Entre los adornos colocados alrededor del cuello o collares en época romana se distinguía entre monile, propio de las mujeres, torques, símbolo de victoria y valor entre los soldados, y collare, llevado por los perros y esclavos.
Nonio Marcello define collare del siguiente modo:
Collare, est vinculi genus quo collum adstringitur,
Collar es un tipo de cadena con el que se aprieta el cuello
Por lo tanto nuestra palabra collar procede etimológicamente de éstos últimos collares ..¡¡de perros y esclavos!!. Afortunadamente solo la palabra pues el objeto es muy distinto. Vamos a ver seguidamente cómo eran ambos.
Los collares de perro los podemos ver en algunos mosaicos, frescos e incluso en los calcos pompeyanos. Son tiras de cuero con unos botones salientes metálicos, o con cascabeles o bien con clavos llamado melium tal como nos describe Varrón De re rustica, II, 7 15 : Para que las fieras no les dañen se les pone un collar que se llama carlanca, y que consiste en un ancho cinto de cuero, bien provisto de clavos, que se les coloca alrededor del cuello, cuidando que las cabezas de los clavos vayan por la parte de adentro y las puntas hacia afuera, y, para que no se hagan daño con la dureza del hierro se guarnece la parte interior con una piel blanda. Con esto si un lobo o cualquier otra fiera intenta morderles, al hacerse daño con los clavos ya no se acerca más a los perros tanto si llevan collar como si no llevan.
Escrita por ambas caras con el siguiente mensaje:
I. Delante:Clodii Hermogeniani v(iri) c(larissimi) ex praefecto urbis de hortu ipsius sum
De hortu Olybrius v(iri) c(larissimi)praefecti praetori sumNoli me tenerenon tibi expediet.
Texto e imágenes del Recuil d'antiquités du comte Caylus
Aunque es muy semejante a los de los esclavos que veremos ahora, se distingue de ellos porque dice "no me cojas, no te conviene". Para saber más sobre los perros en las villas romanas, mirad en este enlace.
Los esclavos que se habían escapado eran señalados con collares de esclavo que tenían una inscripción en ellos mismos o en una placa en la que figuraba el nombre del amo y su domicilio. A veces se ofrece como recompensa un solidus
cum manicis catulo collareique, ut fugitivum,deportem.
que lo lleve con esposas, con cadenas y con collar como a un fugitivo
Lucilio en sus Sátiras, XXIX (100)
Fugi tene me / cum revoc/veris me d(omino) m(eo) / Zonino accipis / solidum
He escapado, cógeme. Cuando me devuelvas a mi amo Zonino recibirás un sólido
Cógeme porque he escapado y devuelme a mi amo Cethego, hombre ilustrisimo, junto al mercado de Libianus, en la región III
Esta costumbre sustituye a la de marcar a los esclavos fugitivos al rojo vivo después de que el emperador Constantino lo prohibiera. Para saber más sobre cómo marcaban a los esclavos y sus collares, leed el artículo de Salvador Muñoz en la Revista Saguntina de 2006.
Salutem plurimam