En
la primera quincena de febrero se celebraban en Roma las Fornacalia,
fiestas en honor de la diosa Fornax,
encargada de los hornos y del secado y tostado de los cereales. Se
trata de una festividad muy antigua ya que según la tradición fue
instituida por Numa. Así Plinio en Naturalis
Historia XVIII, 2,
8 nos dice
Él
fue, también, quien instituyó los Fornacalia, festivales
caracterizados por el uso del grano tostado.
Son
unas popularia
sacra
según afirma Festo en p 28 L, siguiendo a Laebón, como las Parilia,
Laralia
y la porca
praecidanea, en
las que participan todos los ciudadanos y no están reservadas a unas
familias determinadas.
El
origen nos lo explica Ovidio, 2 513-532:
Nuestros antepasasados sembraban escanda, cosechaban escanda y eran
las primicias de la escanda recolectada lo que ofendaban a Ceres.
Siguiendo los dictados de la experiencia, comenzaron a tostar los
granos, pero a causa de su impericia sufrieron frecuentes
calamidades. En efecto, unas veces, en lugar de escanda lo que barrían
eran negras cenizas; otras, el fuego les devoraba incluso las propias
cabañas. Fornax fue elevada a la categoria de diosa. Los campesinos
felices de contar con Fornax, les suplican que les dé el punto
exacto de torrefacción de sus cosechas.
Era
una fiesta móvil celebrada de manera independiente por cada una de
las 30 curias en la fecha que determinaba para cada una el Curio
Maximus
y que se anunciaba mediante unas tablillas en el foro en las que se
hacía constar fecha, hora y lugar para cada curia. Ovidio
dice (op. Cit)
Hoy
día, el Curio Máximo, anuncia públicamente , con las palabras
rituales, la fiesta de Fornax, pero no celebra la fiesta en fecha
fija. En el foro, en ls numerosas tablillas que en su entorno se
cuelgan, cada una de las curias escribe las anotaciones oportunas.
Pistrinum- Horno pompeyano |
Sabemos por Festo-Paulo 82 L que en esta fiesta después de realizar un sacrificio, tostaban el grano en los hornos de los molinos o en sus propias casas,
Las
Fornacalia son una celebración instituida para la torrefacción del
grano, porque ese día solía realizarse un sacrificio ante el horno
que hay en los molinos.
Horno pórtatil |
Dionisio
de Halicarnaso II, 23 nos habla sobre el funcionamiento de las
curias y detalla la organización de alguna fiesta, del estilo de las
fornacalia,
destacando que en ellas lo habitual era pan de cebada, tortas de
escanda y primicias de frutas en sencillos cestos y platos de barro,
sin ostentaciones.
Aquellos
a los que se les pasaba el día correspondiente a la curia a la que
pertenecían, tenían una última oportunidad el 17 de febrero por lo
que este día se llamaba stultorum
feriae,
fiesta de los tontos. Así nos lo tramiten Ovidio y Plutarco
Los
tontos del pueblo no saben a qué curia pertenecen, y por ello
celebran el último día la fiesta que han ido difiriendo. (Ovidio, Fasti II)
¿O
a quienes por sus ocupaciones, o por estar ausentes de la ciudad, o
por ignorancia, no habían realizado el sacrifico, como los demás,
al mismo tiempo que lo había hecho su tribu en las Fornacalia, se
les dio la oportunidad de cumplir el ritual en esta fecha?.
(Plutarco, Quaestiones Romanae, 89)
(Plutarco, Quaestiones Romanae, 89)
Debemos
tener en cuenta que la diosa Fornax sería una divinización del
horno en sí que solo es mencionada por Ovidio y posteriormente por
Lactancio en Institutionum divinarum, I, 20, 35
Quis
non rideat Fornacem deam, uel potius doctos uiros celebrandis
Fornacalibus operari? Quis, cum audiat deam Mutam, tenere risum
queat?
Ovidio,
6 314 antaño
los campesinos solo tostaban la escanda en sus hornos y la diosa
Fornax tenía su fiesta particular.
La
explicación al hecho de la divinización del horno nos llega del
sentido último de la fiesta ya que es, una acción de gracias por
la cosecha y pero también una exaltación de la fertilidad de la
Madre Tierra. Así leemos en El mito de la mujer, el horno, el hombre y el viento, de Genaro Chic García
Como
sucedía con los minerales, el hombre podía celebrar rituales de
magia simpática que le sirvieran para, ayudando a la divinidad
productora de los cereales, garantizar la madurez de unos granos que
en ese momento estaban empezando a tomar forma. Es lo que sucedía en
Roma en el festival de los fornacalia,
celebrado aproximadamente en la misma época del año que los ritos
de fecundidad de los lupercalia,
y durante los cuales el grano incipiente era horneado para facilitar
la labor de la primavera, que los habría de convertir en granos
perfectos aptos para la alimentación de los hombres. Y por supuesto
el símbolo principal representado por el horno, con ese carácter
sexuado que se le otorgaba, era la mujer. Ella era la que producía
en su "horno" interno ese pan o pastel que constituía la
vida humana y que ha quedado patente en la palabra alemana que
equivale a la española placenta:
Mutterkuchen,
“el
pastel (Kuchen)
de madre.
