἡρακλεῖδαι. Καὶ λοιμοῦ τὸύτοις πρὸσπεσόντος, χρῆσμον λαβόντες ἤλασαν τὸν Ἱππότην τοῦ στρατοπέδου· μάντις δ' ἦν τὸ φάσμα τοῖς Δωριεῦσιν (Conon FGrHist 26 F 1,26 = Focio Bibl. 186.26)
El vigésimo sexto libro narra que un cierto Hipotes, uno de los descendientes de Heracles, mata a un φάσμα de Apolo, de nombre Karnos, que seguía a los Dorios, cuando los Heraclidas retornaron al Peloponeso. Y estos, a partir de haber sido víctimas de una peste, recibido el vaticinio, expulsaron a Hipotes del ejército: el φάσμα era un adivino de los Dorios.
Apolodoro nos ofrece una versión del mito etiológico muy parecida:
ἐφάνη γὰρ αὐτοῖς μάντις χρήσμους λέγων καὶ ἐνθεάζων, ὃν ἐνόμισαν μάγον εἶναι ἐπὶ λύμῃ τοῦ στρατοῦ πρὸς Πελοποννησίων ἀπεσταλμένον. τοῦτον βαλὼν ἀκοντίῳ Ἱππότης ὁ Φύλαντος τοῦ Ἀντιόχου τοῦ Ἡρακλέους τυχὼν ἀπέκτεινεν. οὕτως δὲ γενομένου τούτου τὸ μὲν ναυτικός διαφθαρεισῶν τῶν νεῶν ἀπώλετο, τὸ δὲ πεζὸν ἠτύχησε λιμῷ, καὶ διελύθη τὸ στράτευμα. χρωμένου δὲ περὶ τῆς συμφορᾶς Τημένου, καὶ τοῦ θεοῦ διὰ τοῦ μάντεως γενέσθαι ταῦτα λέγοντος, καὶ κελεύοντος φυγαδεῦσαι δέκα ἔτη τὸν ἀνελόντα καὶ χήσασθαι ἡγεμόνι τῷ τριοφθάλμῳ, τὸν μὲν Ἱππότην ἐφυγάδευσαν, τὸν δὲ τριόφθαλμον ἐζήτουν (Apolodoro, Bibli. II 8,3)
Se encontraba entre ellos un adivino que profería oráculos y parecía poseído por el dios: pensaron que se trataba de un mago mandado por los peloponenses para la destrucción del ejército, y entonces Hipotes, hijo de Filanto, hijo de Antíoco, hijo de Heracles, con un golpe de jabalina lo mató. Después de este hecho, se perdieron las naves y la flota anduvo perdida, la infantería fue afectada por la carestía, la armada entera se dispersó. Témeno interrogó al oráculo sobre las causas de esta desgracia: el dios respondió que todo había acontecido a causa del adivino asesinado y ordenó mandar al exilio por diez años al asesino y tomar como guía al ser de tres ojos. Mandaron al exilio a Hipotes y se pusieron a buscar al ser de tres ojos.
En esta versión, el ejército no es castigado por una peste, λοιμός, sino por una carestía, λιμός (véase Tucídides II 54, 2-3); no se le da un nombre al adivino, pero se explica la razón por la que Hipotes lo mata.
Finalmente, en la versión de Pausanias (III 13, 3-5) se distinguen cuatro tradiciones diferentes:
ὁ δὲ Κάρνειος, ὃν Οἰκέταν ἐπονομάζουσιν, τιμᾶς εἶχεν ἐν Σπάρτῃ καὶ πρὶν Ἡρακλείδας κατελθεῖν, ἵδρυτο δὲ ἐν οἰκίᾳ Κριοῦ τοῦ Θεοκλέους, ἀνδρὸς μάντεως· τούτου δὲ τοῦ Κριοῦ γεμιζούσῃ τῇ θυγατρὶ ὕδωρ συντυχόντες κατάσκοποι τῶν Δωριέων αὐτῇ τε ἀφίκοντο ἐς λόγους καὶ παρὰ τὸν Κριὸν ἐλθόντες διδάσκονται τὴν ἅλωσιν τῆς Σπάρτης.
Κάρνειον Ἀπόλλωνα Δωριεῦσι μὲν τοῖς πᾶσι σέβεσθαι καθέστηκεν ἀπὸ Κάρνου γένος ἐξ Ἀκαρνανίας, μαντευομένου δὲ ἐξ Ἀπόλλωνος· τοῦτον γὰρ τὸν Κάρνον ἀποκτείναντος Ἱππότου τοῦ Φύλαντος ἐνέπεσεν ἐς τὸ στρατόπεδον τοῖς Δωριεῦσι μήνιμα Ἀπόλλωνος, καὶ Ἱππότης τε ἔφυγεν ἐπὶ τῷ φόνῳ καὶ Δωριεῦσιν ἀπὸ τούτου τὸν Ἀκαρνᾶνα μάντιν καθέστηκεν ἱλάσκεσθαι. ἀλλὰ γὰρ Λακεδαιμονίοις οὐχ οὗτος ὁ Οἰκέτας ἐστὶ Καρνειός, ὁ δὲ ἐν τοῦ μάντεως Κριοῦ τιμώμενος Ἀχαιῶν ἔτι ἐχόντων τὴν Σπάρτην.
