diumenge, 24 de març del 2013

El relojero de la calle de la Sal


Imagen de Panoramio
En estos días de fallas he tenido oportunidad de hacer una escapada a Madrid para visitar la exposición de POMPEYA y poder disfrutar de la compañía de mis amigos madrileños que se han vuelto a superar como cicerones descubriéndome nuevos rincones curiosos de su ciudad.

Uno de ellos ha sido este simpático relojero, un autómata diseñado por Antonio Mingote que se encuentra en la calle de la Sal cerca de la Plaza Mayor. Forma parte de la decoración de la Antigua Relojería, establecimiento fundado en 1880 y reformado en varias ocasiones para recuperar la estética galdosiana.

En este carrillón hay varios tipos de relojes: dos de sol, uno decorativo en la parte más alta y otro en el frontal que da la hora mecánicamente, uno de cuco, que da las horas y otro de arena que gira y cambia de posición.

Fuente de la imagen 
También tiene otra ornamentación con cuatro relojes con la hora actual en Nueva York, Pekín, Sidney y El Cairo.

Cuando da las horas y los cuartos el relojero que lleva en sus manos el reloj con la hora peninsular, levanta la vista de su trabajo, mira a ambos lados de la calle, abre y cierra los ojos mientras suena la música, el chotis "Madrid" o fragmentos de "Gran Vía".

Parece tomarse un descanso en su trabajo y mirar a los muchos transeúntes que pasan por la calle o bien a sus vecinos de enfrente que también son parte de la huella que el dibujante Mingote ha dejado en la ciudad de Madrid. Más imágenes del Madrid de A. Mingote en este enlace.




















Se trata de cuatro trampantojos que simulan los balcones de la casa que hace esquina con la calle Postas y la calle de la Sal. Los personajes que se asoman a estos balcones son un homenaje a Benito Pérez Galdós y a una de sus obras más importantes Fortunata y Jacinta. Así vemos en el primero de ellos  tanto al autor, Pérez Galdós, como a Fortunata y Jacinta y el galán Juanito Santa Cruz en un retrato de la sociedad del siglo XIX, que podéis conocer mejor leyendo este acertado trabajo que describe con detalle cada uno de los cuatro dibujos.

Para que veáis mejor su funcionamiento, os dejo este vídeo encontrado en facebook, ya que por supuesto nuestro viejo relojero tiene su propio perfil.

diumenge, 3 de març del 2013

El color rojo protección frente al mal de ojo


Infans en Domus Baebia

Para los romanos el color rojo, vinculado a Marte dios de la guerra y la violencia, era el color de la sangre, del fuego y del sol incandescente por lo que simbolizaba la vida, la energía vital, y la pasión. Significaba poder y gloria y tenía un valor protector frente a los peligros y la magia negativa.
Vamos a ver su uso en dos ámbitos: la infancia y el mundo militar.

I. Desde la infancia este color acompañaba a los niños romanos de manera que los recién nacidos eran fajados con paños de color blanco (Historia Augusta, Vida de Clodio Albino)

 Filius mihi natus est VII. kal. Decembres, ita candidus statim toto corpore, ut linteamen, quo exceptus est, vinceret.
Mi hijo nació el día séptimo antes de las calendas de diciembre (25 de noviembre),  y todo su cuerpo ha adquirido rápidamente una blancura tal que supera a la del lienzo en que ha sido envuelto.


Estos paños blancos se sujetaban con cintas de color rojo para lograr la protección de los niños frente al mal de ojo y la envidia.

Leemos en la Historia Augusta, la  Vida de Clodio Albino, escrita por Julio Capitolino que esta era la costumbre habitual, aunque en su caso no ocurrió así y fueron de color púrpura lo que se interpreta como un presagio de su gran destino.


Accessit omen, quod, cum pueri eius familiae russulis fasciolis inligarentur, quod forte lotae atque udae essent russulae fasciolae, quas mater praegnas paraverat, purpurea matris [fascea] inligatus est fascea
Sobrevino otro presagio más: aunque era costumbre envolver a los niños de su familia en con pequeñas vendas de color rojo, a éste le cubrieron con una venda ancha de color púrpura, porque casualmente, estaban aún húmedas las vendas rojitas que había lavado y preparado su madre antes de dar a luz.


Esta costumbre se mantuvo con el inicio del Cristianismo pues vemos que San Juan Crisóstomo en sus Homilias a los Corintios XII, 7 del año 390, habla de ellas y de su inutilidad frente a la cruz de los cristianos:


" Qué tenemos que decir acerca de los amuletos y las hebras rojas y otros objetos que son sencillamente disparates; lo que realmente tienen que hacer es no poner a los niños nada que no sea la protección de la Sagrada Cruz".


E incluso hoy en día se mantiene esta superstición y es fácil ver a los niños pequeños con lazos rojos. La fotografía la he tomado en una farmacia en la que venden unos lazos rojos que son explícitamente para el mal de ojo...

En este mismo sentido hay actualmente en Grecia y otros países como Bulgaria, Albania o Rumanía una curiosa tradición por la que las madres hacen con hebras rojas y blancas unas pulseras, llamadas de Marte, Βραχιολακι του Μαρτη, que sus hijos llevarán en la muñeca desde el día 1 de marzo para quedar protegidos de la fuerza del sol de primavera.
En este vídeo vemos cómo se hacen estas pulseras




En Bulgaria, se celebra la Martenitsa el día 1 de marzo también en honor de Baba Marta, personaje mítico que anuncia el final del invierno y la llegada de la primavera. Se regalan unos muñecos de lana roja y blanca y se cuelgan en los árboles.




II. En el ámbito militar es muy frecuente este color. Rojas eran las túnicas y los escudos de los soldados, los vexilla, el paludamentum de los generales. También en la ceremonia del triunfo el general victorioso llevaba los signos externos del dios Júpiter. Llevaba túnica púrpura y toga picta, cetro de marfil rematado con el águila, corona de laurel, como símbolo de la victoria, acompañado por un esclavo que sostenía una corona de oro sobre su cabeza y le recordaba la fórmula (Tertuliano, Apologético 33).

Respice post te, hominem te esse memento 
Mira hacia atrás y recuerda que sólo eres un hombre

Y lo que más nos sorprende es que su rostro estaba pintado de minio, pues de este color se teñía la estatua capitolina de Júpiter los días festivos y con el que se ungían las piedras limítrofes y a la dea Dia, para dotarlas de mayor poder. Era una acción mágica relacionada con la salus publica.

Plinio en Naturalis historia XXXIII, nos menciona el uso del minio en este ámbito:

Escena del triunfo de César en  Roma



(111) También se encuentra en las minas de plata el minio, actualmente de gran estima, incluso antiguamente entre los Romanos, no sólo el más valorado de todos, sino incluso utilizado para fines sagrados. Verrio da relación de autores cuyo testimonio tiene crédito, y dicen que, en día de fiesta pintaban la cara con minio de la estatua de Júpiter  y los cuerpos de los ganadores.



(112) por haber triunfado de esta suerte Camilo, y por eso ya esta en los mismos motivos religiosos y todavía es utilizado para el color de los perfumes en la cena triunfal, y una de las primeras tareas de los censores es, encargar a un contratista para pintar la estatua de Júpiter de bermellón. No puedo explicar bien la razón de ese uso, pero es un hecho que el minio es buscado incluso por los etíopes, y que los hombres principales colorean todo su cuerpo, y que es el color que le dan a las estatuas de los dioses. 


Iniciamos el mes  de marzo, consagrado al Marte, confío en que nos sea favorable, pero por si acaso....¡no olvidéis el lazo rojo!

Salutem plurimam