El
término placenta, en latín designaba un pastel plano, pasó a nombrar por su semejanza
en la forma al órgano efímero que relaciona
estrechamente al bebé con su madre y atiende las necesidades de
respiración, nutrición y excreción del feto durante su desarrollo.
Actualmente
existen pasteles de forma plana llamados palatschinken derivados de
la palabra placenta
romana, pastel cuya receta nos ha transmitido Catón
el Censor autor del tratado De
Agricultura.
Para la parte externa se emplea harina de trigo y espelta, y para
el relleno, una mezcla de queso, miel y especias. Se iba colocando
por capas sobre hojas de laurel untadas en aceite y se servía con
mucha miel. La receta completa de la placenta romana y su adaptación la tenemos en en el blog De Re Coquinaria.
En
el trabajo de José Manuel Pedrosa, El herrero, las cabrillas y el horno: léxico y simbolismo eróticos en La Lozana Andaluza (XIV) y el Quijote (11:41). CRITICÓN, 80, 2000,
pp. 49-68.,
encontramos otros testimonios literarios, semánticos y relativos
al psicoanálisis del horno como una metáfora del sexo femenino.
Veamos algunos de ellos:
1.
Por ejemplo en textos literarios de gran antigüedad como el este
fragmento del Poema de Gilgamesh, escrito en lengua acadia en
Babilonia antes del 1500 a. C., en el que el héroe rechaza la
seducción de la diosa Ishtar:
—¡No!
¡No te quiero
como
esposa!
Porque
eres sólo un horno
que
se apaga con el frío,
una
puerta oscilante
que
no resiste ni corrientes de aire ni vientos
O
como en la comedia la Paz de Aristófanes (siglo V a. C.) donde leemos
TRIGEO:
Vamos, tú, deja en el suelo primero tus tramoyas (FIESTA deja caer
sus vestidos, queda desnuda). Consejo, Prítanis, contemplad a
Fiesta. Mirad qué felicidades os traigo y os entrego, para que
enseguida alcéis en alto sus dos piernas y luego celebréis el
Levantamiento. Y mirad ese hornillo.
ESCLAVO:
¡Ay, qué hermoso!
TRIGEO:
Por eso está ahumado: es que antes de la guerra el Consejo tenía en
él sus trébedes.
2.
Otra prueba de ello es el valor semántico dado a la palabra horno
que ha sido considerada muchas veces como un eufemismo genital. Así,
en catalán, tanto forn
como boca
de forn
designan el sexo femenino, y por ejemplo en inglés la expresión she
has a bun in the oven,
es decir, «ella tiene un bollo en el horno» se entiende como «ella
está preñada»
3.
También el psicoanálisis establece la vinculación del horno y
del sexo femenino en muchas culturas, como nos dice Wolfgang Lederer,
The
Fear of Women (Nueva York-Londres: Gruñe & Statton, 1968), p.
118
El
pan en el horno es el niño en el útero, y la molienda del trigo y
el cocimiento del pan son labores que corresponden a la mujer en
todas las sociedades primitivas... Y la vasija hecha de la materia de
la Madre Tierra, cocida en el horno, destinada a convertirse también
en oscuro recipiente, es la misma mujer, y por eso suele muchas veces
tener la misma forma que tiene la mujer.
Por si os animáis a celebrar la fiesta de Fornax con la elaboración de algunos platos de cereales, os aconsejo que visitéis el blog De Re Coquinaria, donde hallaréis algunas recetas muy adecuadas para las fornacalia. Eso sí, invocad bien a Fornax...que no os queden como este pan pompeyano....
Salutem plurimam!!
Por si os animáis a celebrar la fiesta de Fornax con la elaboración de algunos platos de cereales, os aconsejo que visitéis el blog De Re Coquinaria, donde hallaréis algunas recetas muy adecuadas para las fornacalia. Eso sí, invocad bien a Fornax...que no os queden como este pan pompeyano....
Museo de Boscoreale |
Salutem plurimam!!
Toda una lección de historia, como siempre.
ResponEliminaEs bueno empezar la jornada con textos de esta categoría.
Saludos
Muchas gracias Apicius. Me pareció muy interesante la divinización del horno y su relación simbólica con la mujer, y de ahí el post sobre Fornax. Me alegro de que le haya gustado. Saludos
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