Πραξίλλῃ μὲν δὴ πεποιημένα ἐστὶν ὡς Εὐρώπης εἴη καὶ <Διός ὁ> Κάρνειος καὶ αὐτὸν ἀνεθρέψατο Ἀπόλλων καὶ Λητώ· λέγεται δὲ καὶ ἄλλος ἐπ'αὐτῷ λόγος, ἐν τῇ Ἴδῃ τῇ Τρωικῇ κρανείας ἐν Ἀπόλλωνος ἄλσει πεφυκυίας τοὺς Ἕλληνας ἐκτεμεῖν ἐς τοῦ ἵππου τοῦ δουρείου τὴν ποίησιν· μαθόντες δὲ ὀργήν σφῖσιν ἔχειν τὸν θεὸν θυσίαις ἱλάσκονται καὶ Ἀπόλλωνα ὀνομάζουσι Κάρνειον ἀπὸ τῶν κρανειῶν, ὑπερθέντες τὸ ῥῶ κατὰ δή τι ἀρχαῖον.
Karneios, al que llaman Oiketas, era honrado en Esparta también antes del retorno de los Heraclidas, y tenía su sede en la casa de un adivino, Crío hijo de Teocles. Algunos espías de los Dorios se encontraron con la hija de este Crío que cogía agua: conversaron con ella, visitaron a Crío y aprendieron de él cómo conquistar Esparta.
El culto de Apolo Karneios estuvo vigente entre todos los Dorios desde tiempos de Karno, de origen acarniano, que era un adivino inspirado por Apolo. Cuando este fue asesinado por Hipote hijo de Filanto, la ira de Apolo golpeó el campo de los Dorios; Hipote fue exiliado a causa del homicidio, y desde entonces se instauró entre los Dorios la costumbre de hacerse favorable al adivino acarniano. Pero no es este el Karneios Oiketas espartano, sino más bien aquél que era honrado en la morada del adivino Crío cuando los aqueos todavía poseían Esparta.
La poetisa Praxila presenta a Karneios como hijo de Europa (y de Zeus), y a Apolo y Latona como los que lo criaron. Hay todavía otra versión sobre su nombre: en el Ida troyano crecían, en un bosque consagrado a Apolo, cornejos, que los Griegos cortaron para construir el caballo de madera; sabiendo que el dios estaba encolerizado con ellos, lo aplacaron con sacrificios y lo llamaron Apolo Karneios por los cornejos (kraneiai), desplazando la rho según un uso antiguo.
La primera de ellas se refiere a un culto propiamente espartano, anterior a la llegada de los Dorios: El Karneios Oiketas; la segunda, vincula a Apolo Karneios con el adivino Karno, asesinado por Hipotes, y deja bien claro que no se trata del Karneios Oiketas; en la tercera, se refiere a las fuentes clásicas citando la versión de Praxila; la última vincula el mito con la versión del origen troyano propuesta por Demetrio de Scepsis que daba el origen del nombre a partir del verbo κρᾶναι y establecía su origen en la expedición contra Troya. Recordemos que también Teócrito dice que, según Alcmán, el nombre de las Carneas deriva de un Karneos troyano.
Establecer la antigüedad de una tradición mítica o de otra resulta difícil, pero sí se puede establecer el período en que una tradición aparece de una determinada forma: para la versión pandórica, esta tradición ha adoptado esa forma solo después de haber sido consolidada la de los Heraclidas, sólidamente situada entre finales del siglo VIII y la mitad del VII, fecha que también podría ser considerada como la última para la formación del suceso del adivino Karnos.
Por otra parte, la definición del Carneo como mes sagrado para los Dorios por parte de Tucídides (V 54) parece evidenciar raíces dóricas consolidadas y comúnmente aceptadas para las Carneas. Podemos pensar, pues, que la versión pandórica sobre las Carneas se haya difundido en la forma que conocemos hacia la mitad del siglo VI a.C., cuando Esparta intentaba legitimar su supremacía en el Peloponeso, bien a través de la tradición dórica o de la Aquea, o en el siglo V a.C., cuando el conflicto por la supremacía sobre Grecia entre Esparta y Atenas se manifiesta como un conflicto entre Dorios y Jonios.
Como siempre su entrada, que ya las espero con ganas, sin desperdicios.
ResponEliminaSaludos
Muchísimas gracias, Apicius, por su dedicación a nuestros artículos. Soy consciente de que estos últimos son un tanto densos, con lo que todavía le quedo más agradecida.
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