Escultura en la facultad de Medicina de Valencia. ARS MEDENDI |
En los calendarios romanos, como Fasti Maffeiani o Amitermini, está señalado el día 11 de octubre como MEDITRINALIA, fiestas en honor de Júpiter y Meditrina en su faceta de dioses que protegen el cultivo de las viñas.
Varrón en De Lingua latina, VI, 21 nos explica la tradición que tenía lugar en ese día
Flaco, flamen de Marte, decía que ese día suele catarse y degustarse el vino nuevo y el viejo con fines curativos, costumbre que aún hoy practican algunos cuando dicen:
"Bebo el vino nuevo y el viejo; con él curo la enfermedad nueva y la vieja"
De esta manera evidencia la relación con la salud de la festividad que ya está claro en su etimología:
El día de las meditrinalia, en el mes de octubre, tiene su origen en mederi (sanar).
Varrón, op.cit
Festo en De verborum significatione, vincula la fiesta con la diosa Meditrina
MEDITRINALIA dicta hac de causa. Mos erat Latinis populis, quo die quis primum gustaret mustum, dicere ominis gratia : « Vetus novum vinum bibo, veteri novo morbo medeor. » A quibus, verbis etiam Meditrinae deae nomen conceptum, ejusque sacra Meditrinalia dicta sunt.
Así Meditrina sería una antigua diosa de la salud, cuya función pasó a Salus y finalmente ambas cedieron su lugar ante el grupo formado por Esculapio e Higia.
También los griegos el primer día de las Anthesterias, celebraban las Pythoigia y según Plutarco en Quaestiones convivales, III, 7,1 también hacían libaciones a los dioses para lograr que el vino fuera saludable y útil.
Es evidente que los antiguos conocían las propiedades terapéuticas y dietéticas del vino como bebida estimulante, saludable, reconstituyente, digestiva, desinfectante y tonificante si era tomado con moderación. El propio Dionisos, dios del vino, en El banquete de los sofistas de Ateneo de Naucratis 2, 36 b-c, dice la medida justa para los prudentes:
Ofrezco tres copas a los sensatos, una es para la salud y es la que beben primero, una segunda es para el placer y el amor, y la tercera es para el sueño. Cuando han bebido ésta, los que son sabios se marchan para casa. La cuarta ya no es nuestra, sino de la insolencia, la quinta del griterío, la sexta de los bailes por la calle, la séptima de los ojos morados, la octava de los de los alguaciles, la novena de la cólera, la décima de la locura que también hace caer.
Para conocer bien curiosos detalles del vino como remedio en la antigüedad visitad el artículo que con ese mismo nombre hizo Charo Marco en su blog De Re Coquinaria.
El uso del vino ha pasado a la medicina popular lo que se percibe en algunos refranes castellanos:
Al catarro, con el jarro.
Recomendación de beber vino para curar el resfriado
Vino por fuera y vino por dentro, cura de todos los males.
Se refiere a las friegas con vino caliente y a tomarlo con moderación
Debido a su naturaleza Louis Pasteur (1882-1825) en la segunda mitad del siglo XIX dijo que el “vino es la más sana e higiénica de las bebidas”. En la imagen vemos que relaciona el consumo de vino con la longevidad por lo que recomienda incluir el vino en nuestras comidas.
La máxima de Pasteur estaba pintada en la fachada de la Cooperativa Vinícola de Cheste (Valencia) y allí la leí desde el tren años antes de que mi destino me llevara a trabajar en esta ciudad. En estos días están celebrando las fiestas del final de la vendimia al igual que en la antigua Roma celebraban las Meditrinalia.
Por eso, uniéndonos a ellos, hagamos la libación preceptiva y repitamos la frase con la esperanza de que los dioses que nos permitan tener salud.
"Bebo el vino nuevo y el viejo; con él curo la enfermedad nueva y la vieja"
Salutem plurimam
La máxima de Pasteur estaba pintada en la fachada de la Cooperativa Vinícola de Cheste (Valencia) y allí la leí desde el tren años antes de que mi destino me llevara a trabajar en esta ciudad. En estos días están celebrando las fiestas del final de la vendimia al igual que en la antigua Roma celebraban las Meditrinalia.
Cooperativa de Cheste. Imagen de Bárbara Cortés |
Por eso, uniéndonos a ellos, hagamos la libación preceptiva y repitamos la frase con la esperanza de que los dioses que nos permitan tener salud.
"Bebo el vino nuevo y el viejo; con él curo la enfermedad nueva y la vieja"
Salutem plurimam
P.S.: Con esta entrada iniciamos el curso 2013-2014 y reabrimos el Jardín de las Hespérides con el sentido recuerdo de nuestro amigo Juanvi cuya terrible pérdida hemos sufrido este verano.